Para la Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SCCOT), es muy importante que estemos comprometidos en participar activamente en la investigación, y ahondar en el conocimiento científico. Y es precisamente que un dinamismo, desarrollo e impulso más concienzudo nos va a posicionar aún más alto en el ámbito, regional y mundial.
El conocimiento no tiene barreras, pero debe ir de la mano con lo ético, y de ahí, la importancia del método de la investigación. Nosotros tenemos que ayudar a producir el cambio desde las bases académicas de las Universidades, Hospitales, Clínicas, y todos los estamentos involucrados para tal fin.
La primera vez que me pidieron revisar un reporte de caso de un colega, lo percibí como una labor interesante y al mismo tiempo retadora. ¿Bajo qué criterios podría determinar que algo que vivió una persona en unas circunstancias determinadas estaba bien o mal? ¿Qué tan acertado es utilizar términos como “bien” y “mal”? ¿Qué criterios podía utilizar para analizar la información que me estaban brindando? ¿Cómo determinaría si recomendaba o no publicar el artículo en la revista? En fin, había muchos interrogantes.
Con el objetivo de realizar un análisis crítico del texto y enfocarme en la validez del contenido y su relevancia en la comunidad académica, fui descubriendo que otros colegas recorrieron un camino similar. Ahora les comparto mi experiencia durante este proceso.
A lo largo de los últimos años, se han realizado consensos de expertos para crear listas de chequeo específicas que ayuden a estandarizar la calidad de los artículos médicos. Estas listas de chequeo son una directriz que busca garantizar que cada artículo cumpla con los criterios mínimos de calidad de forma y contenido de acuerdo a su estilo.
Una de las páginas que descubrí y que más me ayudó es Equator Network, una biblioteca virtual que contiene la base de datos de las guías específicas a utilizar para cada tipo de artículo: https://www.equator-network.org/. En esta página, podemos encontrar que la lista de chequeo que aplica para el reporte de los casos clínicos es la Guía CARE. Su nombre proviene de la “C y A” de casos, y de la “R y E” de reportes, escritos en inglés: CAse REports. Existe también la Guía SCARE—en la cual se incluye la “S” de surgical, quirúrgico, en inglés—la cual es una guía para ayudar a reportar los casos clínicos quirúrgicos1.
En los siguientes links podrán encontrar las listas de chequeo CARE y SCARE:
https://www.scareguideline.com/uploads/4/4/8/4/44849453/scare_2020_checklist.pdf
En el 2013, se reunieron 27 expertos y publicaron la guía CARE, la cual contiene 13 puntos importantes a considerar durante la creación del artículo de reporte de casos. Con el uso de la guía CARE, se espera lograr reportes de caso estructurados, en los que se disminuya el sesgo, se aumente la precisión, la transparencia y la utilidad de la información clínica contenida en los reportes de casos clínicos. Debido a esto, la guía CARE sirve tanto para quien escribe el artículo, como para quien lo evalúa2.
En general, los reportes de caso deberían ser escritos como una historia. Iniciando con un título llamativo y relevante, seguido de una introducción que ayude al lector a entender cuál es el tema principal a discutir, así como las características generales del personaje principal: el paciente. A través de un estilo de escritura consistente, la historia nos irá dando a conocer cómo el equipo médico fue abordando el problema del paciente, qué puntos fueron importantes para poder plantear soluciones, y cómo estas llevaron a un determinado desenlace y posterior aprendizaje. Siempre, teniendo en cuenta todas las consideraciones éticas pertinentes3.
Con lo anterior, se logrará un documento que permita llevar información y experiencia a otros médicos, en formación o con experiencia, para aprender y aplicar en su práctica clínica. Por lo tanto, entre más nos esforcemos en escribir un artículo con información completa, con un estilo simple y consistente, lograremos tener un mayor impacto y podremos expandir el conocimiento.
Los casos clínicos, por más que tengan un bajo nivel de evidencia, son eslabones importantes en los procesos de investigación. A través de los casos clínicos podemos:
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conocer enfermedades poco conocidas y estudiadas, o aprender algo nuevo de las enfermedades muy conocidas y estudiadas;
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aprender de los errores y aciertos de nuestros colegas a lo largo del mundo;
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ver cómo se abordan los casos clínicos en diferentes contextos;
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analizar cómo las circunstancias específicas moldean la forma de pensamiento y abordaje de un caso;
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hacernos conscientes de aspectos o acciones a los que no le prestábamos tanta atención;
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encontrar preguntas de investigación que conlleven a publicaciones con un mayor peso epidemiológico y tamaño de muestra.
En sí, los reportes de caso son una herramienta que nos permite enseñar y aprender a través de la experiencia.
Teniendo en cuenta los puntos mencionados anteriormente, los casos clínicos son publicaciones fundamentales de la literatura médica. Por tal motivo, todo el fuerzo que invirtamos en mejorar la calidad del reporte de casos clínicos se verá reflejado en una literatura médica cada vez más relevante y de mayor impacto. Por lo tanto, los invito a utilizar las listas de chequeo durante la escritura de sus artículos para lograr este resultado de manera colectiva.