La calidad de la formación académica de los médicos es una preocupación mundial, de ella depende la calidad en la atención de la comunidad. En nuestro caso específico la de los médicos psiquiatras en Colombia. La percepción o imaginario colectivo es que de los 70.000 del país muchos de ellos no alcanzan estos lineamentos de excelencia, con el agravante de que durante años no reciben adecuados procesos de formación continua. Sin duda se hace necesario un proceso de certificación y recertificación a cada uno de los médicos responsables de la atención.
Sin duda, el proceso formativo inicial es preocupante por el aumento de facultades de medicina sin rigor ni control de calidad; hoy contamos con 62 facultades, de las cuales solo 25 de ellas están acreditadas en calidad. En los programas de posgrado el panorama es desolador, el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) del Ministerio de Educación Nacional no tiene lineamientos para la acreditación de los programas clínico-quirúrgicos y recientemente han tenido interés en construirlos. En estas condiciones no podríamos pensar que los médicos egresados de nuestras escuelas de formación sean de excelencia académica en su mayoría.
Para los procesos de recertificación medica se necesita una estructura adecuada de educación continua a nivel nacional con actores validados como proveedores de esta formación, y estos proveedores no pueden ser diferentes a la academia y/o sociedades científicas con un ente regulador nacional desde el Ministerio de Educación o desde la misma Ascofame para asignar créditos por horas de formación y definir mínimos como uno de los ítems fundamentales para esta recertificación.
Se requiere liderazgo del gobierno nacional, no solo para la crítica de nuestra calidad como médicos, sino para generar la política indispensable para poder tener la gobernabilidad necesaria para realizarlo desde las organizaciones que les corresponda.
Desde las asociaciones o sociedades científicas los comités científicos deben estar en el momento trabajando en crear unas estrategias en conjunto con universidades y programas acreditados para estructurar estos procesos de recertificación y mejoramiento en la calidad de nuestro que hacer.