El término burnout es sinónimo de desgaste profesional, y su traducción literal al castellano es «estar quemado». El síndrome de desgaste profesional hace referencia a un tipo de estrés laboral e institucional generado a consecuencia del ejercicio de algunas profesiones de ayuda, como es la Medicina, donde los sujetos trabajan a diario con personas, en las cuales lo habitual es el enfrentamiento con emociones intensas de dolor o enfermedades y sufrimiento psíquico1. El síndrome de desgaste profesional puede tener repercusiones psicosomáticas, conductuales, emocionales, familiares y sociales, y puede ser motivo de absentismo laboral y de bajo rendimiento en el trabajo.
Los estudios publicados en otras especialidades manifiestan un aumento progresivo de este fenómeno, especialmente en médicos de atención primaria y en determinadas especialidades como Oncología o Enfermedades Infecciosas 2,3-6. No hay ningún estudio publicado hasta la fecha sobre la prevalencia de este síndrome en cirujanos ortopédicos7.
Así pues, considerando importante saber en qué situación se encuentran los médicos especialistas en Cirugía Ortopédica se plantearon los siguientes objetivos: a) determinar la prevalencia del síndrome de desgaste profesional en los cirujanos ortopédicos, b) detectar la posible asociación del síndrome con alguna variable sociodemográfica o laboral en nuestro medio y c) conocer las propuestas de los propios médicos para mitigarlo.
MATERIAL Y MÉTODO
Se ha realizado un estudio transversal y descriptivo entre 435 cirujanos ortopédicos, elegidos aleatoriamente, de toda España y todos los de la provincia de Jaén, mediante un cuestionario auto administrado remitido por correo y anónimo, que incluía una carta de presentación y un sobre franqueado para su devolución de forma anónima, sin comentar el objeto de estudio para no sensibilizar a los encuestados sobre el tema.
Los sujetos estudiados debían cumplir los requisitos de ser médicos especialistas en Cirugía Ortopédica y estar en activo en el momento del estudio. Se excluyó a los médicos residentes de la especialidad.
La encuesta cuenta con tres partes:
1) Una encuesta sobre variables socio-demográficas, de elaboración propia, referida a datos de filiación y aspectos laborales: edad, sexo, estado civil, número de hijos, años de ejercicio en la profesión, tipo de contrato de trabajo, número de guardias, trabajar en el sector privado y/o público.
2) Cuestionario Maslasch Burnout Inventory (MBI), cuestionario auto administrado. Se utiliza una versión traducida y validada del original8 que ha sido utilizada en numerosos estudios9,10. Se trata de un cuestionario de 22 ítems con 7 opciones de respuesta (escala likert de 0 a 6: a cada item se le asigna una puntuación y luego se suman todas) que contiene las siguientes subescalas: a) cansancio emocional (CE): sentimiento del sujeto respecto a encontrarse saturado emocionalmente por el trabajo (9 ítems); b) despersonalización (DP): respuesta fría e impersonal hacia los pacientes (5 ítems) y c) realización personal o logros personales (LP): sentimiento de competencia y eficacia en la realización del trabajo (8 ítems). Las puntuaciones altas en CE y DP y bajas en LP se correlacionan con un mayor nivel de burnout (tabla 1).
3) Un cuestionario de opinión, de elaboración propia, con 10 propuestas para mitigar y/o prevenir el síndrome de burnout, invitando a los participantes a marcar las 3 propuestas que consideren más importantes en su opinión. Se añade, además, un apartado de sugerencias (tabla 2).
En el análisis estadístico las medidas cuantitativas continuas se expresaron con la media ± desviación estándar, y las medidas cuantitativas discretas con el porcentaje. La asociación entre factores se analizó mediante ANOVA.
RESULTADOS
El número total de encuestas recibidas fue de 169 (tasa de respuesta del 38,85%), de las cuales 20 fueron excluidas por no ser debidamente cumplimentadas o por ser recibidas fuera de plazo (dos meses).
El grupo estudiado estuvo formado por 139 varones (93,3%) y 10 mujeres (6,7%), con edades comprendidas entre los 33 y 69 años (media de 49,75 ± 8,43). Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
Estado civil: 144 (96,6%) tienen pareja estable y 5 (4,4%) no.
Número de hijos: 18 (12,1%) no tienen hijos, 15 (10,1%) tienen uno y 115 (77,2%) tienen más de uno.
Tipo de contrato de trabajo: 117 (78,5%) son fijos, 22 (14,8%) son interinos y 6 (4,1%) tienen un contrato temporal.
Tiempo de ejercicio en la profesión: 91 de los encuestados (61,1%) ejercen desde hace más de 20 años, 19 (12,8%) entre 15-20 años, 14 (9,4%) entre 10-15 años, 19 (12,8%) entre 5-10 años y 6 (4%) menos de 5 años.
Realización de guardias: 59 (39,6%) no realizan ninguna, 7 (4,7%) realizan entre 1-2 guardias al mes, 34 (22,8%) entre 3-4 guardias y 49 (32,9%) 5 o más guardias al mes.
En cuanto al ámbito de trabajo, 56 (37,6%) trabajan exclusivamente en el sector público, 14 (9,4%) solo en el privado y 79 (53%) trabajan en ambos.
En el cuestionario de opinión, referente a posibles medidas para prevenir y/o mitigar el síndrome de burnout, las opciones mayoritariamente elegidas fueron: «remuneración económica más satisfactoria» (65,1%), «disminuir el número de pacientes por día en la consulta» (52,35%) y «aumento del prestigio profesional» (44,97%).
