Presentamos un síndrome compartimental en el brazo que es una localización muy poco frecuente y de la que apenas existe bibliografía. El caso se presentó 48h después de una cirugía de humero a través de abordaje posterior, aunque afecto al compartimento anterior. Queremos con este caso resaltar la importancia del diagnóstico diferencial al no tratarse de una localización habitual.
We present a compartment syndrome in the arm that is a very rare location and for which there is hardly any bibliography. The case presented 48hours after humerus surgery through a posterior approach, although it affected the anterior compartment. With this case we want to highlight the importance of the differential diagnosis in an uncommon location.
El síndrome compartimental agudo requiere un diagnóstico precoz para realizar un tratamiento rápido y evitar las trágicas complicaciones asociadas a esta entidad. Las causas del mismo son múltiples siendo las más frecuentes aquellas relacionadas con traumatismos como fracturas, el síndrome de aplastamiento o las quemaduras1. Es una patología que afecta habitualmente al antebrazo y la pierna siendo excepcional su localización en el brazo, probablemente debido a que la fascia del brazo es relativamente más delgada y elástica que en otras regiones anatómicas2. Presentamos el caso de un síndrome compartimental agudo en el compartimento anterior del brazo tras el tratamiento quirúrgico mediante abordaje posterior en una fractura de humero distal.
Caso clínicoPaciente varón de 30 años sin antecedes personales de interés que acude a Urgencias tras sufrir caída con el brazo derecho en extensión presentando dolor e impotencia funcional.
En el estudio radiológico se observa fractura espiroidea de 1/3 distal de húmero derecho (fig. 1). A la exploración no hay alteraciones vasculonerviosas por lo que se procede a la inmovilización con férula braquial e ingreso para tratamiento analgésico y programación quirúrgica.
Ocho días más tarde el paciente es intervenido quirúrgicamente mediante abordaje posterior paratricipital, transposición subcutánea de nervio cubital, identificación de nervio radial, reducción y osteosíntesis con placa posterolateral preformada de húmero distal y una segunda placa de soporte proximal.
A las 48 horas de la cirugía el paciente presenta dolor severo en brazo a pesar del tratamiento analgésico intravenoso. A la exploración presenta tumefacción importante en tercio medio anterior del brazo acompañado de parestesias en territorio de nervio radial y cubital. La movilidad del codo esta conservada, aunque es dolorosa. Ante la sospecha, empleando el método de medición única mediante la técnica con aguja según Whitesides conectada a un monitor de presión, se realiza valoración de la presión de los compartimentos del brazo hallando en el compartimento anterior cifras de más de 40mm de mercurio por lo que se procede a realizar fasciotomía urgente a través de abordaje lateral del brazo. Tras esta cirugía la sintomatología desaparece, controlando el dolor mediante analgésicos de primer escalón. Dado que el compartimento anterior del brazo no presentaba una musculatura muy desarrollada en este paciente y la celeridad en que fue diagnosticado y tratado, a los tres días se pudo proceder al cierre de la herida, siendo el paciente dado de alta con posterioridad.
A los 7 meses el paciente presenta flexo-extensión de codo completa (figs. 2, 3) y consolidación completa de la fractura en la radiografía (figs. 4, 5), habiéndose incorporado a sus actividades habituales sin limitaciones ni dolor.
DiscusiónEl síndrome compartimental agudo en el miembro superior puede ser consecuencia de diferentes causas, traumáticas y no traumáticas, y a menudo genera un proceso complejo de toma de decisiones con respecto a su diagnóstico y manejo3. Es infrecuente encontrar casos de síndrome compartimental agudo que afectan al brazo recogidos en la literatura y no hay ninguno publicado que afecte al compartimento anterior tras una cirugía de húmero distal realizada a través de un abordaje posterior, aunque sí hay algunos casos publicados de síndromes compartimentarles tras la realización de cirugías programadas de miembro superior4–6.
La causa que consideramos más probable como origen del cuadro en este paciente es el aumento de presión por la aparición de un hematoma que se sumaría al aumento de presión provocado por la tumefacción postoperatoria en un compartimento como el anterior que no fue abierto inicialmente. A pesar de realizarse una cirugía con adecuada hemostasia no es el primer el caso descrito en el que la formación de un hematoma puede ser la causa de un síndrome compartimental4,7. Esto nos puede llevar a plantear la posibilidad de dejar algún drenaje en las primeras horas tras la cirugía para tratar de evitar el aumento de presión por acumulación de sangre.
En los casos de síndrome compartimental del brazo como el descrito, por lo general, el acceso a los compartimentos anterior y posterior se completa mediante una incisión lateral, aunque se debe considerar la necesidad de extender la exposición distalmente en el antebrazo o más a fondo para descomprimir el deltoides. Anteriormente, se debe explorar el braquial para liberar su envoltura fascial si está indicado. En el codo, las estructuras neurovasculares deben trazarse en el antebrazo para garantizar que se hayan liberado todos los sitios de compresión potencial3.
Las consecuencias de un diagnóstico tardío son terribles pudiendo implicar pérdida irrecuperable de la función del miembro afectado mediante contracturas o déficits neurológicos o incluso la amputación. El tiempo óptimo para la realización de las fasciotomías en los casos agudos es de menos de 8 horas desde el inicio de los síntomas. Los diagnósticos tardíos no parecen beneficiarse de fasciotomías y sí relacionarse con la necesidad de múltiples intervenciones posteriores para desbridar el tejido desvitalizado8.
A pesar de haberse realizado la medición de la presión del compartimento muscular afecto no debemos olvidar que en el diagnóstico del síndrome compartimental los signos y síntomas deben ser los que predominen a la hora de tomar una decisión sobre proceder al tratamiento quirúrgico mediante fasciotomía en caso de sospecha clínica.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.