La medicina basada en evidencias (MBE) utiliza «consciente, explícita y juiciosamente la mejor evidencia científica clínica disponible para tomar decisiones sobre la atención a cada paciente»1, es decir, integra la experiencia clínica propia con la investigación clínica más rigurosa. Sin embargo, una serie de conceptos relacionados con la MBE como son la jerarquía de evidencia, metaanálisis, intervalos de confianza y diseños son tan amplios que hacen difícil que los cirujanos, investigadores y personal sanitario se puedan familiarizar con los principios y métodos de la MBE2.
Esto ha provocado que algunas revistas de nuestra especialidad, como el Journal of Bone and Joint Surgery americano (JBJS-Am) o el Journal of Orthopaedic Trauma, hayan incorporado una nueva sección dedicada a la MBE que recoge resúmenes de trabajos y metaanálisis, explicando su significado y los términos utilizados.
El JBJS-Am introdujo en junio de 2000 una sección que recogía estudios recientes de ensayos clínicos aleatorios de relevancia para la práctica del cirujano ortopédico. En el JBJS-Am se incluye el resumen de un artículo relacionado con la Cirugía Ortopédica y la Traumatología acompañado de los comentarios de un especialista. Se recogen resúmenes de trabajos publicados en el propio JBJS, en sus ediciones americana y británica, JAMA, Spine, Lancet, etc., hasta completar 32 revistas. El resumen de los trabajos es concreto y se presenta el objetivo del trabajo, el modelo diseñado, el lugar donde se ha realizado, los pacientes y los criterios de exclusión, las acciones realizadas, las mediciones efectuadas, los resultados más importantes y la conclusión o conclusiones. Se prescinde de introducción, discusión y bibliografía y se presenta una tabla que intenta englobar todo el estudio, seguido del comentario de un experto. Todo ello en una página de la revista.
Los títulos son sugerentes; por ejemplo que el reposo en cama y la actividad diaria son igual de efectivos en el tratamiento de la lumbalgia aguda, que las prótesis totales de rodilla, cementadas o no, tienen una supervivencia muy similar, que el cemento de hidroxiapatita en las fracturas distales del radio no obtiene tan buenos resultados como la fijación con agujas de Kirschner, o que los zapatos llamados ortopédicos no parecen ser mejores que los normales para prevenir las ulceraciones del pie. Sin olvidar trabajos sobre los tornillos pediculados en las artrodesis lumbares o el famoso trabajo publicado en el New England Journal of Medicine, divulgado en la prensa no científica, que señala que el lavado artroscópico no obtiene mejores resultados que una intervención placebo, haciendo únicamente las incisiones de la piel. Estos trabajos intentan dar a conocer ideas divulgadas sin demostración científica y romper mitos terapéuticos establecidos y repetidos.
Pero, además, desde enero de 2003, el JBJS-Am exige, entre las normas para publicar un trabajo, su índice del nivel de evidencia, sistema jerárquico que determina la calidad del estudio. Aunque hay muchos sistemas3, el JBJS-Am ha escogido 5 niveles para cada uno de los 4 tipos de posibles estudios (terapéutico, pronóstico, diagnóstico o económico). Los artículos enviados deben especificar la cuestión de investigación principal del trabajo y clasificarlo según una de las 4 categorías, para posteriormente adjudicarle un índice de evidencia que aparece al final del resumen4 (tabla 1).
Se puede pensar que todo estudio estadísticamente bien planteado es una forma de hacer MBE, pero esto no siempre es cierto, pues muchas veces las mejores evidencias provienen de estudios no aleatorios que constituyen la base para desarrollar hipótesis de trabajo futuras5. Sin embargo, a pesar de la metodología, algunos expertos solicitan nuevos trabajos más concluyentes o cuando se exponen resultados que no coinciden con su opinión, los desechan solicitando otro tipo de estudio. Y es que la MBE es una forma de diseñar un estudio siguiendo unos criterios metodológicos, calculando unos índices de beneficio o de éxito que no siempre dicen lo que hay que hacer o lo que a uno le gusta. Los ensayos clínicos comparativos, por muy completos que sean, nunca acaban de incluir todas las variables posibles, y siempre hay distintos puntos de vista y diferentes indicaciones para cada paciente.
