El gum elastic bougie o estilete de Eschmann es una herramienta diseñada para guiar la intubación endotraqueal, subutilizada en nuestro medio a pesar de la información científica que sustenta su gran utilidad en casos de intubación difícil. Este reporte de caso describe el uso clínico de un dispositivo sencillo y práctico, poco utilizado en nuestro medio, especialmente en pacientes que presentan una vía aérea difícil.
Hallazgos clínicosSe presenta el caso de una paciente de 63 años con antecedente de artritis reumatoidea y diagnóstico de abscesos en el codo y la región glútea, quien requirió drenaje quirúrgico. Luego de la inducción de la anestesia general, al intentar practicar la laringoscopia con laringoscopio convencional, no fue posible visualizar ninguna estructura laríngea (Cormack IV). Con la ayuda del bougie se logró practicar la intubación traqueal al primer intento.
TratamientoEl bougie es una herramienta de gran utilidad en casos de intubación difícil, en servicios de anestesiología, cuidados intensivos o urgencias, pero su uso aún no se ha generalizado en nuestro medio.
ConclusiónEl bougie o estilete táctil es un dispositivo económico, de fácil manejo y útil como primera elección en el manejo de la vía aérea difícil anticipada y no anticipada.
The gum elastic bougie or Eschmann stylet is a tool designed to guid intratracheal intubation that is under-used in our context despite the scientific information that confirms its high usefulness in cases of difficult intubation. This case report describes the clinical use of a simple and practical device that is little used on our context, especially in patients with difficult airways.
Clinical findingsThe case presented is that of a 63-year-old female patient with a background of rheumatoid arthritis and diagnosed with abcesses in the elbow and gluteal region requiring surgical drainage. After the induction of general anesthesia, when laryngoscopy with a conventional laryngoscope was attempted, it was impossible to observe any laryngeal structure (Cormack IV). With the help of the bougie, it was possible to conduct the tracheal intubation on the first attempt.
TreatmentThe bougie is a highly useful tool in cases of difficult intubation in anesthesiology services and intensive or emergency care units. However, its use is still not widespread in our context.
ConclusionThe bougie or “tactile stylet” is a low-cost, easy-to-use device that is useful as a first choice in the management of anticipated and unanticipated difficult airways.
Paciente mujer de 63 años, 49kg, con antecedente de artritis reumatoide y osteoporosis, con múltiples tratamientos modificadores de la enfermedad, corticoides y medicamento biológico. En seguimiento por reumatologÃa; se realizó radiografÃa de columna cervical con evidencia de subluxación de C1-C2 y C2-C3 (fig. 1). Cursa con cuadro de osteomielitis crónica de codos y pelvis, por lo que debió ser llevada a procedimiento quirúrgico consistente en lavado quirúrgico más desbridamiento de codo izquierdo y drenaje de absceso glúteo.
En la valoración preanestésica se observaron como hallazgos de importancia una apertura oral disminuida (2,5cm), una distancia tiromentoniana de 5cm, limitación severa para la extensión cervical y 2 estructuras dentales inestables en el maxilar inferior. La paciente ingresó en la sala de cirugÃa estable hemodinámicamente, PA 125/85mmHg, FC 78lpm, FR14, SpO295% FiO20,21. Previa confirmación de ayuno preoperatorio, consentimiento informado firmado, monitorización no invasiva, se realizó inducción con propofol 70mg IV, fentanilo 100mg IV, rocuronio 2,5mg IV seguido de succinilcolina 100mg IV. Se realizó laringoscopia con dificultad importante, dada la limitación a la apertura oral, y sin extender el cuello. No se visualizaron estructuras larÃngeas (Cormack IV), por lo que se decidió realizar inserción de bougie, manteniendo con el laringoscopio las estructuras orofarÃngeas desplazadas hacia adelante; se deslizó la punta flexible angulada hacia arriba y se evidenció una sensación de contacto del dispositivo con la carina, una vez se hubo avanzado 25cm aproximadamente. No se tuvo sensación táctil de los cartÃlagos traqueales. Se procedió a introducir el tubo traqueal n.° 7 a través del mismo, retirando luego el bougie. Se conectó a la máquina de anestesia y se comprobó la ventilación pulmonar simétrica, se fijó el tubo traqueal. Se ajustaron los parámetros ventilatorios. Se administró anestesia general balanceada. La posición de la paciente durante el procedimiento quirúrgico fue en decúbito prono. Se extubó a la paciente despierta. No se presentaron complicaciones. Durante postoperatorio inmediato la paciente negó dolor farÃngeo, disfonÃa o sangrado a este nivel.
