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¿Mejora la fijación con placa la cirugía de Latarjet para la inestabilidad anterior glenohumeral?
Does plate fixation improve the Latarjet procedure for anterior glenohumeral instability?
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A. Portes
Autor para correspondencia
albaporteschiva@gmail.com

Autor para correspondencia.
, F. Santana, C. Torrens
Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Hospital del Mar, Parc de Salut Mar, Barcelona, España
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Tablas (3)
Tabla 1. Datos demográficos según grupo
Tabla 2. Resultados funcionales y complicaciones
Tabla 3. Tipos de complicaciones por subgrupos
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Resumen

La técnica de Latarjet es un procedimiento utilizado para tratar la inestabilidad glenohumeral anterior con pérdida ósea glenoidea. Se han descrito diversos sistemas de fijación para la coracoides en la literatura. Este estudio tiene como objetivo comparar los resultados en calidad de vida y complicaciones entre pacientes intervenidos mediante placa y tornillos (GP) y aquellos con tornillos sin placa (GSP) para la fijación de la coracoides.

Material y métodos

Estudio retrospectivo que incluye a pacientes con inestabilidad glenohumeral anterior y pérdida ósea glenoidea tratados con Latarjet en un mismo centro entre octubre de 2009 y febrero de 2021. Se analizaron 85 hombros, de los cuales 64 completaron al menos un año de seguimiento. Se excluyeron antecedentes quirúrgicos previos en el mismo hombro, pérdida ósea <10%, hiperlaxitud ligamentosa (test de Beighton >6) e infecciones previas. Se registraron complicaciones y se utilizaron los test de WOSI y Rowe para evaluar la calidad de vida y la reincorporación a la actividad deportiva.

Resultados

De los 64 pacientes, 35 fueron intervenidos con placa (GP) y 29 con tornillos (GSP). La edad media fue de 30±8,78años. Ambos grupos fueron estadísticamente comparables. No se encontraron diferencias significativas en el test de WOSI (p=0,140), en el test de Rowe (p=0,380) ni en complicaciones (p=0,692). Un mayor porcentaje del grupo GP volvió a la actividad deportiva (77,1% GP vs. 51,7% GSP, p=0,039).

Conclusiones

No se observaron diferencias significativas en calidad de vida, complicaciones o reluxaciones. Sin embargo, el uso de placa mostró una mayor predisposición al retorno deportivo (p=0,039) en pacientes con inestabilidad glenohumeral anterior.

Palabras clave:
Latarjet
Inestabilidad
Hombro
Cirugía deportiva
Luxación de hombro
Abstract

The Latarjet technique is a procedure used to treat anterior glenohumeral instability with glenoid bone loss. Various fixation systems for the coracoid have been described in the literature. This study aims to compare the results in quality of life and complications between patients treated with plate and screws (GP) and those with screws only (GSP) for coracoid fixation.

Material and methods

A retrospective study including patients with anterior glenohumeral instability and glenoid bone loss treated with Latarjet at the same center between October 2009 and February 2021. A total of 85 shoulders were analyzed, of which 64 completed at least one year of follow-up. Patients with previous surgical history in the same shoulder, bone loss <10%, ligamentous hyperlaxity (Beighton score >6), and previous infections were excluded. Complications were recorded, and the WOSI and Rowe tests were used to assess quality of life and return to sports activity.

Results

Of the 64 patients, 35 were treated with a plate (GP) and 29 with screws (GSP). The mean age was 30±8.78years. Both groups were statistically comparable. No significant differences were found in the WOSI test (P=.140), the Rowe test (P=.380) or in complications (P=.692). A higher percentage of the GP group returned to sports activity (77.1% GP vs. 51.7% GSP, P=.039).

Conclusions

No statistically differences were observed in quality of life, complications, or re-dislocations. However, the use of a plate showed a greater predisposition to return to sports activity (P=.039) in patients with anterior glenohumeral instability.

