covid
Buscar en
Revista Chilena de Pediatría
Toda la web
Inicio Revista Chilena de Pediatría Contaminación intradomiciliaria por material particulado fino (MP2,5) en hogare...
Información de la revista
Vol. 87. Núm. 5.
Páginas 343-350 (septiembre - octubre 2016)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Visitas
4075
Vol. 87. Núm. 5.
Páginas 343-350 (septiembre - octubre 2016)
Artículo original
Open Access
Contaminación intradomiciliaria por material particulado fino (MP2,5) en hogares de recién nacidos
Indoor air pollution by fine particulate matter in the homes of newborns
Visitas
4075
René Mauricio Barríaa,
Autor para correspondencia
rbarria@uach.cl

Autor para correspondencia.
, Mario Calvob, Paulina Pinoc
a Oficina de Salud Basada en Evidencia (OSBE), Facultad de Medicina, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile
b Instituto de Pediatría, Facultad de Medicina, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile
c Programa de Epidemiología, Escuela de Salud Pública, Universidad de Chile, Santiago, Chile
Este artículo ha recibido

Under a Creative Commons license
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (2)
Tablas (3)
Tabla 1. Distribución de mediciones por sitios de muestreo y concentración de MP2,5
Tabla 2. Concentración de MP2,5 en hogares según antecedentes sociodemográficos y ambientales
Tabla 3. Sistema de calefacción por frecuencia y tiempo de uso durante el día de medición
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Introducción

La contaminación de aire por material particulado (MP) es un importante problema de salud pública. En Chile se ha estudiado la contaminación atmosférica y MP10, y escasamente aire interior y MP2,5. Como los recién nacidos y los lactantes pasan la mayoría del tiempo en el hogar, es necesario evaluar la exposición a la contaminación intradomiciliaria en esta población susceptible.

Objetivo

Determinar la concentración de MP2,5 en hogares de recién nacidos e identificar las fuentes de emisión contaminante.

Pacientes y método

En 207 hogares se recolectó la concentración de MP2,5 ([MP2,5]) por 24h y se evaluó la información sociodemográfica y los factores ambientales (calefacción, ventilación, tabaquismo intradomiciliario y aseo del hogar).

Resultados

La [MP2,5] mediana fue 107,5μg/m3. El antecedente «asma familiar» se asoció a menor [MP2,5] (p=0,0495). Hogares sin uso de calefacción mostraron la menor [MP2,5] mediana, 58,6μg/m3, mientras los que usaron leña, parafina, electricidad entre 112,5 y 114,9μg/m3 y brasero 162,9μg/m3. Hogares que usaron leña tuvieron diferencias significativas en [MP2,5] mediana (p=0,0164) al usar estufa de combustión completa (98,2μg/m3) versus cocina a leña (112,6μg/m3) y salamandra (140,6μg/m3). En el 8,7% de los hogares se reportó consumo de cigarrillos, no asociándose a [MP2,5]. La ventilación se asoció a mayor [MP2,5] mediana (120,6 vs. 99,1μg/m3; p=0,0039).

Conclusión

Hubo hogares con [MP2,5] elevada, siendo el consumo residencial de leña casi universal y asociado a [MP2,5]. La ventilación natural incrementó el MP2,5 interior, probablemente por infiltración desde el exterior.

Palabras clave:
Contaminación del aire en interior
Material particulado
Recién nacido
Abstract
Introduction

Air pollution by particulate matter (PM) is a major public health problem. In Chile, the study has focused on outdoor air and PM10, rather than indoor air and PM2.5. Because newborns and infants spend most of their time at home, it is necessary to evaluate the exposure to indoor air pollution in this susceptible population.

Objective

To determine concentration of PM2.5 in the homes of newborns and identify the emission sources of the pollutants.

Patients and Method

The PM2.5 concentration ([PM2.5]) was collected over a 24hour period in 207 households. Baseline sociodemographic information and environmental factors (heating, ventilation, smoking and house cleaning), were collected.

Results

The median [PM2.5] was 107.5μg/m3. Family history of asthma was associated with lower [PM2.5] (P=.0495). Homes without heating showed a lower median [PM2.5], 58.6μg/m3, while those using firewood, kerosene, and electricity ranged between 112.5 and 114.9, and coal users’ homes reached 162.9μg/m3. Wood using homes had significant differences (P=.0164) in median [PM2.5] whether the stove had complete combustion (98.2μg/m3) vs. incomplete (112.6μg/m3), or a salamander stove (140.6μg/m3). Cigarette smoking was reported in 8.7% of the households, but was not associated with the [PM2.5]. Ventilation was associated with a higher median [PM2.5] (120.6 vs. 99.1μg/m3, P=.0039).

Conclusion

We found homes with high [PM2.5]. Residential wood consumption was almost universal, and it is associated with the [PM2.5]. Natural ventilation increased MP2.5, probably due to infiltration from outside.