DiscusiónEl gum elastic bougie, o introductor endotraqueal de Eschmann, es un dispositivo utilizado de rescate en los casos de vÃa aérea difÃcil, especialmente anticipada1. Su importancia va desde salas de cirugÃa como instrumento de los anestesiólogos, hasta el departamento de emergencias, donde llegó a convertirse en una herramienta vital. Pese a su nombre, el gum elastic bougie no es de goma ni elástico, ni tampoco es una bujÃa (para dilatar la tráquea), por lo cual los autores consideran que el término que mejor se ajusta a las caracterÃsticas de su manejo es el de «estilete táctil», por cuanto al tomarlo entre los dedos Ãndice y pulgar de la mano derecha se tiene la sensación táctil de los cartÃlagos de la tráquea, y al avanzarlo más allá de 20cm el extremo distal se tropieza con la carina, como se ha descrito previamente2–4 (fig. 2).
La incorporación del bougie a la anestesiologÃa fue gracias a Sir Robert Macintosh (1949), a quien se le atribuye el crédito de utilizarlo como una guÃa de intubación traqueal; Duckworth fue quien le dio el nombre de estilete y Paul Venn (1973) quien lo introdujo a la práctica clÃnica. Este último fungÃa como asesor en anestesia de Eschmann Brothers & Walsh Ltd., y fue quien le introdujo modificaciones: una curvatura de 35° en su extremo distal, una longitud de 60cm, un diámetro de 5mm, y construido en 2 capas, la interna de poliéster y el revestimiento externo de resina, de esta forma se conseguÃa dureza (semirrigidez), pero también flexibilidad para que pudiera comportarse como un verdadero introductor en la tráquea con mÃnimo riesgo de lesionar los tejidos blandos5,6.
En 2014, en un editorial de Anaesthesia titulado El humilde bougie… 40 años y aún sigue vigente7, Rai refiere que es el dispositivo más ampliamente usado en el Reino Unido para condiciones de intubación difÃcil y está disponible en más de 90% de los carros de vÃa aérea difÃcil. El bougie es un recurso prioritario en el «plan A» de las guÃas para el manejo de intubación difÃcil no anticipada de la Sociedad de VÃa Aérea DifÃcil8.
En varios estudios y revisiones de algoritmos sobre el manejo de la vÃa aérea y la intubación de Australia, Estados Unidos de América, Singapur y Francia se describe al bougie como el dispositivo para el manejo de la vÃa aérea difÃcil más comúnmente usado, de mayor utilidad y más efectivo9–12.
Los reportes sobre el uso del bougie, aun en médicos no anestesiólogos, evidencian altas tasas de éxito, del 89% en el primer intento y aumenta a 94-100% en el segundo intento13,14; las complicaciones son raras y se han asociado principalmente al uso incorrecto del dispositivo15,16. El bougie también ha sido incorporado en vÃdeo laringoscopio como el diseño europeo CoPilot VL, que tiene un puerto donde se desliza el bougie para facilitar la intubación traqueal17.
