En el artículo «Ensayo clínico cruzado y aleatorizado para comparar 2 modelos farmacocinéticos de propofol usando índices de entropía»1, aparecido en la revista en el número de julio-septiembre de 2016, siendo una idea interesante y novedosa, me parece que se comete un gran error en el diseño clínico del estudio que hace totalmente inválidos los resultados, y es el hecho de colocar un bolo de propofol de 1mg por kg de peso para colocar la máscara laríngea, esto después de haber iniciado la infusión, lo que hace que la concentración objetivo que se ha asignado a la bomba no sea la real, ya que la bomba de infusión «ignora» la colocación de este bolo; en la modalidad TCI, manejada por bombas de infusión inteligentes, ellas son las que colocan los bolos cuando son necesarios, es decir, cuando el anestesiólogo inicia la infusión o cuando aumenta la concentración objetivo2; si se quería mayor profundidad anestésica, se debería haber aumentado la concentración objetivo en vez de colocar un bolo en forma manual. Además, siendo cada paciente su propio control, ese mismo bolo hace que haya diferencias en las concentraciones de propofol en cada uno de los periodos, ya que en la segunda fase de cada paciente no se coloca este bolo. Por otro lado, aunque el trabajo estadístico realizado por los autores avala que se logren resultados con solo 14pacientes, el hecho de que la anestesia general haya sido apoyada por un bloqueo de nervio periférico que puede no tener los mismos resultados en todos los pacientes da un sesgo importante en este estudio, como lo menciona el Doctor Rosero en su editorial3.
FinanciamientoEl autor no recibió ningún tipo de patrocinio para llevar a cabo este artículo.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener conflicto de intereses.