Keywords:
Indoor air pollution
Particulate matter
Infant/newborn
Texto completo
Introducción

La contaminación de aire es un importante problema de salud pública dado sus efectos deletéreos sobre la salud, observándose consistente asociación entre contaminación aérea e incremento de hospitalizaciones por enfermedad respiratoria y asma1, incremento de la frecuencia y severidad de los síntomas respiratorios como bronquitis, tos y agravamiento del asma2, así como mayor riesgo de mortalidad posneonatal por causa respiratoria, al aumentar los niveles de contaminantes atmosféricos, de MP2,5 en particular3. Por su parte, los efectos de la contaminación de interior sobre la salud han sido poco investigados, enfatizándose en determinar sus contribuyentes4. Se ha observado que elevados niveles intradomiciliarios de MP2,5 se asocian con efectos de gran magnitud sobre bronquitis y bronquitis obstructiva a los 3 años de edad5.

En Chile los estudios se han concentrado en la región metropolitana, donde el problema deriva principalmente del tráfico vehicular, mientras los combustibles residenciales para calefacción y cocción de alimentos son predominantemente gas natural y derivados del petróleo6–13. En regiones se han realizado estudios en Puchuncaví14, Chillán15,16 y Temuco17,18, lugares que alcanzan elevados niveles de contaminación del aire que superan las normas nacionales, y cuyo origen se vincula a fuentes industriales y al uso de combustibles residenciales, particularmente en otoño e invierno. En estas aproximaciones ha predominado el uso de mediciones continuas de contaminantes atmosféricos efectuadas por centrales de monitorización y que, desde un enfoque ecológico, se asocian a trastornos en la salud evaluados de manera agregada. Adicionalmente dichas mediciones se centran en el efecto de partículas respirables (MP10) más que finas (MP2.5).

En Chile la norma primaria de calidad del aire para MP2,5 es 20μg/m3, como concentración anual, y 50μg/m3 como concentración de 24h19, no obstante, no existen definiciones para contaminación interior. Si bien la exposición al aire contaminado es relevante en la génesis de enfermedad en la infancia, los efectos sobre la salud no solo están determinados por el nivel de polución, sino además por el tiempo de exposición20. Consecuentemente, el mayor tiempo de exposición a contaminantes aéreos no ocurre con aire exterior, sino más bien con el de ambientes intramuros21,22. De esta forma se reconoce como población altamente susceptible a recién nacidos y lactantes, quienes permanecen dentro del hogar, constatándose que más del 90% de su tiempo transcurre allí23,24. Así, dado que los niños pasan muchas horas respirando aire interior contaminado durante sus primeros años, se ha estimado que sobre el 50% de las muertes prematuras en menores de 5 años se deben a neumonía causada por partículas inhaladas dentro del hogar25.

Como se mencionó, en Chile son escasos los estudios enfocados a la contaminación interior por MP2,5, y se desconoce qué ocurre en hogares de población susceptible. Adicionalmente, las fuentes de emisión contaminante difieren de una zona a otra, siendo el uso de leña el recurso energético básico en hogares del Sur26. En Valdivia, por ejemplo, se ha observado el uso residencial de leña en el 76% de la población general27 y en el 90% en hogares con recién nacidos28. Así, el objetivo de este estudio fue determinar la concentración de MP2,5 en hogares de recién nacidos de Valdivia y Osorno, e identificar las fuentes de emisión contaminante.

Pacientes y métodoDiseño

Se estudiaron 207 hogares de binomios madre-recién nacidos de Valdivia (n=144) y Osorno (n=63), beneficiarios del sistema público de salud durante el periodo junio-agosto de los años 2007 y 2008. Conforme el promedio mensual de nacimientos para las ciudades en estudio (≈440), se consideró para el periodo de recolección de datos una población de 1.320 nacimientos en establecimientos públicos. Considerando un nivel de confianza de 95%, una precisión del 5% y una proporción esperada del 20% de hogares con niveles de concentración de MP2,5 sobre 50 (μg/m3), el tamaño muestral estimado fue 207 hogares.

En la maternidad de los hospitales de ambas ciudades se invitó a participar del estudio a puérperas dentro de las 48-72h posparto, quienes fueron incorporadas luego del proceso de consentimiento informado. Posteriormente, se clasificó los domicilios por lugar de residencia y se programó mediciones por sectores para optimizar la logística de traslados y favorecer una medición completa (24h) en los hogares de los participantes.

La evaluación ética fue realizada por los comités pertinentes del Servicio de Salud Valdivia (Ord.n.° 040, 12 de abril de 2007) y de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile (25 de abril de 2008).

