Introducción
La complejidad creciente de los sistemas sanitarios, y por ende de la práctica clínica, ha pasado de abordajes simples, poco efectivos y relativamente seguros a un panorama actual donde la asistencia es muy complicada, efectiva, pero potencialmente peligrosa1.
En el ámbito español, en 2005 se llevó a cabo el Estudio nacional sobre los efectos adversos ligados a la hospitalización (ENEAS)2 con el apoyo del Ministerio de Sanidad y Consumo. Los resultados de este estudio establecieron que la incidencia de pacientes con efectos adversos relacionados con la asistencia sanitaria en hospitales fue del 8,4 %.
Del análisis del estudio anterior se pueden extraer diversas conclusiones. La primera, es que estamos ante un problema importante, de gran calado y que requiere un gran esfuerzo para identificar qué abordajes son los más seguros, aplicarlos cuando verdaderamente se precisen, de manera correcta y sin errores. La segunda gran conclusión es que, aunque la reducción de efectos adversos requiere un abordaje desde las organizaciones y multidisciplinario, los profesionales de enfermería, dados los tipos de efectos adversos evitables (errores en la medicación, lesiones por presión, flebitis, falta de información del paciente, infecciones nosocomiales, etc.), desempeñan un papel importante en los resultados de salud que se obtienen de la asistencia sanitaria, y por tanto están muy implicados en la seguridad del paciente3.
La utilización de abreviaturas, acrónimos y símbolos no estandarizados en la prescripción médica y hoja de administración de medicamentos para indicar el medicamento o expresar la dosis, la vía y la frecuencia de administración es una causa conocida de errores de medicación4. El uso de abreviaturas es práctica generalizada entre los profesionales sanitarios, especialmente en el ámbito hospitalario. El Instituto para el Uso Seguro del Medicamento ha publicado recomendaciones específicas para evitar errores en el circuito de utilización de los medicamentos, e insiste en la necesidad de evitar el uso de abreviaturas y símbolos para indicar los nombres de los medicamentos y las expresiones de dosis, tanto en la prescripciones médicas, como en otros documentos empleados por los profesionales en el circuito de utilización de los medicamentos, aunque ello exija más tiempo y esfuerzo5,6.
El presente estudio analiza las abreviaturas, la simbología y las expresiones realizadas por los profesionales de enfermería.
Objetivos
Conocer el uso de las abreviaturas y los símbolos utilizados en la hoja de administración de medicamentos, planes de cuidado estandarizados, y si es objetivo el seguimiento del paciente en la hoja de observaciones de enfermería.
Metodología
Estudio descriptivo transversal, cuya muestra aleatoria es de 100 pacientes ingresados en la Unidad de Neurología, con estancias superiores a 3 días entre noviembre de 2009 y marzo de 2010.
Variables cualitativas
Abreviaturas, símbolos y expresiones no objetivas.
Fuente de datos
Hoja de administración de medicamentos, planes de cuidados estandarizados, observaciones de enfermería.
De las fuentes de datos se recogen los diferentes símbolos y su significado, las diferentes abreviaturas, su significado y si se utiliza diferente abreviatura para un mismo significado, así como si es objetiva la información de seguimiento del paciente en las anotaciones del curso clínico de enfermería.
Análisis estadístico
Excel 2007.
Resultados
Abreviaturas
— Hoja de administración de medicamentos: 43 diferentes, con una media de 5,8 (tablas 1 y 2).
— Planes de cuidados: no se han encontrado abreviaturas no estandarizadas.
Símbolos
— Hoja de administración de medicamentos: 11 símbolos diferentes, media de 0,8 (tabla 3).
— Hoja de observaciones del servicio de enfermería: se encuentran expresiones que no aportan objetividad y, por tanto, no dan información relevante de la evolución del paciente, la interpretación puede variar en función de quien las lea.
Sin incidencias, precisa media ampolla de cloruro mórfico; sin incidencias, precisa media dolantina; va a su hospital de referencia; impaciente; no es alta; herida mejor; orinó; mucha tos; orina abundante; tomó algo; ligeramente desorientado.
Conclusiones
La abreviatura "U" no se debe utilizar para indicar "unidades". La confusión de esta abreviatura con los números "0" o "4" ha ocasionado errores graves, e incluso mortales por sobredosificación, al multiplicar la dosis por 10 o más5,7,8.
Otra abreviatura que puede dar lugar a errores de medicación graves es "mg", por el riesgo de confusión con "mg", lo que supone multiplicar la dosis por 1.000.
Respecto a la frecuencia de administración, el uso de la "d" ha ocasionado errores de medicación, ya que se puede interpretar como "dosis" o como "día".
Es importante también prestar atención a algunas abreviaturas utilizadas para indicar la vía de administración. Por ejemplo, "SC" (subcutáneo) se ha interpretado como "SL" (sublingual), e "IN" (intranasal) como "IM" (intramuscular) o "IV" (intravenoso).
Otros problemas similares se plantean con algunos símbolos que se pueden utilizar. Una mala caligrafía o una copia de mala calidad de la prescripción médica u hoja de administración de medicamentos pueden favorecer confusiones e interpretar, por ejemplo, el símbolo "+" (más) como un "4". Algunos símbolos pueden tener más de una interpretación por profesionales no habituados a su uso.
Así, el símbolo "×" se suele usar para indicar "durante" o "por", pero se ha utilizado también para indicar "cada".
El uso de la fórmula química puede dar lugar a confusiones. Ejemplo de ello sería la confusión entre ClNa (cloruro sódico) y ClK (cloruro potásico)9.
Sería necesario estandarizar las abreviaturas y los símbolos que se utilizan en la institución y establecer los que no se puedan utilizar, siguiendo las recomendaciones de los organismos internacionales en seguridad de pacientes.
Asimismo, es importante sensibilizar a todos los profesionales que manejan los medicamentos sobre este problema potencial, ya que afecta a todos los procesos del sistema de utilización de los medicamentos. Por ello, se aconseja que la limitación del uso de las abreviaturas y símbolos se aplique a todos los documentos que se manejen en el centro, tanto manuscrito como generado a través de medios electrónicos, como protocolos de tratamiento, prescripciones preimpresas, hojas de administración de enfermería, etiquetas de cajetines de medicación, etiquetas de mezclas intravenosas, etc.6,10,11.
Las generalizaciones usadas en las hojas de observaciones de enfermería donde se realiza el seguimiento del paciente en cada turno, reflejan poca concreción de la atención prestada. No se pueden clasificar como información objetiva, ya que no están apoyadas en datos concretos, su posible justificación es la sobrecarga de trabajo de enfermería.
*Premio Póster Comité Científico. XVII Reunión Anual SEDENE. Noviembre 2010. Barcelona.
*Autor para correspondencia.
Correo electrónico:rgablanedo@gmail.com (R. González Ablanedo).