El doctor Fernando Collado Herrero, Presidente de la SECOT durante los años 1978-1980, nos dejó el pasado 16 de marzo, a la edad de 88 años.
Nació en el barrio barcelonés de Gracia; su padre, médico oftalmólogo, murió cuando él tenía 5 años de edad. Tras cursar el Bachillerato en el Colegio de los Jesuitas de la calle de Caspe, empezó los estudios de Medicina, pero su carrera así como una vocación familiar por la Oftalmología quedaron truncadas en cuarto curso a causa de nuestra Guerra Civil (1936-1939). Fue durante esta contienda cuando, practicando la cirugía de guerra, se despierta su vocación quirúrgica de la mano de los doctores Foz, Lorenzo y Caralps.
Al acabar la guerra se coloca como interno en el Servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Barcelona; este Servicio era el lugar de formación de la mayoría de los cirujanos y traumatólogos de Cataluña; un lugar mítico, lleno de anécdotas y recuerdos agradables que yo he oído contar una y otra vez a muchos cirujanos de mi edad.
En 1943 el doctor Pedro Piulachs, ex-médico de guardia de Urgencias, gana la Cátedra de Cirugía de la Universidad de Barcelona y marca su vida profesional; según palabras del propio doctor Collado, "todo lo que yo he llegado a ser se lo debo a él".
En 1956 obtiene por oposición una plaza de Jefe Clínico de Cirugía en la Residencia Sanitaria "Francisco Franco" de Barcelona, hoy Hospital Vall d'Hebron. En 1966 es nombrado Jefe de Departamento de Traumatología. Cuando el Hospital se convierte en Unidad Docente de la Universidad Autónoma de Barcelona el doctor Collado se encarga de la docencia, obteniendo la Plaza de Profesor Titular de Cirugía.
Se rodea de colaboradores que complementan y profundizan áreas de la especialidad que él no domina, como son los tumores óseos, los nervios periféricos, columna vertebral, etc; crea una unidad de sépticos que es referente en Cataluña y parte de España; los médicos que integran el nuevo Departamento son de procedencia y formación diversa, y tiene la gracia de hacerlos funcionar armónicamente. Esta gracia era debida por una parte a su carácter conciliador, sin agresividad, pero firme, y por otra al respeto que infundía su sólida formación quirúrgica.
Persona de carácter jovial y porte atlético, aficionado al tenis, rugby y hockey en su juventud, y a la Historia en su madurez; hombre amante de su familia y de la vida hogareña, tuvo que soportar golpes como la muerte de su querida esposa Josefina y de su admirada hija Adela, traumatólogo también, a los que supo sobreponerse, gracias a su formación religiosa y al consuelo de sus hijos Fernando y Mª José.
En junio del año 2003 se creó el Club Antics Traumes Vall d'Hebron y Don Fernando Collado fue nombrado Presidente del mismo; en este acto sus discípulos y compañeros le demostraron el cariño que le tenían; fue una gran día para él.
Los que tuvimos la suerte de conocerle de cerca, siempre guardaremos un grato e inolvidable recuerdo suyo.