Sr. Director:
Hace nada (Rev Ortop Traumatol 2000;3: 261-262) se publicaba un editorial llamado «Publicar, presente y futuro inmediato» y, hace algo más, otro en el que se abogaba por el rigor y la progresión de la revista de la SECOT. Nada de lo allí leído tiene relación con lo que, a continuación, le expongo.
El número de Agosto (Rev Ortop Traumatol 2000;4:370-383) contiene un artículo de los Dres. Sánchez-Sotelo, Munuera, Madero y Chamorro titulado «Tratamiento de las fracturas de la extremidad distal del radio con un cemento óseo remodelable» que resulta un clon absoluto del artículo del «Journal» británico «Treatment of fractures of the distal radius with a remodellable bone cement»... de Agosto del 2000 (J Bone Joint Surg [Br] 2000; 82-B: 856-863), con «pequeñas» diferencias que le enumero. El Dr. Chamorro no figura en el artículo de la revista británica, cuyo abstract es idéntico al abstract en inglés de la española... salvo que con redacción diferente. El artículo se extiende por 13 páginas de la española y por 7 de la británica, sin que se pueda evidenciar otra diferencia de contenido que el tiempo acotado para la inclusión de pacientes (Enero-Junio en la española, Enero-Mayo en la británica) y la sexta condición para la muestra que incluye la española y no la británica. Las tablas son tan idénticas en ambas como el contenido del texto. Lo que sí cambia es el estilo, más retórico y farragoso en la española. La bibliografía, aun evitando la cita mutua/recíproca de ambas publicaciones, contiene sólo 20 citas comunes de las 42 de la española por las 25 de la británica.
Si ninguna de las dos revistas acepta en sus normas editoriales «... trabajos que hayan sido publicados previamente ni remitidos a otras publicaciones» («... the article is original, that it is not under consideration by another journal, and that it has not been previously published», en el caso de la británica) y todos los autores han de firmar una declaración en ese sentido para cualquiera de las dos revistas, ... la clonación referida se convierte en una incorrección impropia e inaceptable que sólo coadyuva, junto a la reiteración de ciertas firmas «famosas» y a la falta de patronazgo/mecenazgo en los hospitales medianos y pequeños a la desmoralización de los autores más jóvenes. Le ruego considere la posibilidad de actuar contra hechos semejantes.
José M. Palomo Traver
Hospital General de Castelló.
Número colegiado CS-1851-0.
Castelló
Sr. Director:
Cuando recibí el ejemplar de agosto del Journal of Bone and Joint Surgery (Br), leí con gran interés el trabajo publicado por J. Sánchez-Sotelo y cols. acerca del tratamiento de las fracturas distales de radio con cemento óseo remodable (J Bone Joint Surg, 82-B: 856-863, 2000). El trabajo me planteaba algunas dudas sobre el tratamiento conservador aplicado al propio control, ya que se trataba de fracturas tipo A3 y C2 de la clasificación AO.
Mientras consideraba si era oportuno o no el solicitar una aclaración sobre este punto, recibí el ejemplar de agosto de nuestra revista de la SECOT. Aquí volví a encontrar el mismo artículo de J. Sánchez-Sotelo y cols. (Rev Ortop Traumatol, 44:370-383, 2000). Las diferencias respecto al publicado en el Journal eran poco relevantes. Únicamente variaba en seis meses el período de seguimiento de los pacientes, no modificándose sustancialmente los resultados. El resto de ambos trabajos era similar y similares eran las conclusiones.
En mi opinión, se trata de un lamentable caso de doble publicación, algo que defrauda a la comunidad científica. El interés en dar a conocer los trabajos de investigación propios o el afán de aumentar el propio currículum no justifican este tipo de actuaciones.
Por lo demás, el trabajo del Dr. Sánchez-Sotelo tiene suficiente calidad para que con una única publicación, merezca ser citado en numerosas ocasiones.
Dr. Luis Aguilella Fernández
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Hospital de la Ribera. Alzira.
Sr. Director:
Los Dres. Palomo y Aguilella han dirigido recientemente sendas cartas al Director de la Revista de Ortopedia y Traumatología, que hace referencia a nuestro trabajo sobre «Tratamiento de las fracturas de la extremidad distal del radio con un cemento óseo remodelable» (Rev Ortop Traumatol 2000;4:370-383). Me gustaría aclarar los detalles relativos a este trabajo y al publicado sobre el mismo tema en el Journal of Bone and Joint Surgery británico para poner de manifiesto que se trata de dos publicaciones diferentes sobre la misma muestra de pacientes.
En 1998 comenzamos en nuestro Centro un estudio prospectivo dirigido a comparar los resultados del tratamiento de las fracturas de la extremidad distal del radio con un cemento óseo remodelable (Norian SRS) respecto al tratamiento conservador. Dado que la experiencia clínica con dicho biomaterial había sido hasta entonces limitada y que queríamos comprobar la seguridad de su uso, realizamos un primer análisis de los resultados preliminares en nuestra muestra de pacientes cuando el seguimiento mínimo de todos ellos fue de seis meses. Dicho análisis fue enviado a la Revista para su consideración como artículo original y eventualmente publicado.
Posteriormente, analizamos los resultados de la misma muestra de pacientes cuando el seguimiento mínimo fue de un año y enviamos dicho análisis para su publicación en el Journal of Bone and Joint Surgery. Evidentemente, los métodos de tratamiento y valoración de los pacientes fueron los mismos a los seis meses y al año. El seguimiento de nuestra muestra de pacientes a más largo plazo proporcionó los siguientes hallazgos:
1. Las diferencias en rango de movilidad de la muñeca entre ambos grupos se acortaron llamativamente entre los seis meses y el año de seguimiento, lo cual sugiere que el principal beneficio del tratamiento con Norian SRS fue debido a una movilización más precoz.
2. La tendencia al asentamiento metafisario de la fractura se mantuvo durante los segundos seis meses de estudio en ambos grupos.
3. La capacidad de remodelación del cemento óseo no pudo demostrarse radiológicamente al año de seguimiento.
Puede que los Dres. Palomo y Aguilella hayan interpretado que ambas publicaciones son la misma debido al hecho de que el método utilizado para la valoración de los pacientes fue el mismo a los seis meses y al año y a que las tablas y gráficos de ambos trabajos tienen un formato similar, aunque el segundo trabajo contiene información adicional.
No creemos que la publicación de ambos trabajos haya perjudicado a la comunidad científica y, de hecho, creemos que es necesario comunicar evaluaciones periódicas de los pacientes sometidos a nuevos métodos de tratamiento, especialmente cuando se trata de nuevos biomateriales. Hay múltiples ejemplos en la literatura de los beneficios del seguimiento periódico de la misma muestra de pacientes, siendo los más conocidos quizá los estudios sobre artroplastia de cadera y rodilla, que con frecuencia se publican al año, dos años, cinco años, etc. Nuestra intención es continuar siguiendo a nuestros pacientes durante los próximos cinco años para comprobar si los beneficios iniciales del tratamiento con Norian SRS se mantienen y si realmente se demuestran sus propiedades biológicas.
Espero que el contenido de esta carta satisfaga a los lectores de la Revista y lamento el desánimo que los Dres. Palomo y Aguilella hayan sentido al malinterpretar las mencionadas publicaciones. La alusión a la «reiteración de firmas famosas» en la Revista no merece comentario por mi parte.
Joaquín Sánchez-Sotelo
Orthopedics. Mayo Clinic.
200 First St SW. Rochester MN 55905 USA.