F. M. KaltenbornMadrid: McGraw-Hill-Interamericana, 2004
F. M. Kaltenborn es un autor que ha practicado la fisiotera-pia en su Noruega natal desde 1950 hasta 1982. Durante su carrera también obtuvo los certificados de quiropraxia e instructor de osteopatía. Con respecto a este libro, hay que destacar que está dividido en dos partes fundamentales: Principios y Técnicas. La primera parte habla en general de la anatomía articular y el método OMT. La segunda parte es más específica desde el punto de vista articular y terapéutico.
El título del libro no me ha parecido adecuado, puesto que hace referencia a la fisioterapia manual en general, mientras el contenido se ciñe a la fisioterapia articular. Además, el autor habla en primera persona del singular y se dirige al lector unas veces de tú y otras de usted (aunque probablemente esto sea debido a un problema de traducción).
Los conceptos y dibujos de la primera parte del libro son excesivamente sencillos y en ocasiones poco claros. Por otro lado a veces es muy reiterativo sobre algunas ideas, llegando a resultar repetitivo en ocasiones. A veces comenta conceptos que no son explicados hasta capítulos posteriores, como la idea de sensación terminal o los grados de tracción y desplazamiento. Por otro lado, el autor no comenta en qué diagnósticos médicos pueden emplearse estas técnicas. De hecho, únicamente se refiere al grado de movilidad articular.
A la hora de explorar al paciente el autor hace primero las pruebas funcionales y luego la palpación (página11), cuando lo adecuado es hacerlo al revés. La clasificación articular que se comenta en el tema 1 (página 15) es poco clara y a veces errónea desde el punto de vista médico. El autor comenta que el arco doloroso se debe a la compresión de un tejido (página 48). Sin embargo, es bien sabido que sus causas son también otras. El movimiento rotatorio y sus características, a los que se dedica poco texto, quedan además poco claros (página 48).
Podría parecer que el autor no conoce la existencia de los especialistas médicos del aparato locomotor, ya que habla de “refinar el diagnóstico médico” (página 59). Además dice que no se puede garantizar que estos tratamientos estén exentos de complicaciones (página 59). Esto no ocurriría si se aplicaran en los diagnósticos médicos específicos para los que están indicados. También existen en el texto algunas palabras médicas erróneas, como cuando habla de neoplasma (páginas 60) en lugar de neoplasia. La segunda parte del libro (técnicas y apéndices) es bastante práctica, y está muy bien ilustrada con esquemas y fotos. Es muy útil tener la posibilidad de usar los dos soportes, el texto y el CD.
Este libro está claramente dirigido a fisioterapeutas. Sus aportaciones son escasas para los especialistas médicos del aparato locomotor (rehabilitadores, reumatólogos y traumatólogos). En definitiva, resulta poco práctico y de poco interés desde el punto de vista médico.