La experiencia de este dispositivo en latinoamérica es mÃnima en comparación con el uso en Europa, y especialmente en el Reino Unido, no solo para pacientes que presentan condiciones de vÃa aérea difÃcil (cuando no hay visibilidad de las cuerdas vocales, Cormack III-IV), sino también porque se reporta disminución en la incidencia de intubación fallida y de cricotiroidotomÃa18–20. Llama la atención que en paÃses más desarrollados, como el Reino Unido, el uso del bougie esté tan generalizado entre los anestesiólogos, y en paÃses de bajos recursos económicos, paradójicamente, se utilice en mÃnima proporción, y en cambio se hacen grandes esfuerzos por adquirir equipos y tecnologÃas mucho más onerosas, que incluso requieren mayor capacitación y no siempre son efectivas.
Técnica de inserciónEs realmente sencilla, consiste en avanzar el dispositivo a través de la tráquea, para luego introducir el tubo traqueal a través de este, haciendo similitud a la técnica de Seldinger para otras canulaciones2. El proceso consta de 2 fases. En la primera el bougie se desliza posterior a la epiglotis, con la punta distal angulada hacia adelante21. Se debe tomar el dispositivo con los dedos Ãndice y pulgar de la mano derecha para permitir la sensación de estar recorriendo los anillos traqueales, o en su defecto el tope con la la carina o los bronquios. Para facilitar la segunda fase, dado que es donde más se presentan los obstáculos, algunos recomiendan la rotación del tubo orotraqueal 90 grados en sentido contrario a las manecillas del reloj, manteniendo el bisel del tubo hacia atrás22,23. Existe controversia respecto a conservar la laringoscopia para desplazar las estructuras orofarÃngeas hacia adelante, mientras se avanza el tubo traqueal, ya que se ha descrito que puede obstaculizar el deslizamiento del tubo (fig. 2)24,25.
RecomendacionesDe crucial importancia son las recomendaciones de nunca forzar el bougie, y como «estilete táctil» tener en cuenta los clics producidos por el choque de la punta del dispositivo contra los anillos traqueales, la sensación de estancamiento cuando llega a la carina o hasta un bronquio pequeño (aproximadamente a los 40cm), y finalmente la tos (el menos sensible de los 3), que puede producirse en algunos pacientes sin relajación muscular. Cuando el paciente no está adecuadamente inducido (semiinconsciente) puede haber riesgo de broncoespasmo cuando la punta del bougie choca contra la carina. Por el contrario, cuando se dirige hacia el esófago, cuya mucosa es lisa, no choca contra ninguna estructura, y puede avanzarse en su totalidad, más allá de 45cm3,26.
Respecto a lo anterior, se ha observado empÃricamente, en la población de pacientes llevados a cirugÃa en el Hospital Universitario Nacional de Colombia, que el «estilete táctil» puede ser útil incluso como primera aproximación ante una laringoscopia Cormack III o IV, sin producir efectos adversos en el paciente, ni prolongar el aseguramiento de la vÃa aérea, tal como se demostró en este caso. Se requieren estudios adicionales para evaluar la eficacia de la utilización del bougie frente a otros dispositivos supraglóticos en cuanto al éxito de la IOT y tiempo de realización de la misma.
ConclusiónAunque la incidencia de vÃa aérea difÃcil es relativamente baja27, el bougie ha demostrado ser un dispositivo útil, eficaz, económico, de muy fácil manejo para facilitar la intubación cuando no se observan completamente las cuerdas vocales. Dadas las implicaciones médicas y consecuencias graves de enfrentarse a un paciente con una vÃa aérea difÃcil, este artÃculo propone la reflexión de rescatar el uso del bougie, para que esté disponible en los carros de vÃa aérea, y sirva de primera elección en el manejo de vÃa aérea difÃcil anticipada y no anticipada.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artÃculo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no hay conflicto de intereses.
FinanciamientoRecursos propios de los autores.
Los autores agradecen a Jorge Humberto Reyes Pimiento, diseñador industrial, la elaboración de la figura 2.