Medición de variables de interés

Para determinar la concentración de MP2,5 se usó la bomba de muestreo 44XR Universal Sample Pump (SKC Inc., Eighty Four, Pennsylvania, EE. UU.) utilizando filtros de teflón de 37mm dispuestos en el impactador Personal Environmental Monitors, para flujo de 4l/min (SKC Inc., Eighty Four, Pennsylvania, EE. UU.) para recolectar exclusivamente partículas menores de 2,5μm. Para la calibración de flujo se utilizó el dispositivo de burbuja de jabón SKC UltraFlo®Electronic Calibrator (SKC Gulf Coast Inc., Houston, TX, EE. UU.) previo a cada sesión de muestreo. La preparación de filtros fue realizada en el laboratorio por un único operador entrenado. La instalación de equipos de muestreo fue realizada por el mismo operador los lunes, miércoles y viernes, en tanto que su retirada fue realizada el martes, jueves y sábado de cada semana del periodo de estudio. Se contó con 11 equipos de muestreo para monitorizar 8 domicilios incluyendo mediciones duplicadas. Se ejecutaron mediciones duplicadas en 26 domicilios (12,6%) para recoger información sobre la variabilidad en la medición ejecutada por distintos equipos y, consecuentemente, estimar la concordancia. Usando el método de Bland y Altman29,30 se observó que las diferencias entre las 2 medidas respecto de su media mostraron una distribución de valores a ambos lados del valor cero y sin un patrón definido. La media de las diferencias totales fue cercana a cero (–5,05). Además, salvo 2 observaciones, las restantes se distribuyeron dentro de los límites de concordancia establecidos (–28,41 y 18,31). De esta forma se constató que las mediciones fueron concordantes y proveen una aproximación válida de los valores existentes dentro de los hogares estudiados.

El dispositivo de muestreo fue instalado en la habitación de mayor permanencia del recién nacido y se situó conforme disposiciones técnicas de altura (1m) y posición (al menos a 50cm de la pared y a 1m de una fuente de emisión contaminante, puerta o ventana). Se consignó el mayor tiempo de permanencia del menor en living/living comedor (51,2%), cocina (23,7%) y dormitorio (23,2%). Cuatro domicilios (1,9%) eran hogares de un solo ambiente. No obstante, por condiciones técnicas y preferencias de la madre los sitios definitivos de instalación fueron: living (50,2%), dormitorio (18,8%) y cocina (29%). Se redujo el muestreo en dormitorios por las molestias que podría generar el ruido emitido por el equipo de medición. En estos casos se optó por el segundo lugar en que el niño pasaba más frecuentemente su tiempo. El día de instalación se aplicó un cuestionario para recopilar información sociodemográfica y ambiental: antecedente de asma familiar (madre, padre o hermano del recién nacido), escolaridad materna, ingreso familiar, tamaño del grupo familiar, características de la vivienda y presencia de mascota, entre otros. Se instó a la madre a realizar las actividades cotidianas con total normalidad durante el día de medición. Luego de 24h se registró información específica del día de monitorización: sistema de calefacción, combustible, ventilación, tabaquismo intradomiciliario y aseo del hogar. Para la ventilación se consignó accesos (puerta, ventana o ambas) y tiempo para ventilar. Además, se registró si los accesos de ventilación eran cercanos o no al lugar de la monitorización.

Procesamiento y análisis de los datos

Se obtuvo el peso (masa) de los filtros usando gravimetría, consistente en establecer la diferencia entre el peso previo y luego de la medición, proceso efectuado por el laboratorio CHESTER Labnet de Oregon, Estados Unidos. A partir de la gravimetría se determinó la concentración de MP2,5 para lo cual se consideró el flujo de aire a través del filtro (l/min) y el tiempo de muestreo (min). Del producto de ambos factores se calculó el volumen en m3 (1m3=1.000l). El tiempo de muestreo se obtuvo de la diferencia entre las horas de inicio y término de la medición. Finalmente, para determinar la concentración se dividió la masa por el volumen, expresándose en microgramos por metro cúbico (μg/m3).

Se desarrolló análisis descriptivo para caracterizar la concentración de MP2,5 calculando medidas de tendencia central y dispersión, conforme el comportamiento distribucional. Como la variable concentración de MP2,5 no se ajustó a la normalidad en la evaluación gráfica ni al aplicar el test Kolmogorov-Smirnov (p<0,001), se presenta mediana y rango intercuartílico (RIC). También se consignan valores mínimo-máximo. Se caracterizó las fuentes de emisión según métodos de calefacción, tabaquismo, tipo de aseo y ventilación. Para comparar la concentración de MP2,5 según las distintas variables se utilizaron las pruebas no paramétricas Mann-Whitney y Kruskal-Wallis estableciendo un nivel de significación con p<0,05. Se analizó mediante el programa Stata v.10.0 (Stata Corporation, TX, EE. UU. 2007).

ResultadosConcentración de material particulado fino

Los valores de MP2,5 oscilaron entre 13,8 y 373,9μg/m3, calculándose una mediana de 107,5μg/m3 (RIC=72,6-145,1). No hubo diferencias significativas entre hogares de Osorno y Valdivia (112,6μg/m3 vs. 106,6μg/m3; p=0,1745). Por sitio de muestreo destacó mayor concentración mediana de MP2,5 en hogares monoambiente y en living/living comedor (tabla 1).

Tabla 1.

Distribución de mediciones por sitios de muestreo y concentración de MP2,5

Lugar de medición  Frecuencia n (%)  Concentración de MP2,5 (μg/m3)
    Media±DE  Mediana  RIC  Min.-máx. 
Cocina  60 (29)  125,3±67,4  108  70,0-151,9  37,6-331,7 
Living-comedor  104 (50,2)  115,7±53,2  112,5  85,4-139,4  30,3-373,9 
Dormitorio  39 (18,8)  105,8±56,7  98  62,7-145,2  13,8-221 
Monoambiente  4 (1,9)  135,0±29,2  142,7  116,1-153,9  93,5-161,1 

DE: desviación estándar; min: mínimo; máx: máximo; RIC: rango intercuartílico.

