El resultado anatomopatológico informó de lesión con formación quística tapizada en gran parte por un epitelio cilíndrico monoestratificado mucinoso, con áreas de metaplasia escamosa, sin atipia. En la periferia de la lesión se observan focos residuales de glándula salival menor, con moderado infiltrado de predominio crónico. Compatible con mucocele por retención. Posteriormente fue controlado en consultas, estando asintomático.
DiscusiónLos mucoceles son lesiones benignas que usualmente se localizan debajo de la mucosa con un aspecto de vesícula traslúcida cubierta de mucosa normal1–3, con los días puede desaparecer debido a la fricción generada con la masticación y con rotura de la cápsula2,3. Histopatológicamente se pueden describir 2 tipos de mucoceles: de extravasación y de retención1.
La gran mayoría son mucoceles de extravasación donde la secreción mucosa escapa de la glándula menor al tejido submucoso circundante ocasionado por un traumatismo o laceración1,4. El mucocele por extravasación es la enfermedad más frecuente de las glándulas salivares en la infancia2, se producen predominantemente en el labio inferior (77,9%), lengua (9,9%), y en el suelo de la boca también conocida como ránula (5,7%)1–3. En este caso es importante tener en cuenta la ránula deslizante o suprahioidea, que en su crecimiento, se desliza entre los músculos milohioideo y geniogloso, semejando un reloj de arena que atraviesa el músculo milohioideo con 2 masas, una de evolución intraoral y otra mayor, inframilohioidea y suprahioidea. La ránula se convierte en ránula disecante cuando tiene una presentación de forma bilateral en el suelo de la boca y puede adquirir un gran tamaño en la línea media atravesando el frenillo lingual. La ránula desecante nace de la cara medial profunda de una glándula sublingual, apareciendo más prominente el lado de origen, pero abarcando bilateralmente el suelo de boca anterior.
Los menos comunes son los mucoceles de retención que se producen por una obstrucción y dilatación ductal por inflamación, un cálculo y espasmo ductal con posterior retención de moco4. Las paredes quísticas están recubiertas con epitelio columnar o cuboide, afectado generalmente4. En pacientes adultos suelen afectar las glándulas salivares mayores.
Los 2 tipos de mucoceles no se pueden diferenciar clínicamente. Para su diagnóstico son herramientas útiles la ecografía, la TAC y la RMN con contraste4,5.
El tratamiento de los mucoceles es la extirpación quirúrgica, la resección con láser CO2, la crioterapia3, la inyección intra-quiste de sustancias esclerosantes (OK-432) y la toxina botulínica. También se ha descrito la técnica de la marsupialización. Otras terapias que se han mostrado poco eficaces como la inyección intralesional con corticoides o ácido gamma-linolénico, pero en la actualidad el tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica3.
En el diagnóstico diferencial se debe realizar con procesos inflamatorios o infecciosos como la angina de Ludwig, celulitis, sialoadenitis submaxilar o sublingual, infecciones de origen odontogénico, enfermedades infecciosas como la mononucleosis, la enfermedad por arañazo de gato, la escrófula, la forunculosis y el quiste hidatídico5,6, con lesiones del desarrollo como el quiste branquial, el quiste dermoide, el quiste epidermoide, el teratoma, el quiste tirogloso, el laringocele y el higroma quístico6. También se han de tener en cuenta lesiones congénitas como las malformaciones vasculares o linfangiomas y las tumoraciones benignas como el adenoma pleomorfo y monomorfo de la glándula submaxilar y sublingual y, dentro de las neoplasias malignas el carcinoma mucoepidermoide, y el carcinoma adenoide quístico5,6. Debe descartarse también el mucocele de la superficie de ventral de la lengua, conocido como mucocele de las glándulas de Blandin-Nuhn, y que surge a partir de glándulas ubicadas cerca de la punta de la cara ventral de la lengua, y crece entre músculos de la línea media. Otras lesiones a tener en cuenta son el lipoma, el neurofibroma, así como el linfoma Hodgkin y no Hodgkin6.
ConclusiónSe presenta el caso de un paciente con un mucocele por retención en el suelo de la boca, el menos frecuente de los 2 tipos histológicos, que fue diagnosticado a raíz de un cuadro de asfixia secundaria a sobreinfección del mismo, produciendo un colapso parcial de la vía respiratoria alta. Para su diagnóstico se requiere de estudios radiológicos, y su confirmación es anatomopatológica. A pesar de su benignidad, dada su localización puede conllevar complicaciones fatídicas si no son tratadas precozmente con antibioterapia y antiinflamatorios intravenosos. El tratamiento definitivo es la exéresis quirúrgica del mismo.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.