Keywords:
Latarjet
Instability
Shoulder
Sports surgery
Shoulder dislocation
Texto completo
Introducción

El número de intervenciones de estabilización ósea mediante la técnica de Latarjet ha aumentado exponencialmente en las últimas décadas1, convirtiéndose en un procedimiento quirúrgico cada vez más común en pacientes con inestabilidad glenohumeral anterior. A pesar de ello, la elección de esta técnica sigue siendo motivo de debate entre los expertos. Actualmente existe una tendencia creciente a considerarla adecuada en pacientes con inestabilidad anterior recidivante y pérdida ósea, especialmente cuando han fracasado procedimientos previos de estabilización de partes blandas2, o cuando se identifican factores de riesgo que podrían aumentar la probabilidad de fracaso (sexo masculino, hipermovilidad glenohumeral3).

Entre los tipos de fijación para asegurar la apófisis coracoides a la glenoides se incluye la utilización de uno o dos tornillos metálicos, placa con tornillos, sistemas de suspensión con y sin metal4 y suturas irreabsorbibles5. La fijación de la coracoides en la técnica de Latarjet originariamente se realizaba mediante un solo tornillo6. Posteriormente se estandarizó el uso de dos tornillos para aumentar la compresión de la coracoides con el reborde anterior de la glenoides7, aunque esta técnica no estaba exenta de complicaciones, como la osteólisis y la rotura del injerto. Por ello se desarrolló el aumento de la superficie de contacto entre el material y el injerto mediante una placa8.

Actualmente no hay publicado en la literatura ningún artículo que compare los resultados en calidad de vida y reincorporación a la actividad deportiva entre la fijación con placa y tornillos versus la fijación solo con tornillos para la técnica de Latarjet.

El objetivo de este estudio es comparar los resultados de calidad de vida para la inestabilidad de hombro, las tasas de complicación y reluxación, y la predisposición al retorno a la actividad deportiva tras la fijación con placa y tornillos frente al uso de solo tornillos para la fijación de la coracoides. Nuestra hipótesis es que no existen diferencias en cuanto a resultados de calidad de vida, tasa de complicaciones, reluxaciones y retorno a la actividad deportiva tras estabilizar la coracoides mediante placa y tornillos (GP) o con dos tornillos sin placa (GSP).

Material y métodos

Se realizó un estudio retrospectivo de cohortes que incluía a aquellos pacientes con inestabilidad glenohumeral anterior asociada a lesión ósea glenoidea tratados mediante estabilización ósea según la técnica de Latarjet entre octubre de 2009 y febrero de 2021. De forma secuencial, en aquellos pacientes intervenidos entre octubre de 2009 y julio de 2017 se fijó la coracoides con dos tornillos sin placa (GSP), mientras que en los 35 pacientes restantes intervenidos entre agosto de 2017 y febrero de 2021 se fijó la coracoides con placa y tornillos (GP). Todas las intervenciones se realizaron en un único centro y por un solo cirujano ortopédico especializado en cirugía de hombro.

El estudio se realizó de conformidad con los estándares éticos reconocidos por la Declaración de Helsinki y la resolución 008430 de 1993, y cuenta con la aprobación del Comité de Ética en Investigación de nuestro centro (CEIC) con número de referencia 2023/11267, obteniéndose el consentimiento informado por escrito de todos los pacientes que participaron en el estudio.

Criterios de inclusión

Pacientes de 14 años o más diagnosticados de inestabilidad glenohumeral anterior del hombro, pérdida ósea glenoidea (>10%) y lesión de Hill-Sachs de la cabeza humeral <40% (lesiones off-track), confirmándose la pérdida de sustancia ósea preoperatoriamente mediante tomografía axial computarizada (TAC) y resonancia magnética (RM).