Según variables sociodemográficas y ambientales (tabla 2) se registró diferencia significativa en las concentraciones medianas según el antecedente de asma familiar, observándose menor concentración en domicilios con algún familiar directo con asma (p=0,0495). Según ingreso económico se observó tendencia a mayor concentración mediana de MP2,5 en hogares con ingreso menor a $178.000 respecto de aquellos con ingreso mayor (113,9 vs. 98,6; p=0,1036). La menor escolaridad materna también mostró una tendencia a mayor concentración de MP2,5 (p=0,0678). No hubo asociación con las variables tamaño del grupo familiar y acceso de mascota al hogar.

Tabla 2.

Concentración de MP2,5 en hogares según antecedentes sociodemográficos y ambientales

VariableFrecuencia  Concentración MP2,5 (μg/m3p
n (%)  Mediana [RIC] 
Escolaridad materna
8 años  32 (15,5)  120,7 [99,6-158,8]  0,0678a 
>8 años  175 (84,5)  105,4 [70,5-142,9]   
Tamaño grupo familiar
3-4  77 (37,2)  108,5 [75,2-152,0]  0,3275b 
5-6  93 (44,9)  103,9 [71,8-134,3]   
7 ó más  37 (18,9)  119,7 [76,7-147,4]   
Ingreso económico mensual ($)
<178.000  135 (65,2)  113,9 [80,4-146,7]  0,1036a 
178.000  72 (34,8)  98,6 [69,8-140,2]   
Acceso de mascota al hogar
Nulo  158 (76,3)  107,6 [70,9-145,1]  0,8287b 
Esporádico  29 (14,0)  107,5 [87,5-140,5]   
Permanente  20 (9,7)  108,8 [66,7-140,0]   
Antecedente asma familiar
Sí  21 (10,1)  94,1 [62,7-120,7]  0,0495a,* 
No  186 (89,9)  109,3 [76,7-146,4]   

RIC: rango intercuartílico.

a

Test de Mann-Whitney.

b

Test Kruskal-Wallis.

*

Diferencia estadísticamente significativa p<0,05.

Fuentes de emisión contaminante

En 193 hogares (93,2%) se utilizó calefacción usando diferentes combustibles: 158 (81,9%) leña, 13 (6,7%) leña más otro combustible (6 gas, 3 parafina, 3 electricidad y uno carbón), 11 gas, uno parafina, 3 electricidad y 3 carbón (brasero). En un hogar se empleó calefacción central. De esta forma el uso de leña totalizó 82,6% (171/207), empleándose un artefacto único en 87,7% (150/171) y 2 en 12,3% (21/171). La cocina a leña fue el artefacto más utilizado, con un tiempo medio de uso de 11h (tabla 3).

Tabla 3.

Sistema de calefacción por frecuencia y tiempo de uso durante el día de medición

  Artefacto  Usuarios  Horas de uso
    n (%)  Media ±DE  Mediana (mín-máx) 
LeñaCocina a leña  120 (58)  11±3,6  12 (1,5 -23) 
Estufa de combustión lenta  48 (23,2)  13,1±5,9  13 (1,5-24) 
Chimenea  1 (0,5)  6,5*  6,5* 
Salamandra  23 (11,1)  10,7±3,8  10 (2-17) 
Otro combustibleBrasero  4 (1,9)  3,6±4,4  1,8 (0,75-10) 
Estufa a parafina  4 (1,9)  7,5±7,7  6 (0,5-17,5) 
Estufa a gas  17 (8,2)  4,6±3,6  4 (1-14,5) 
Calentador eléctrico  9 (4,3)  5,9±4,3  6 (1-13) 

DE: desviación estándar; máx: máximo; min: mínimo.

*

Se muestra un único valor sin DE ni valor min-máx por tratarse de una observación única.

Para evaluar la concentración de MP2,5 se consideró el artefacto y, por ende, el combustible utilizado en el mismo sitio o en el lugar más próximo al sistema de monitorización. Los hogares sin uso de artefactos de calefacción evidenciaron menor concentración mediana de MP2,5 (58,6μg/m3). En tanto, en los domicilios que utilizaron leña, parafina y electricidad fue similar: 112,6, 112,5 y 114,9μg/m3, respectivamente. Los niveles más elevados ocurrieron en hogares donde se empleó carbón (mediana=162,9μg/m3; fig. 1). Dado que la leña fue el combustible más usado, se analizó por separado el nivel de contaminación según el tipo de artefacto de combustión de leña (fig. 2). En este caso, se analizaron 158 casos en que el elemento de calefacción más próximo al dispositivo de monitorización fue un artefacto de combustión de leña (se excluyó el caso que usó chimenea). Destacó una concentración mediana de MP2,5 significativamente menor (p=0,0164) en hogares que utilizaron estufa de combustión completa (98,2μg/m3) respecto de aquellos que emplearon cocina a leña (112,6μg/m3) o salamandra (140,6μg/m3).

