Continuamos viviendo un largo período de sufrimiento emocional que nos hermana en los sentimientos de temor e incertidumbre con el mundo entero pero que, así mismo, nos distancia en las desiguales condiciones de su ocurrencia, de su impacto en la vida diaria y de los recursos para hacerle frente.
Pero aún, en esas condiciones, o precisamente debido a ellas, deben destacarse los esfuerzos y contribuciones de nuestro gremio para, sin descuidar las actividades habituales, adaptarnos a la nueva situación e incluso ampliar nuestras tareas y, en general, el campo de acción.
Dentro de ese escenario la ACP ha sido un actor relevante y se ha mantenido como herramienta de difusión científica nacional e internacional, nuestra Revista Colombiana de Psiquiatría ha continuado con sus publicaciones, haciendo énfasis en su último número en temas relacionados con la actual pandemia, a través de webinars ha brindado conocimiento y capacitación a médicos psiquiatras, especialistas y generales, al personal de salud y a la comunidad. Ha apoyado en la revisión y elaboración de medidas y distintos documentos oficiales, ha difundido de forma constante información dirigida a la comunidad y a ciertos grupos vulnerables. Ha mantenido el trabajo de los comités y subcomités, las campañas, ya habituales, que buscan la desestigmatización de los trastornos mentales, la prevención del suicidio y con especial interés este año en la detección, diagnóstico y manejo adecuado de la depresión, creando además una nueva caja de herramientas, abierta y al alcance de todos.
Igualmente, ha sido insistente ante las autoridades pertinentes en la vacunación de psiquiatras, residentes y otros miembros de los equipos de salud mental, así como de los pacientes con enfermedades mentales, y ha acompañado con dolor la enfermedad y muerte de algunos colegas, reconociendo sus calidades humanas y profesionales. A sus familias, compañeros, alumnos y pacientes reitero las expresiones de condolencia.
Sin duda nada de lo anterior hubiera sido posible sin la experiencia acumulada en los sesenta años que cumple nuestra Asociación. Como psiquiatra y psicogeriatra reconozco que esa entrada a la vejez conduce a los años de mayor productividad, pues ya se ha logrado una gran «reserva cognoscitiva» y veteranía, sobrepasando momentos de crisis, aprendiendo de errores y también disfrutando de muchos éxitos.
En resumen, la pandemia a la par de estragos psíquicos que aún no conocemos en profundidad, - ante los cuales recalcamos la necesidad de continuar indagando, hacer un seguimiento permanente de su evolución y, especialmente, crear nuevas alternativas para prevenir y reducir sus consecuencias y para responder al predecible incremento de la demanda de atención -, ha puesto a prueba nuestra capacidad de manejar con equilibrio las presiones y la persistencia para superar las adversidades, dando prueba en la práctica de lo que ofrecemos a quienes solicitan nuestra ayuda.
Y ahora surge una magnífica oportunidad para hacer públicos esos logros, aclarar dudas, y exponernos a nuevos aprendizajes que nos permitan seguir superando la crisis que sabemos nos acompañará por largo tiempo. Me refiero a un evento que dentro de poco nos involucrará activamente. Se trata de nuestro próximo congreso nacional y mundial de psiquiatría, un espacio de celebración, de puestas en común, de intercambios y también de enseñanzas, pero sobretodo una oportunidad para mostrar al mundo una parte de ese conocimiento acumulado de tantos años de ejercicio de la psiquiatría nacional, el mismo que después de 60 años nos ha permitido tener una Asociación solida, reconocida y en constante crecimiento, representando cada vez a más psiquiatras de nuestro país entendiendo que la ACP somos todos!.
Repito la invitación a participar en el congreso, compartir, enseñar y aprender con otros, para que también el conocimiento y la esperanza, no solo el sufrimiento, nos una con el mundo. Seguiremos trabajando juntos para celebrar este aniversario de la ACP, felicitaciones a todos.