Los valores medios de puntuación absoluta obtenidos en las distintas escalas fueron de 25,39 ±12,47 puntos para el cansancio emocional, 11,82 ±4,96 puntos para la despersonalización y 38,41 ±7,47 puntos para realización personal, resultados que sitúan a los participantes en un grado medio de desgaste para cansancio emocional y realización personal y alto para despersonalización (tabla 1).
En la muestra se ha constatado un nivel alarmante de burnout: un 44,1% de los encuestados presentaron puntuaciones altas en cansancio emocional, un 64,60% en despersonalización, y un 24,5% puntuó muy bajo en realización personal (tabla 3).
En el análisis estadístico realizado entre las distintas variables estudiadas y el síndrome de burnout se han encontrado diferencias significativas (p < 0,05) en:
1) Descendencia. Presentan mayor realización personal los profesionales que tienen más de un hijo que los que no tienen hijos o tienen solo uno.
2) Tipo de contrato. Los cirujanos ortopédicos que tienen un contrato fijo presentan un mayor grado de realización personal que los que tienen contrato interino o temporal.
3) Ámbito de trabajo. Los cirujanos ortopédicos que trabajan en el ámbito privado presentan un menor grado de despersonalización que los profesionales que trabajan en el público o en ambos a la vez. También se ha encontrado mayor realización personal entre los profesionales que trabajan en el sector privado frente a los que trabajan en el público.
No hay diferencias significativas en ninguna de las subescalas de burnout entre traumatólogos de distinta edad, ni en cuanto al sexo, estado civil, o número de guardias que realizan al mes.
DISCUSIÓN
No se ha encontrado ningún estudio publicado en la literatura (MEDLINE, Índice Médico Español, Internet) que trate específicamente sobre el síndrome de burnout en médicos especialistas en Cirugía Ortopédica y Traumatología. Sí hay muchos estudios sobre médicos de atención primaria y sobre diversas especialidades. Tan sólo hay un estudio en el que se incluya a los cirujanos ortopédicos, pero se analizan junto a otras especialidades, y no se detallan específicamente11.
Si comparamos los datos obtenidos en nuestro estudio con los datos de este estudio internacional y con el estudio más grande publicado sobre médicos de atención primaria españoles, encontramos un alto grado de desgaste profesional entre los cirujanos ortopédicos españoles, fundamentalmente en la variable de despersonalización10,11 (tabla 4).
Es importante destacar la elevada tasa de burnout apreciada entre los cirujanos ortopédicos de nuestro país, que refleja un mayor cansancio emocional, y un mayor grado de despersonalización que en otros estudios sobre otras especialidades12,13. Resulta sorprendente que, sin embargo, los niveles de realización personal, aunque son bajos, son algo mejores que los de los demás estudios, lo que indica que se está relativamente conforme con lo alcanzado en la vida.
Las consecuencias para quien padece este síndrome son graves (desmotivación, frustración, depresión, drogodependencias), pero además trasciende a sus familiares (separaciones, malos tratos), a la empresa (absentismo, reducciones importantes del rendimiento, etc.) y, lo que es más grave si cabe, a sus pacientes con la aparición de iatrogenia e insatisfacción en la relación médico-paciente14.
Respecto a las variables sociodemográficas, los resultados de este estudio están en la línea de los publicados, en el sentido de que las variables sociodemográficas se correlacionan escasamente con el grado de desgaste profesional15. Sin embargo, en nuestro estudio sí se han encontrando algunas diferencias significativas en las variables de ámbito de trabajo, número de hijos y tipo de contrato de trabajo.
En cuanto a las propuestas para mitigar el desgaste profesional, son muy similares a las encontradas en otros estudios. Cabe destacar que lo que más demandan los profesionales, por encima de las mejoras laborales, es una mejor remuneración económica.
Resulta llamativo el elevado porcentaje de respuesta que se ha obtenido, similar al de otros estudios realizados mediante encuestas por correo12. Esto hace pensar que el tema del desgaste profesional ha despertado gran interés entre los cirujanos ortopédicos.
Para finalizar, hay que ser conscientes de que las mayores limitaciones o sesgos de este estudio se encuentran en la mayor o menor sinceridad de los profesionales al responder al cuestionario. Sin embargo, este cuestionario es considerado por diversos autores como uno de los mejores sobre el burnout, y es el más utilizado.
En conclusión, la prevalencia de desgaste profesional en los cirujanos ortopédicos españoles es muy alta, superior a la encontrada en otros países y en otras especialidades. Es particularmente significativo el hecho de que trabajar en el ámbito privado suponga un menor grado de desgaste profesional. Es una responsabilidad individual e institucional la tarea de mejorar las condiciones de trabajo de los cirujanos ortopédicos, para realizar su trabajo con un nivel óptimo de calidad, eficiencia, y satisfacción personal, sobre todo en el ámbito público.
Fuente de financiación:
Grupo CTS-380 Cirugía Ortopédica. Financiado por la Junta de Andalucía (Plan Andaluz de Investigación 1997-2003).
Conflicto de intereses. Los autores no hemos recibido ayuda económica alguna para la realización de este trabajo. Tampoco hemos firmado ningún acuerdo por el que vayamos a recibir beneficios u honorarios por parte de alguna entidad comercial. Por otra parte, ninguna entidad comercial ha pagado ni pagará a fundaciones, instituciones educativas u otras organizaciones sin ánimo de lucro a las que estemos afiliados.