Dadas las gravísimas complicaciones que encierra lna infección de una fractura abierta, o la infección quirúrgica de una fractura cerrada y de modo especial en la tibia, hemos creido interesante el publicar esta nota sobre el tratamiento quirúrgico de la pseudoartrosis infectada de la tibia. Nos ha movido a ello la comprobación de los resultados, ya que han transcurrido más de tres años desde que se intervinieron, no han aparecido nuevos fenómenos infecciosos, ni nueva supuración y se ha mantenido el resultado funcional.
TÉCNICA
Se interviene bajo anestesia general y manguito neumático. Localmente se protege por paños estériles la pérdida de sustancia cutánea y todo el miembro por jersey estéril. Abordaje del peroné por su cara posteroexterna (fig. 1). Desperiostización de las porciones del peroné correspondientes a los fragmentos superior e inferior de las porciones del peroné correspondientes a los fragmentos superior e inferior de la pseudoartrosis. Por medio de broca o mecha larga y de unos 5 mm. de diámetro se labran cuatro trayectos, que partiendo de la cara posteroexterna del peroné alcancen la cortical tibial en su cara anterointerna. La dirección es oblicua, unos 20-30 grados con respecto a la horizotal, de abajo arriba en las correspondientes al fragmento superior de la pseudoartrosis, y de arriba abajo en los corespondientes al fragmento inferior. Con una lima cuadrangular se agranda el orificio, dándole forma rectangular, de unos 15 mm. de alto y unos 8-10 mm. de ancho. Se obtiene injerto tbial, de la pierna sana, lo más ancho posible, unos 3 cm. y una longitud de unos 12 cm. Por sierra eléctrica se obtienen cuatro fragmentos de unos 6 cm. de longitud y 1,5 cm. de anchura. Se introducen por los orificios del peroné y se encastran en la tibia por precutor (figs. 2 y 3). Sutura por planos. Aspiración continua a lo REDON. Inmovilización en calza de escayola.
Figura 1.Incisión.
Figura 2.Colocación injertos.
Figura 3.Colocación injertos.
CASOS
M. C., cuarenta y nueve años, casado. Fractura abierta de tibia y peroné I. Fijación por varios tornillos. No se obtuvo un sólido montaje del foco. Infección. Varios tratamientos: limpieza quirúrgica, secuestrectomia, perfusión continua y aspiración con antibióticos, Grafensteiner, etc. A los veinticinco meses de la fractura, 30-III-1962., injertos peroné-tibiales supra e infrafocables (fig. 4). "Rg. preoperatoria", 28-X-1962. Consolidación de los injertos (fig. 5). 3-V-1965. Se mantiene la solidez del foco, se ha conservado cerrada la herida, asecado el foco y rellenado la pérdida de sustancia ósea (fig. 6).
Figura 4.Caso 1. Preoperatorias.
Figura 5.Consolidación injertos.
Figura 6.Curación pseudoartrosis.
J.M.S.A., treinta y ocho años, casado. Fractura de tibia y Peroné I. Enclavado intramedular incorrecto. Infección. A los veinte meses de la fractura y después de múltiples intentos para asecar el foco, es intervenido el 8-I-1962 de injertos peroneotibiales (fig. 7). "Rg. preoperatoria", 8-XII-1964. Consolidación de los injertos (fig. 8A y 8B). 3-VI-1965. Se mantiene la consolidación, a pesar de un nuevo traumatismo; la pérdida de sustancia cutánea se halla cicatrizada, y la pérdida de sustancia ósea se halla colmada casi por completo (fig. 9).
Figura 7.Caso 2. Preoperatorias.
Figura 8A.Consolidación injertos.Figura 8B. Callo-consolidación.
Figura 9.Curación pseudo-artrosis.
COMENTARIO
Creemos que gracias a este método se han conseguido los siguientes resultados:
1. El reposo mecánico del foco.
2. El revatilizar los extremos óseos con los injertos frescos.
3. El poder intervenir alejados del foco infectado.
4. El vencer la infección gracias a la inmovilización de la pseudoartosis.
5. Sin querer asentar la consolidación, que nosotros radiográficamente creemos que sí se ha conseguido, el mayor desarrollo de la diáfasis peroneal ha contribuido a dar lugar a un miembro útil, potente y sólido.
RESUMEN
Por el método propuesto, injertos peroneotibiales múltiples, se pretende a la vez tratar la pérdida de sustancia ósea y la infección, ya que la consolidación de los injertos da solidez al miembro y el reposo mecánico favorece la curación de la infección. Su ventaja primordial radica en que se opera a distancia de la zona infectada.