Figura 1.

Concentración de MP2,5 según tipo de combustible.

(0.11MB).
Figura 2.

Concentración de MP2,5 según tipo de artefacto de combustión a leña.

*Test Kruskal-Wallis: p=0,0164.

(0.09MB).

Por otro lado, se registró 18 hogares (8,7%) con consumo de tabaco intradomiciliario. En estos casos el consumo intramuros osciló entre uno y 12 cigarrillos, pero en su mayoría (88,9%) fue menor de 5. La concentración mediana de MP2,5 no mostró diferencias significativas entre hogares donde se fumó y los que no (102,5μg/m3 vs. 108,6μg/m3; p=0,9786).

En relación con el aseo del piso, se constató que en el 49,8% (107/207) de los domicilios se efectuó barrido, en el 33,3% aspirado y en el 16,9% se utilizó paño húmedo. La concentración mediana de MP2,5 según esta condición fue respectivamente: 113,9, 103 y 99,6μg/m3, diferencias que si bien mostraron una tendencia no fueron estadísticamente significativas (p=0,1004).

Respecto de la ventilación 152 hogares (73,4%) abrieron accesos para ventilar, 77% (117/152) ventana, 13,8% puerta y 9,2% ambas. En relación con el lugar de monitorización se reportó 84 casos (55,3%) en que se ventiló. El periodo de ventilación medio (±DE) fue 1,5h ±2,8 (mediana=1; RIC=0,5-1,5). Se observó diferencias en la concentración mediana de MP2,5 según la condición de ventilación, siendo mayor en lugares donde se ventiló (120,6μg/m3; RIC=93,8-157,2 vs. 99,1μg/m3; RIC=68,4-130,5; p=0,0039). Las concentraciones de MP2,5 según condición de ventilación y consumo de cigarrillo evidenciaron que aquellos hogares en que no se fumó y tampoco se ventiló (n=110) tuvieron niveles significativamente más bajos que en los que no se fumó pero sí se ventiló (n=79), (99,2μg/m3; RIC=68,4-130,5 vs. 119,8μg/m3; RIC=90,7-160,3; p=0,0077). En tanto, entre los hogares en que hubo consumo de cigarrillo no se detectaron diferencias significativas por condición de ventilación (p=0,3490).

Discusión

Se detectó elevada concentración de MP2,5 en hogares de Osorno y Valdivia, probablemente como consecuencia de los métodos de calefacción utilizados y el comportamiento de ventilación; se observó también gran variabilidad, pero sin diferencias entre domicilios de ambas ciudades.

La concentración mediana observada (107,5μg/m3) fue mayor a lo reportado en Santiago (61μg/m3; rango=13,7-204,3)11. En departamentos con distintos métodos de calefacción, las concentraciones oscilaron entre 10 y 100μg/m3, observándose las más bajas donde se usó calentador eléctrico o calefacción centralizada (media=42,1μg/m3), y las mayores donde emplearon gas natural (49,5μg/m3), gas licuado de petróleo (61,3μg/m3) y parafina (86,3μg/m3)31. En 129 domicilios de Leipzig, Alemania, se detectó una concentración mediana de MP2,5 de 76μg/m3 (RIC=16-119), siendo preferente el uso de gas (34,9%) y electricidad (12,4%) e inusual el uso de aceite y carbón (<5%)5. En Dinamarca mediciones efectuadas en dormitorios de lactantes determinaron una baja concentración mediana de MP2,5 (13μg/m3)32.

El alto consumo residencial de leña (90,8%) fue similar al 89,9% encontrado en 2005 y 2006 en población equivalente, siendo empleado como combustible exclusivo en 64,2% de los casos28. El principal artefacto para la combustión de leña fue la cocina (63,8%) y la estufa de combustión completa (27,5%), mostrando diferencias respecto de 1991 en que en Valdivia se utilizaba preferentemente cocina y salamandra que en conjunto totalizaban 80% de las preferencias27. La eficiencia de los equipos de combustión usados a nivel residencial fluctúa entre el 15% y 65%, siendo 42% la media nacional de uso residencial urbano de leña33. Esto es fundamental, dado que las cocinas a leña son las que presentan tecnología obsoleta, originando mayores emisiones al interior y a la atmósfera. En este sentido se ha comprobado que la optimización de los sistemas de combustión de leña, su mantención y funcionalidad mejora ostensiblemente la calidad de aire interior, reduciendo un 73% la concentración de MP2,534. Similarmente el reemplazo de sistemas y artefactos de calefacción por otros nuevos y certificados reduce las concentraciones de MP2,5 entre un 36% y un 71%35,36. Esto evidencia que los niveles de partículas finas al utilizar combustibles sólidos como leña alcanzan concentraciones superiores a otros combustibles. No obstante, en este trabajo los valores medianos de MP2,5 cuando se usó gas, parafina e incluso electricidad fueron superiores a 110μg/m3, sugiriendo la influencia de otros factores, como la ventilación. Cabe mencionar que los dispositivos eléctricos reportados en el estudio eran, salvo uno, termoventiladores, por lo que es probable que la circulación de aire generada por el dispositivo determinara mayor suspensión de partículas que las esperadas.