Criterios de exclusión

Pacientes menores de 14años, defecto óseo glenoideo <10% o >40% de la cabeza humeral, comorbilidades significativas en el hombro afecto (cirugías previas no relacionadas con inestabilidad, infección articular previa) y comorbilidades médicas significativas que pudieran alterar la eficacia de la intervención quirúrgica o del seguimiento.

Medidas de resultados

La principal medida de resultado fue la puntuación en porcentaje de la escala de WOSI adaptada al español para evaluar la calidad de vida en la inestabilidad de hombro. Se utilizó el sistema de puntuación descrito en la publicación original, de modo que una puntuación más baja refleja unos resultados con mejor puntuación en la calidad de vida9, siendo la puntuación más alta posible de 2.100 puntos y la más baja de 0 puntos (para expresar los resultados en el test de WOSI, el total acumulado se resta de 2.100 y se divide por 21, expresándose el resultado en porcentaje, donde un 0% es un resultado excelente y un 100% un resultado pésimo). Además de las diferencias cuantitativas, se comparó con la diferencia mínima clínicamente importante (MCID) percibida por el paciente en el test de WOSI según el estudio de Menendez et al.10.

También se utilizó el test de Rowe para evaluar la calidad de vida ajustada a inestabilidad de hombro, que se fundamenta en un sistema de puntuación de 0 a 100 puntos, de modo que la puntuación más baja (0 puntos) refleja peores resultados y la puntuación más alta (100 puntos) refleja resultados excelentes.

Se recogieron la tasa de complicaciones y el retorno a la actividad deportiva. Se consideraron como complicaciones: la reabsorción o fractura del injerto, la rotura o aflojamiento del material, la recidiva de luxación o la lesión neurológica, producidas en cualquier momento durante el seguimiento. El diagnóstico de estas complicaciones se estableció correlacionando la clínica del paciente con las radiografías de control (anteroposterior, outlet y de Bernageau), y complementando el estudio con imágenes de TAC para obtener una valoración más precisa.

La actividad deportiva se evaluó mediante dos preguntas. Se preguntó a todos los pacientes si realizaban deporte previamente a la cirugía. En caso de responder «sí», se preguntaba por si habían reiniciado la actividad posteriormente a la cirugía, considerándose que habían vuelto a la actividad deportiva aquellos pacientes que realizaban el mismo nivel de deporte tras mínimo un año de seguimiento.

Técnica quirúrgica

En todos los pacientes se realizó la técnica de Latarjet-Patte abierta. Para ello se realizó un abordaje deltopectoral preservando la vena cefálica. Se procedió a la osteotomía de la coracoides. Esta se realizó a 2,5cm de la punta de la coracoides. La artrotomía se realizó mediante una sección longitudinal del subescapular, y la cápsula anterior se seccionó paralela al reborde glenoideo. Como método de fijación se utilizaron dos tornillos 4,5×38mm maleolares de Synthes® (GSP), o dos tornillos de 3,75×36mm y con placa de Arthrex® (GP).

El postoperatorio y los tiempos de inmovilización fueron idénticos entre ambos grupos, realizándose 3semanas de inmovilización con cabestrillo. A las 3semanas se instruía al paciente para realizar ejercicios pasivos con polea. A partir de la octava semana se iniciaron ejercicios de movilidad activa, y a las 12semanas, ejercicios contra resistencia. Durante los primeros 6meses postcirugía se recomendó evitar los deportes de contacto.

Análisis de datos

Se realizó un análisis estadístico descriptivo para todas las variables quirúrgicas preoperatorias, empleándose medidas de tendencia central para las variables cuantitativas y de frecuencias absolutas y relativas para las variables categóricas. Para la comparación de grupos se recurrió al test no paramétrico de Mann-Whitney y a la prueba exacta de Fisher. Se fijó un nivel de p<0,05 para la consideración de diferencias estadísticamente significativas. Todos los análisis fueron llevados a cabo con el paquete estadístico STATA v.15.1.

