Sr. Editor:
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, cerca del 20% de la población española > 65 años vive sola en sus domicilios, sin cónyuge ni hijos1, con graves problemas en muchas ocasiones a la hora del cuidado personal. En un marco ideal, los servicios de ayuda a domicilio deberían cubrir todas sus necesidades básicas y ser la alternativa a la institucionalización de los mayores dependientes. En el campo que nos compete, la salud bucodental, esto no es así: ni en los centros geriátricos ni en los propios domicilios, la asistencia odontológica que se les presta, en particular la higiene oral diaria, llega hasta mínimos necesarios para mantener una salud oral aceptable. Los últimos datos epidemiológicos sobre el estado de salud bucodental de los mayores en nuestro país describen situaciones graves, como porcentajes de desdentados superiores al 30%, una media de 14 dientes entre los dentados, un promedio de 2,2 caries por individuo, una ausencia de higiene bucal total en más del 50% de los estudiados y una media de 4 años desde la última visita al dentista2. Ante este panorama, nos vemos obligados a poner soluciones de inmediato, comenzando por lo más básico: la higiene oral diaria, causa de la mayor parte de los problemas anteriormente referidos.
En la mayoría de los casos, los mayores que viven solos son incapaces de mantener una higiene oral correcta, dado que se trata de una maniobra instrumental compleja donde se necesita una movilidad de miembros superiores adecuada, la posibilidad de mantenerse frente al lavabo un cierto tiempo, y la suficiente capacidad visual para coger los instrumentos y cepillar los dientes o prótesis. Dada la dificultad de la tarea, son los auxiliares de ayuda a domicilio o familiares los responsables de la higiene bucal.
Nuestra experiencia en Programas Odontológicos de Ayuda a Domicilio3 nos indica que las personas que aportan dichos servicios no tienen la suficiente formación básica en salud e higiene bucodental de personas mayores, y en el caso de tenerla, la falta de motivación, el poco tiempo para realizar la asistencia y el desinterés del usuario o su familia les lleva a abandonar todo intento de mantener una higiene bucal aceptable. Con el ánimo de mejorar esta situación, los programas que actualmente tenemos en marcha se van a completar con una formación específica de los trabajadores de ayuda a domicilio y familiares en cuestiones de salud e higiene bucodental. En un primer acercamiento al problema, quisimos conocer de primera mano cuáles eran las actitudes y conocimientos de los cuidadores en todos estos temas, con el fin de planificar la formación necesaria.
Los resultados no fueron muy alentadores. De los 55 auxiliares que cumplimentaron el cuestionario, más del 70% no cepillaba los dientes o prótesis dentales de manera sistemática a sus usuarios, aun a pesar de tener la higiene corporal como uno de sus cometidos, el 23% no revisaba la boca o prótesis de sus mayores nunca y más del 34% refería no saber cepillar los dientes y prótesis o tenían muchas dudas al respecto. Además, se preguntó sobre sus conocimientos básicos de lesiones orales más frecuentes (caries, enfermedad periodontal, ulceraciones orales, boca seca, candidiasis y cáncer oral) y sobre los métodos más adecuados para prevenirlas (control mecánico y químico de placa bacteriana, cuidado de las prótesis, signos de alarma de cáncer oral y lesiones orales premalignas). Los datos peores tenían que ver con las lesiones de tejidos blandos (candidiasis, boca seca, tratamiento y etiología de las ulceraciones orales, etc.).
Las razones que justifican estos resultados son variadas: escasa formación en temas odontológicos y baja cualificación de los trabajadores de ayudas a domicilio, sobrecarga de trabajo y estrés provocado por los continuos desplazamientos, pocas infraestructuras e instrumentales para la higiene oral en los domicilios y dificultades para contactar con los servicios médicos especializados4. Por todo ello, el personal de ayuda a domicilio debe recibir información permanente sobre cómo mantener niveles correctos de salud oral en los mayores, cómo realizar revisiones sistemáticas básicas de la cavidad oral y cuáles son las principales señales de alarma en la cavidad oral que justifica la remisión inmediata del usuario a los servicios de odontología correspondientes5.