El consumo de cigarrillo intramuros no demostró efecto sobre la concentración de MP2,5, discrepando con hallazgos de otros estudios. En Finlandia y Holanda la concentración mediana de MP2,5 fue significativamente mayor en hogares con humo de tabaco ambiental: 23,6 vs. 9,1μg/m3 y 91,4 vs. 12,3μg/m3, respectivamente37. Otros estudios han estimado incrementos entre 26 y 37μg/m3 en hogares donde se fuma38,39. Similarmente, el consumo de tabaco interior fue asociado a mayor concentración de MP2,5 en las habitaciones de lactantes, estimándose un incremento de 2,8 veces en su concentración en hogares con fumadores32. En este trabajo se observó baja frecuencia (8,7%) e intensidad de consumo de tabaco intradomiciliario, de forma que la falta de asociación encontrada puede estar determinada por un bajo poder para encontrar dicha relación o por competencia del humo de leña. Adicionalmente, es posible que producto de la deseabilidad social, el reporte de consumo haya sido menor al real.

La concentración de MP2,5 se relacionó también con el tipo de aseo y la ventilación del hogar. Coherente con lo esperado, el tipo de aseo del hogar sugiere mayor concentración de MP2,5 cuando se realiza barrido o aspirado de la vivienda, comparado con utilización de paño húmedo. Otros estudios han aportado resultados no completamente consistentes, pero reportando en general un efecto generador de MP del aspirado y sobre todo del barrido32,37–40. Se destaca un incremento de 2,3μg/m3 en la concentración de MP2,5 interior por cada evento de barrido39. Por su parte, el estudio de Dinamarca encontró concentración de MP2,5 significativamente mayor cuando se ejecutó aspiración, no observándose relación con sacudir el polvo o barrer32. La diferencia observada en este trabajo entre niveles de MP2,5 de hogares que usaron aspiración y paño húmedo sugiere que emisiones de partículas o resuspensión de ellas pueden generarse por el propio motor de la aspiradora, por liberación de partículas desde el piso o alfombra y por ineficiente filtrado del equipo y de la bolsa de recolección. Se postula que el uso de aspiradora genera disturbio en el MP depositado en las superficies, y aunque la fracción más gruesa puede ser atrapada por el filtro del equipo, el MP2,5 puede ser resuspendido en el aire32.

En relación con la ventilación los hallazgos contrastan con estudios que reportan menor concentración de MP2,5 en lugares donde se ventila. Se observan diferencias estacionales vinculadas con ventilar y la concentración de MP2,5. Específicamente se constata que abrir ventanas durante el verano reduce la concentración de MP, mientras en invierno aumenta32. Abrir ventanas se ha asociado con menor concentración de MP interior, siendo un efecto significativo para MP2,5 pero no para MP10. Se reporta que por cada ventana abierta sobre 10min/d se reduce en promedio 0,88μg/m3 (p=0,02) la concentración del contaminante39. Respecto de la ventilación y consumo de cigarrillo intramuros se ha registrado que abrir ventanas por periodos de 10h/d se asocia con una reducción del 15% en la concentración de MP2,5 en viviendas con fumadores, pero con incremento de 4% en hogares sin fumadores32. Similarmente, se describe una reducción de MP en hogares donde se fuma a razón de 0,9μg/m3 por cada hora de abertura38. Adicionalmente, se ha comprobado que aun cuando las ventanas permanecen cerradas, la proximidad a calles de alto tráfico determina mayor concentración de MP. Si bien se detectan diferencias significativas solo para las concentraciones medianas de MP1,0 (46,5 vs. 29μg/m3; p=0,0413), también hay una tendencia a mayor concentración de MP2,5 (46 vs. 29μg/m3)5. Esto demuestra la capacidad de infiltración de las partículas, en especial las más pequeñas, aunque los accesos permanezcan cerrados. En este trabajo se observó que los hogares en que se ventiló tuvieron mayor concentración de MP2,5. La observación en el trabajo de campo permite postular como explicación la emisión directa de contaminantes desde cañones que coincidían con accesos de ventilación.

Por último, la asociación observada de menor concentración de MP2,5 en hogares con un miembro familiar con asma, estaría condicionado por mayor conocimiento y mejor cuidado del ambiente, incluyendo menor consumo de cigarrillo y uso de métodos de calefacción menos contaminante, entre otros.

Entre las limitaciones de este estudio destaca la medición única de la concentración de MP2,5, impidiendo considerarla como valor constante. Por otro lado, el análisis gravimétrico de concentración de MP2,5 acumulada de 24h, a diferencia de mediciones en tiempo real, no permite identificar valores límites de concentración. La medición estacionaria en el lugar de mayor permanencia del niño no necesariamente determina el lugar de mayor exposición. Por último, la falta de medición de contaminación exterior no ha permitido un análisis ajustado ponderando su potencial efecto en los niveles de MP interior.

