Muchas gracias a los autores de esta carta por su interés en el tema. Estamos de acuerdo en la mayoría de sus puntualizaciones. Sin embargo, nos gustaría resaltar 3 aspectos que nos parece importante matizar convenientemente:
- 1.
En el párrafo tercero, los autores dicen: «… el ES obtenido mediante QCIE nos permite observar de una forma inmediata variaciones en un sistema analítico y comparar sistemas analíticos dentro del laboratorio frente a los resultados de otros laboratorios».
Esto es cierto, pero hay que tener en cuenta que el valor de comparación es la media obtenida por el grupo par, que NO representa el valor verdadero. Además, al disponer únicamente de valores a 2 concentraciones, el laboratorio individual no puede apreciar su linealidad.
En contrapartida, el programa de garantía externa de la calidad (control externo) verifica la linealidad en un intervalo de concentraciones más amplio (mínimo a 4 valores distintos). Si, además, este programa distribuye controles conmutables con valores de referencia certificados1, el valor de comparación SÍ es el valor verdadero y el laboratorio verá el efecto de su prestación sobre muestras idénticas a las de los pacientes. Esta posibilidad no es factible en un control interno-externo (QCIE).
En el cuarto párrafo los autores dicen: «… al error total (ET) calculado mediante la fórmula ET=ES+1,65×CV que propone Westgard y otros autores no es el modo ideal de medirlo…».
Creemos importante resaltar que calcular NO es lo mismo que medir; sea cual sea la fórmula de cálculo empleada, nunca es igual que una medida directa. El modo ideal de medir el ET es participando en un programa de garantía externa de la calidad (control externo). Cada resultado enviado por el laboratorio se convierte en una medida directa del error total analítico, mediante la diferencia entre dicho resultado y el valor de comparación.
En los programas externos españoles se conoce el resultado del laboratorio, el valor asignado y, por lo tanto, el ET. Este valor permite verificar si se cumple o no la especificación de la calidad para el error total. Habitualmente hay 12 mediciones anuales, el promedio de las cuales (teniendo en cuenta el signo) daría lugar al cálculo del sesgo o error sistemático2. Calcular el valor de ET a partir de los indicadores de imprecisión y error sistemático de los que el laboratorio disponga, no permite tener esa medida de ET directa y continua
Ahondando un poco, nos hacemos la pregunta: ¿para qué va a usar el laboratorio este cálculo? En nuestra opinión, la medida directa del ET es un mecanismo de control del proceso analítico, que asegura la comparabilidad con otros laboratorios. El cálculo del ET a partir de los propios indicadores es una forma de dar vueltas alrededor de un punto, al que ya se había llegado directamente; no vemos el valor añadido de este cálculo.
- 2.
Nos parece perfecto su último párrafo, al que solo nos quedaría añadir que tal y como describe Weykamp et al.3 la información veraz sobre la realidad del laboratorio solo se consigue compartiendo con otros un control conmutable con valor de referencia certificado.