Resultados

Ochenta y cinco pacientes intervenidos mediante la técnica de Latarjet entre octubre de 2009 y febrero de 2021 fueron incluidos en el estudio. Veintiún pacientes (24,7%) no completaron un mínimo de 1año de seguimiento y fueron excluidos, siendo la tasa de seguimiento del 75,3%. En total, se incluyeron 64 pacientes (en 35 de ellos se fijó la coracoides con dos tornillos y una placa, y en los 29 restantes con dos tornillos) con una edad media de 31,3±8,78años (tabla 1). El 82,8% de los pacientes eran del sexo masculino, y un total de 37 casos (57,8%) fueron intervenidos del hombro derecho. Las pruebas de imagen (TAC y RM) previas a la cirugía evidenciaron una lesión de partes blandas con lesión de Hill-Sachs y pérdida ósea asociada de <40% en la cabeza humeral y >10% en la glenoides. El seguimiento medio de la muestra fue de 23,70meses, con un seguimiento mínimo de 12meses y máximo de 103meses.

Tabla 1.

Datos demográficos según grupo

  Placa  Tornillos  Total   
Número de pacientes  35  29  64 
Edad        0,142 
Media (DE)  29,69 (7,93)  33,24 (9,50)  31,30 (8,78)   
Mediana (Q1, Q3)  29,0 (25,0, 34,0)  30,0 (25,0, 41,0)  30,0 (25,0, 37,0)   
Min, máx  17,0, 50,0  19,0, 55,0  17,0, 55,0   
Sexo        0,319 
Masculino  27 (77,1%)  26 (89,7%)  53 (82,8%)   
Femenino  8 (22,9%)  3 (10,3%)  11 (17,2%)   
Lesióna        0,819 
3 (8,6%)  4 (13,8%)  7 (10,9%)   
II  20 (57,1%)  15 (51,7%)  35 (54,7%)   
III  12 (34,3%)  10 (34,5%)  22 (34,4%)   
Lateralidad        1,000 
Derecha  20 (57,1%)  17 (58,6%)  37 (57,8%)   
Izquierda  15 (42,9%)  12 (41,4%)  27 (42,2%)   

DE: desviación estándar.

a

Lesión grado I (lesión de partes blandas), grado II (partes blandas + lesión de Hill-Sachs), grado III (lesión con pérdida ósea de <13,5% glenoides).

No se encontraron diferencias estadísticamente ni clínicamente significativas en las distintas escalas utilizadas para evaluar la inestabilidad del hombro, con valores de p=0,140 para el test de WOSI (IC95%: 19,21 a 30,69) y p=0,380 para la escala de Rowe (IC95%: 72,53 a 83,01) (tabla 2). El grupo GP obtuvo una puntuación superior en ambas escalas, alcanzando un porcentaje medio del 20,37% (DE: 19,90) en el test de WOSI, en comparación con un 30,48% (DE: 25,46) en el grupo de pacientes estabilizados con tornillos sin placa (GSP). En cuanto a la escala de Rowe, el grupo GP presentó una puntuación media de 80,14 (DE: 21,47), en contraste con 75,52 (DE: 20,33) en el grupo GSP.

Tabla 2.