No obstante, aun con las limitaciones comentadas, este estudio es pionero en evaluar los niveles de exposición a MP2,5 intradomiciliarios de recién nacidos de ciudades del Sur de Chile, y ha descrito variados factores que se asocian con su concentración y con la calidad de aire de interior. Se caracterizó por fuentes de emisión contaminante, enfatizando en métodos de calefacción, aspecto relevante en el contexto del estudio. Desde el punto de vista de la evaluación de la exposición, los métodos empleados permiten considerar las mediciones como válidas considerando aspectos técnicos como equipos de muestreo, calibración, preparación y análisis de los filtros. Por otro lado, las condiciones climatológicas estables en las ciudades estudiadas y la homogeneidad en las condiciones socioeconómicas, permiten suponer que comportamientos al interior de los hogares (actividad, hacinamiento, uso de calefacción) no varíen significativamente durante el periodo otoño-invernal.

Responsabilidades éticasProtección de personas y animales

Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos

Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado

Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

Financiación

Proyecto FOGARTY/NIH TW005746.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Referencias
[1]
A.G. Barnett, G.M. Williams, J. Schwartz, et al.
Air pollution and child respiratory health: A case-crossover study in Australia and New Zealand.
Am J Respir Crit Care Med, 171 (2005), pp. 1272-1278
[2]
World Health Organization.
Health aspects of air pollution: Results from the WHO project “Systematic review of health aspects of air pollution in Europe”.
World Health Organization, (2004),
[3]
T.J. Woodruff, J.D. Parker, K.C. Schoendorf.
Fine particulate matter (PM2.5) air pollution and selected causes of postneonatal infant mortality in California.
Environ Health Perspect, 114 (2006), pp. 786-790
[4]
P.J. Franklin.
Indoor air quality and respiratory health of children.
Paediatr Respir Rev, 8 (2007), pp. 281-286
[5]
U. Franck, O. Herbarth, S. Roder, et al.
Respiratory effects of indoor particles in young children are size dependent.
Sci Total Environ, 409 (2011), pp. 1621-1631
[6]
M. Adonis, D. Cáceres, G. Moreno, et al.
Contaminación del aire en espacios interiores.
Ambiente y Desarrollo, (1995), pp. 79-89
[7]
D. Cáceres, M. Adonis, C. Retamal, et al.
Contaminación intradomiciliaria en un sector de extrema pobreza de la comuna de La Pintana.
Rev Med Chil, 129 (2001), pp. 33-42
[8]
L. Gil, D. Cáceres, M. Adonis.
Influence of atmospheric air pollution on indoor air quality: Comparison of chemical pollutants and mutagenicity levels in Santiago (Chile).
Indoor Built Environ, 6 (1997), pp. 320-330
[9]
P. Pino, M. Oyarzun, T. Walter, et al.
Contaminación aérea intradomiciliaria en el área sur-oriente de Santiago.
Rev Med Chil, 126 (1998), pp. 367-374
[10]
M. Ilabaca, I. Olaeta, E. Campos, et al.
Association between levels of fine particulate and emergency visits for pneumonia and other respiratory illnesses among children in Santiago, Chile.
J Air Waste Manag Assoc, 49 (1999), pp. 154-163
[11]
L. Rojas-Bracho, H.H. Suh, P. Oyola, et al.
Measurements of children's exposures to particles and nitrogen dioxide in Santiago, Chile.
Sci Total Environ, 287 (2002), pp. 249-264
[12]
P. Koutrakis, S.N. Sax, J.A. Sarnat, et al.
Analysis of PM10, PM2.5, and PM2.5-10 concentrations in Santiago, Chile, from 1989 to 2001.
J Air Waste Manag Assoc, 55 (2005), pp. 342-351
[13]
M.J. Prieto, P. Mancilla, P. Astudillo, et al.
Exceso de morbilidad respiratoria en niños y adultos mayores en una comuna de Santiago con alta contaminación atmosférica por partículas.
Rev Med Chil, 135 (2007), pp. 221-228
[14]
J. Sánchez, I. Romieu, S. Ruiz, et al.
Efectos agudos de las partículas respirables y del dióxido de azufre sobre la salud respiratoria en niños del área industrial de Puchuncavi, Chile.
Rev Panam Salud Publica, 6 (1999), pp. 384-391
[15]
J.E. Célis, R.G. Flocchini, O.F. Carvacho, et al.
Analysis of aerosol particles and coarse particulate matter concentrations in Chillan, Chile, 2001-2003.
J Air Waste Manag Assoc, 56 (2006), pp. 152-158
[16]
J. Célis, J. Morales, C. Zaror, et al.
Contaminación del aire atmosférico por material particulado en una ciudad intermedia: el caso de Chillán (Chile).
Inf Tecnol, 18 (2007), pp. 49-58
[17]
L. Gil, D. Cáceres, L. Quiñones, et al.