Las revistas de Cirugía Ortopédica y Traumatología intentan adaptarse a las novedades que merecen la pena. La MBE es una de ellas. Es un objetivo del Comité de Redacción de nuestra Revista introducir trabajos comentados que ayuden a conocer mejor los resultados, que estimulen ensayos clínicos amplios y multicéntricos y aplicar los tratamientos más efectivos. La MBE no está exenta de errores y dificultades, pero ayuda a salir del bosque y ver los árboles, distinguir entre los principios básicos del sistema musculoesquelético, objetivar las distintas técnicas que se utilizan y comprender el numeroso instrumental disponible. Evita lo que se cuenta de un explorador del polo norte, que arrastrado en su trineo intentaba llegar a su objetivo. Estaba bien orientado pero, sin embargo, cada vez más lejos. Tardó un tiempo en percatarse de que se movía hacia el Norte sobre un enorme iceberg, que se desplazaba lentamente hacia el Sur.
Con respecto a nuestra página web, deseamos informar que además de nuestra revista estamos brindando y mejorando servicios como, por ejemplo, documentos de consentimiento informado, bolsa de trabajo, casos clínicos, una imagen un diagnóstico, bibliografía internacional, agenda de eventos, alertas bibliográficas personalizadas, webmails y muchos más, disponibles para nuestros socios.
La labor del Vicesecretario de la SECOT y coordinador de la Web, con la colaboración del Presidente, el Director de la Revista y su Comité de Redacción, la Junta Directiva y muchos más, ha sido fundamental. Para acceder a todos los servicios mencionados es necesario utilizar los datos de ususario y la clave personal, que se han hecho ya llegar a nuestros socios. Desde estas páginas, animamos a los miembros de la SECOT a utilizar la página web para facilitar su labor de lectura de nuestra Revista y participar en todos los servicios mencionados previamente. Finalmente, presentamos a continuación la lista de miembros del «Comité de Expertos» que valoraron artículos durante el año 2003. Agradecemos enormemente su labor de valoración de trabajos, que permite que nuestra Revista utilice el peer review, tan recomendable en las publicaciones de prestigio. Les animamos a seguir colaborando de forma tan desinteresada e importante.
El Comité de Redacción
Miembros del "Comité de Expertos" que han valorado artículos en el año 2003
J. Albiñana Cilveti
R. Alcalá-Santaella Oria de Rueda
S. Amillo Garayoa
S. Antuña Antuña
D. Aquerreta
J.M. Arandes Renú
E. Calvo Crespo
R. Canosa Sevillano
J. Cañadell Carafí
A. Cara del Rosal
J. Cordero Ampuero
R. Cugat Bertomeu
J.M. Curto Gamallo
J. de las Heras Soto
M. de Prado Serrano
T. Epeldegui Torre
A. Fernández Sabaté
Fernández-Baillo
L. Ferrández Portal
J. Ferrer
M. García Alonso
E. García Cimbrelo
S. García Mata
J. Gil Albarova
E. Gil Garay
X. Gil Mur
E. Gómez Barrena
J. González de Dios
J. González del Pino
J. Granero Xibert
E. Guerado Parra
D. Hernández Vaquero
A.M. Hidalgo Ovejero
M. Leyes Vence
A. Lizaur Utrilla
F. López Oliva
E. López Vázquez
F. Luna González
S. Más Moliné
J. Minguella Solá
R. Miralles Marrero
J.C. Monllau García
F. Montserrat Ramón
D. Moreta Munujos
A. Murcia Mazón
M. Núñez-Samper Pizarroso
M. Ortega Andreu
E.J. Ortiz Cruz
J. Paz Jiménez
A. Pérez Caballer
J. Pi Folguera
M.A. Plasencia Arriba
E. Queipo de Llano
J. Riba
J. Roca Burniol
J. Rodríguez de la Rúa
J. Sánchez Sotelo
C. Sebastián Bueno
M. Seral Iñigo
J. Usabiaga Zarranz
C. Torrens
J.R. Valentí Nin
M.A. Vidal Font
R. Viladot Pericé
M. Villanueva
C. Villas Tomé
J. Viñolas