La paz es un camino que afortunadamente, de forma inminente, se dará en Colombia, sin discutir los procesos políticos que se han dado para este logro, la distinción del premio Nobel de la Paz para el presidente Juan Manuel Santos reafirma el apoyo internacional para alcanzarla. En este sentido, se ha escrito bastante sobre el tema del posconflicto y la salud mental de muchos actores de esta guerra, que por décadas ha afectado a la población.
Las evaluaciones y los tipos de intervención mental que se necesitarán en los individuos afectados por el conflicto armado, en especial víctimas y re-insertados de los grupos al margen de la ley.
Los trastornos en víctimas más frecuentes son los encontrados en grupos poblacionales de desplazados, en víctimas de torturas, secuestros y pérdidas afectivas de seres cercanos, así como las pérdidas de sus tierras y sus pertenencias. En este grupo poblacional, como muestran los estudios, los trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, en especial el síndrome de estrés postraumático, psicosis asociadas con eventos vitales graves, requerirán atención por equipos interdisciplinarios, con la inclusión de un psiquiatra. Serán varias las modalidades de intervención individual y grupal para lograr la mejoría y estabilidad de la condición mental de estos individuos, además de llevar a cabo la adaptación a nuevos patrones culturales y sociales.
En el grupo de re-insertados se requerirá acompañamiento para evaluación de su condición mental, con intervenciones que involucren nuevos estilos y patrones de vida.
No debe pasarse por alto el manejo de un grupo importante de individuos pertenecientes a las fuerzas militares del país, que sin duda necesitan de intervenciones en este sentido.
La generación del conocimiento, en estos procesos, serán de gran ayuda para la comunidad científica internacional. Es de importancia, estrategias de investigación en varias líneas, etiológicas, diagnósticas y de intervención, así como la medición del impacto con las diferentes modalidades de intervención realizadas.
Esperamos no ser inferiores como psiquiatras al reto que nos establece este momento histórico en nuestro país.