Contaminación del aire en espacios exteriores e interiores en la ciudad de Temuco.
Ambiente y Desarrollo, 13 (1997), pp. 70-78
[18]
P. Sanhueza, C. Vargas, P. Mellado.
Impacto de la contaminación del aire por PM10 sobre la mortalidad diaria en Temuco, Chile.
Rev Med Chil, 134 (2006), pp. 754-761
[19]
Ministerio del Medio Ambiente. Establece norma primaria de calidad ambiental para material particulado fino respirable MP 2,5. Diario Oficial de la República de Chile, 9 de mayo de 2011;I-24-I-27.
[20]
N. Bruce, R. Perez-Padilla, R. Albalak.
Indoor air pollution in developing countries: A major environmental and public health challenge.
Bull World Health Organ, 78 (2000), pp. 1078-1092
[21]
W.R. Ott, J.W. Roberts.
Everyday exposure to toxic pollutants.
Sci Am, 278 (1998), pp. 86-91
[22]
M. Strand, S. Vedal, C. Rodes, et al.
Estimating effects of ambient PM(2.5) exposure on health using PM(2.5) component measurements and regression calibration.
J Expo Sci Environ Epidemiol, 16 (2006), pp. 30-38
[23]
Brinkman S, Gialamas A, Jones L, Maynard E. Child activity patterns for environmental exposure assessment in the home. 1999. [consultado 18 Ene 2015]. Disponible en: http://www.nphp.gov.au/enhealth/council/pubs/pdf/childactivity.pdf
[24]
S.E. Graham, T. McCurdy.
Developing meaningful cohorts for human exposure models.
J Expo Anal Environ Epidemiol, 14 (2004), pp. 23-43
[25]
World Health Organization. Household air pollution and health. World Health Organization 2014. [consultado 11 Abr 2015]. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs292/en/
[26]
A. Gómez-Lobo.
El consumo de leña en el sur de Chile: ¿por qué nos debe preocupar y qué se puede hacer?.
Ambiente y Desarrollo, 21 (2005), pp. 43-47
[27]
R. Murúa, J.C. Miranda, C. Ramírez.
Necesidad de una política de “bosques para leña”.
Ambiente y Desarrollo, (1993), pp. 75-80
[28]
R.M. Barría, M. Calvo.
Factores asociados a infecciones respiratorias dentro de los tres primeros meses de vida.
Rev Chil Pediatr, 79 (2008), pp. 281-289
[29]
J.M. Bland, D.G. Altman.
Comparing methods of measurement: Why plotting difference against standard method is misleading.
Lancet, 346 (1995), pp. 1085-1087
[30]
J.M. Bland, D.G. Altman.
Statistical methods for assessing agreement between two methods of clinical measurement.
Lancet, 1 (1986), pp. 307-310
[31]
P.A. Ruiz, C. Toro, J. Caceres, et al.
Effect of gas and kerosene space heaters on indoor air quality: a study in homes of Santiago, Chile.
J Air Waste Manag Assoc, 60 (2010), pp. 98-108
[32]
O. Raaschou-Nielsen, M. Sorensen, O. Hertel, et al.
Predictors of indoor fine particulate matter in infants’ bedrooms in Denmark.
Environ Res, 111 (2011), pp. 87-93
[33]
R. Reyes, A. Venegas.
Lineamientos para una política dendroenergética. Estado del arte, objetivos y propuestas.
Corporación de Certificación de Leña, (2009),
[34]
M.L. Clark, S.J. Reynolds, J.B. Burch, et al.
Indoor air pollution, cookstove quality, and housing characteristics in two Honduran communities.
Environ Res, 110 (2010), pp. 12-18
[35]
T. Ward, J. Boulafentis, J. Simpson, et al.
Lessons learned from a woodstove changeout on the Nez Perce Reservation.
Sci Total Environ, 409 (2011), pp. 664-670
[36]
T. Ward, C. Palmer, M. Bergauff, et al.
Results of a residential indoor PM2.5 sampling program before and after a woodstove changeout.
Indoor Air, 18 (2008), pp. 408-415
[37]
T. Lanki, A. Ahokas, S. Alm, et al.
Determinants of personal and indoor PM2.5 and absorbance among elderly subjects with coronary heart disease.
J Expo Sci Environ Epidemiol, 17 (2007), pp. 124-133
[38]
L.A. Wallace, H. Mitchell, G.T. O’Connor, et al.
Particle concentrations in inner-city homes of children with asthma: the effect of smoking, cooking, and outdoor pollution.
Environ Health Perspect, 111 (2003), pp. 1265-1272
[39]
M.C. McCormack, P.N. Breysse, N.N. Hansel, et al.
Common household activities are associated with elevated particulate matter concentrations in bedrooms of inner-city Baltimore pre-school children.
Environ Res, 106 (2008), pp. 148-155
[40]
R.L. Corsi, J.A. Siegel, C. Chiang.
Particle resuspension during the use of vacuum cleaners on residential carpet.
J Occup Environ Hyg, 5 (2008), pp. 232-238

Tercer lugar en el Premio Dr. Alfredo Commentz Loeffler, categoría general, 52 Congreso Chileno de Pediatría.

Copyright © 2016. Sociedad Chilena de Pediatría
Descargar PDF
Opciones de artículo