Tenemos que felicitar a los Dres. De Dios y Cordero-Ampuero por su trabajo sobre «Factores de riesgo para la infección en prótesis de rodilla, incluyendo la fractura intraoperatoria y la trombosis venosa profunda, no descritos previamente» publicado en el número de enero de la RECOT1, ya que la comprensión de estos factores será de una gran ayuda para que los traumatólogos podamos intentar reducir la tasa de esa complicación funesta que supone la infección protésica.
Sin embargo, la lectura del trabajo nos ha planteado una serie de dudas que creemos que no quedaron suficientemente resueltas en la redacción final del texto. En primer lugar, los autores reseñan que la producción de una fractura intraoperatoria parece un factor de riesgo con significación estadística per se (con un p=0,028), a pesar de haberse producido en un solo caso; sobre este particular se nos aparecen 2 dudas, ya que otro de los factores de riesgo que alcanzan niveles de significación es la duración del acto quirúrgico, y sería necesario conocer si en el caso de la fractura el tiempo también aumentó (como sería lógico), ya que tal vez ese sería el factor de riesgo en sí, y no la fractura (la causa concreta por la que la cirugía se prolongase); pero además, a la hora de realizar el estudio estadístico, en aquellos factores de riesgo en los que el número de pacientes o de controles que ostentan esa variable es inferior a 5 (como es el caso de la fractura intraoperatoria) la significación de la tabla de contingencia no sería interpretable ya que el 50% de las casillas (de las 4 de la tabla) no cumplen la frecuencia observada de 5. En realidad llega con que una de las 4 casillas tenga una frecuencia inferior a 5, ya que representaría el 25% de las casillas. Para complicar aún más las cosas, otro de los factores analizados (el IMC<20) tiene la misma frecuencia que la fractura intraoperatoria (un solo caso en el grupo de infecciones y ninguno en el grupo control), y sin embargo, el cálculo de su nivel de significación (de nuevo, con la duda de la fiabilidad de una tabla de contingencia en estas condiciones, que en teoría no sería interpretable) arroja en la tabla 2 del trabajo un valor de p=0,076… ¡Y sin embargo, salvo que haya otros datos que no aparecen en la tabla, el valor debería ser el mismo que para la fractura!, lo que significa (a nuestro entender) que al menos uno de los 2 valores son incorrectos. En segundo lugar, y dado que las cirugías previas (exceptuando artroscopias y osteotomías tibiales) han sido halladas por los autores como un factor de riesgo para la infección con un nivel de significación marcado, consideramos que se debería especificar qué tipo de cirugías han sido estas, y tratar de deslindar en la medida de lo posible si el factor de riesgo es la cirugía en sí, la distorsión de la anatomía resultante (¿fueron osteosíntesis por fracturas, realineaciones de aparato extensor, había material que fue necesario retirar en la misma intervención, etc.?), la prolongación del tiempo quirúrgico, la presencia de infecciones previas, los trastornos cutáneos o las incisiones múltiples,… ya que esta información puede ser valiosísima para tratar de reducir la incidencia de infecciones por parte de los lectores de este artículo.
Nivel de evidenciaNivel de evidencia V.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.