Las imágenes de la TC y la histología de la biopsia muscular realizada en un inicio son compatibles con una miositis osificante traumática (MOT).
La revisión de la literatura no muestra un resultado favorable en el control de esta entidad, apareciendo nuevo hueso heterotópico tras las maniobras quirúrgicas a las que se someten estos pacientes. Por ello, en el presente caso se decidió realizar tratamiento conservador, evitando de este modo la iatrogenia que supondría el intento de una resección tan amplia de hueso heterotópico y la reconstrucción posterior.
DiscusiónLa MOT es una entidad rara en la que, tras un único traumatismo o tras repetidos traumatismos continuos, se produce un hematoma muscular y del periostio, con una calcificación posterior del mismo en un periodo que oscila entre 1 a 3 semanas, formándose hueso de forma heterotópica1,2. La afectación de la musculatura masticatoria está descrita en poco más de 30 casos en toda la literatura médica y suelen referirse a un único grupo muscular, masetero y pterigoideo medial o lateral en la mayoría3-5.
El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos, radiológicos y microscópicos, incluyendo una historia de traumatismo previo o iatrogenia1,6. Incluso se han descrito casos tras la extracción de cordales4,7.
La MOT se suele presentar con dolor, hiperestesia y limitación del movimiento del músculo afectado, acompañado de una leve hinchazón muscular tras el traumatismo. Posteriormente, en el plazo de entre 1 a 2 meses se desarrolla una masa de características duras.
Radiológicamente, se puede observar la secuencia de desarrollo de la enfermedad. Inicialmente se presenta como una imagen mal definida con opacidades tenues, irregulares y floculantes. Las calcificaciones suelen aparecer entre las 2 y 3 semanas tras el traumatismo y se observa un claro patrón de calcificación entre las 4 y 6 semanas. (figs. 1 y 2)7,10.
Microscópicamente, se observan 2 regiones definidas: una zona periférica con osificación y una zona central celular. En la región exterior vemos hueso maduro lamelar con osteoclastos activos. En ocasiones se observa una zona intermedia osteoide, con cartílago o formación de tejido óseo y osteoblastos activos. La región central se compone habitualmente de tejido fibrovascular suelto semejante tejido de granulación, que contiene células fusiformes y células mesenquimales. Esta presentación es patognomónica y la distingue del osteosarcoma7.
Se han descrito distintas opciones de tratamiento. La mayoría de autores han sugerido la exéresis quirúrgica del hueso neoformado cuanto antes mejor, seguido de fisioterapia agresiva. Otros, han realizado interposición de músculo temporal o grasa autóloga para prevenir la neoformación ósea tras la resección8. La mayoría de ellos obtienen resultados beneficiosos a muy corto plazo, no describiendo los resultados a medio-largo plazo. Además se trata de casos que afectan a un músculo o grupo muscular localizado. En aquellos trabajos que se ha realizado un seguimiento de los pacientes durante mayor tiempo, se ha observado una tasa de recidiva elevada tras tratamiento quirúrgico, toma de biopsia o infiltración de anestésicos locales, siendo esta sintomatología más severa y agresiva que la tratada inicialmente3.
Otros autores han descrito terapias no quirúrgicas tales como el uso de bifosfonatos, AINEs, corticoesteroides, radioterapia a dosis bajas o warfarina, sin demostrarse su validez clínica8,9.
En el presente caso, dada la magnitud del hueso heterotópico desarrollado, su relación con estructuras vasculares y nerviosas importantes en la base de cráneo (pares craneales, arteria carótida interna, vena yugular interna…) y el pronóstico incierto ante medidas terapéuticas, se optó por abstención terapéutica.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.