Resultados funcionales y complicaciones

  Placa  Tornillos  Total   
  (n = 35)  (n = 29)  (n = 64) 
WOSI (en %)        0,140 
Media (DE)  20,37 (19,90)  30,48 (25,46)  24,95 (22,96)   
Mediana (Q1, Q3)  14,0 (4,0, 29,0)  22,0 (7,0, 50,0)  19,5 (6,0, 38,0)   
Min, máx  0,0, 74,0  0,0, 84,0  0,0, 84,0   
Rowe (en puntuación)        0,380 
Media (SD)  80,14 (21,47)  75,52 (20,33)  77,77 (20,98)   
Mediana (Q1, Q3)  90,0 (67,5, 95,0)  80,0 (55,0, 95,0)  80,0 (60,0, 95,0)   
Min, máx  25,0, 100,0  40,0, 100,0  25,0, 100,0   
Deporte        0,039 
Sí  27 (77,1%)  15 (51,7%)  42 (65,6%)   
No  8 (22,9%)  14 (48,3%)  22 (34,4%)   
Complicaciones        0,692 
No  32 (91,4%)  25 (86,2%)  57 (89,1%)   
Sí  3 (8,6%)  4 (13,8%)  7 (10,9%)   
Reluxaciones        0,201 
No  35 (100,0%)  27 (93,1%)  62 (96,9%)   
Sí  0 (0,0%)  2 (6,9%)  2 (3,1%)   

DE: desviación estándar.

En cuanto al número de complicaciones, no hubo diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos (p=0,692) (tabla 2). Estas se subdividieron en rotura del injerto, aflojamiento del material, recidiva de luxación y lesión neurológica, siendo la complicación más frecuente la rotura del injerto (tabla 3). Dos pacientes del grupo GP y un paciente del grupo GSP presentaron rotura del injerto, y un paciente de cada grupo experimentó aflojamiento del material. La integración y la reabsorción del injerto se evaluaron mediante las proyecciones radiográficas anteroposterior (AP), outlet y Bernageau. En aquellos casos en los que se observaron en las radiografías signos de osteólisis, rotura o reabsorción del material, se amplió el estudio con una TAC.

Tabla 3.

Tipos de complicaciones por subgrupos

  Placa(n = 3)  Tornillos(n = 4)  Total(n = 7) 
Rotura del injerto 
Aflojamiento del material 
Recidiva luxación 
Lesión neurológica 

En el análisis del número de reluxaciones, se registraron un total de 2 casos en el grupo GSP, mientras que en el grupo GP no se reportaron reluxaciones. En ambos casos de reluxación, los pacientes fueron reintervenidos mediante la técnica descrita por Eden-Hybinette.

Un mayor porcentaje de pacientes en el grupo GP reanudaron la actividad deportiva al mismo nivel que al previo a la cirugía en comparación con los pacientes del grupo GSP (77,1% vs 51,7%; p=0,039) (tabla 2).

Discusión

Este estudio confirma la hipótesis inicial de que no existen diferencias en cuanto a resultados de calidad de vida para inestabilidad de hombro, tasa de complicaciones y reluxaciones tras la estabilización de la coracoides mediante placa y tornillos (GP) o con dos tornillos (GSP). Sin embargo, sí se encontraron diferencias entre estos dos métodos en cuanto al retorno a la actividad deportiva, habiendo demostrado la estabilización con placa una tasa más alta de reincorporación al mismo nivel de deporte.

Los resultados de calidad de vida mediante el test de WOSI son similares a los descritos en la literatura tanto tras la fijación con placa y tornillos como con tornillos sin placa11-13, destacando que la mayor parte de los estudios solo incluyen pacientes intervenidos sin placa. Asimismo, los resultados obtenidos para la escala de inestabilidad de Rowe son coherentes con los hallazgos documentados en la literatura existente14,15.

Aunque en nuestra muestra no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a calidad de vida para inestabilidad entre ambos métodos de fijación, a partir de agosto de 2017 se comenzó a estabilizar la coracoides mediante placa. Esta decisión se tomó en base a la reproductibilidad de la técnica y a la evidencia aportada por estudios biomecánicos, como los de DiGiacomo8,16, que muestran una mejora en la distribución de las fuerzas aplicadas a la compresión entre la glenoides y la coracoides transpuesta. Esto podría facilitar la integración del injerto y tener un impacto positivo en la estabilidad y la tasa de complicaciones, entre ellas la reluxación.

En cuanto al retorno a la actividad deportiva, Baverel et al.17 publicaron en 2018 un estudio retrospectivo en el que se analizaba a 106 pacientes con inestabilidad glenohumeral anterior en los que se fijaba la coracoides con dos tornillos mediante la técnica de Latarjet. Demostraron que, tras un seguimiento medio de 46meses, un 79% de los deportistas de élite volvían al mismo nivel de actividad deportiva, frente a un 43% de los deportistas recreacionales. Hurley et al.18 observaron que, tras un seguimiento medio de 83,5 meses, el 73% de los pacientes volvían a practicar deporte al mismo o a un nivel superior. Y en otra revisión sistemática, Abdul-Rassoul et al.19 informaron de que un 84% de los pacientes volvían a practicar deporte tras un procedimiento de Latarjet, la mayoría de ellos al mismo nivel que previamente. Nuestros resultados en cuanto al retorno a la actividad deportiva son similares a los descritos en la literatura. Sin embargo, hasta la fecha no se ha publicado ningún estudio que compare directamente el retorno al deporte para las diferentes técnicas de fijación en la técnica de Latarjet. En nuestro estudio observamos que la predisposición al retorno a la actividad deportiva fue mayor en el grupo con fijación mediante placa (77,1%) en comparación con el grupo con fijación solo con tornillos (51,7%).

En cuanto a la tasa de complicaciones, hemos observado un 8,6% de complicaciones en los pacientes del grupo GP y un 13,8% en los pacientes del grupo GSP. En la literatura, la tasa de complicaciones ha demostrado ser muy heterogénea. Gilat et al.20, en su revisión sistemática publicada en 2020, observaron un 5% de complicaciones tras 5años de seguimiento. Schmid et al.21 reportaron una tasa de complicaciones similar a la presente en nuestro estudio, con un 12% de complicaciones tras 3años de seguimiento. Por el contrario, Shah et al.22 observaron una tasa de complicaciones de hasta el 25% a los 3años de fijación con dos tornillos para la técnica de Latarjet.

Por otro lado, nuestro estudio demostró una tasa relativamente baja de reluxación (0% para placa y 6,9% para tornillos) si se compara con la literatura, donde oscila entre el 0 y el 12%23.

Este estudio presenta también varias limitaciones. En primer lugar están las limitaciones propias de un estudio retrospectivo. Seguidamente, se trata de un estudio con una tasa de seguimiento del 75,3%, lo que creemos puede estar condicionado por tratarse de pacientes jóvenes que, una vez remitida la clínica de inestabilidad, hayan decidido abandonar el seguimiento. También podría tratarse de pacientes insatisfechos o con una inestabilidad postoperatoria que hayan decidido seguir el tratamiento en otro centro, aunque no haya datos en la historia clínica electrónica de que haya sido así. Por último, también existe la posibilidad de un sesgo cognitivo secundario a la curva de aprendizaje durante los años en los que se realizó el estudio por el cirujano responsable.

Conclusiones

Ambas técnicas de fijación no demuestran diferencias en cuanto a calidad de vida para inestabilidad glenohumeral evaluada mediante el test de WOSI, test de Rowe, tasa de complicaciones y reluxaciones. Por otra parte, sí existen diferencias con una mayor predisposición al retorno a la actividad deportiva en aquellos pacientes en los que se realizó una fijación con placa.

Nivel de evidencia

Nivel de evidencia III.

Financiación

Esta investigación no ha recibido ninguna financiación específica de agencias de los sectores público, comercial o sin ánimo de lucro.

Consideraciones éticas

El estudio se realizó de conformidad con los estándares éticos reconocidos por la Declaración de Helsinki y la resolución 008430 de 1993, y cuenta con la aprobación del Comité de Ética en Investigación de nuestro centro (CEIC) con número de referencia 2023/11267, obteniéndose el consentimiento informado por escrito de todos los pacientes que participaron en el estudio.

Conflicto de intereses

Los autores declaran que no existen conflictos de intereses relacionados con la publicación de este artículo.

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