El 24 de marzo fue creada en el área sanitaria de A Coruña y Cee la «Unidad de coordinación y apoyo asistencial de las residencias sociosanitarias» como respuesta a la crisis sanitaria del coronavirus (COVID-19), abarcando 64 residencias con un total de 3.800 habitantes. Según los estudios realizados en este tipo de pacientes, la mayoría son asintomáticos o paucisintomáticos, presentando, sin embargo, altas cargas virales1. Por ello, las estrategias basadas en la presencia de síntomas son poco valiosas y el Servicio Gallego de Salud emitió instrucciones para tomar muestras a todas las personas de las residencias sociosanitarias, organizando los equipos médicos en cada una según la estructura de la misma y el número de positivos.
Los autores de este escrito, siendo parte de dichos recursos, realizamos un estudio unicéntrico observacional, descriptivo y retrospectivo. La población a estudio fueron los habitantes de una residencia sociosanitaria de dicha área que dieron positivo en las PCR (polymerase chain reaction, Allpex 2019-nCoV Assay-Seegene) para SARS-CoV-2, efectuadas entre el 22 de marzo del 2020 y el 9 de junio del 2020, y que fueron atendidos por médicos del Sistema Gallego de Salud.
La residencia de mayores de la que se extraen los datos expuestos, con capacidad para 150 usuarios, fue dotada de personal sanitario (médico y enfermería) que reforzó el equipo asistencial de la propia institución, con atención las 24 h del día. El edifico consta de cinco plantas; los usuarios positivos a COVID-19 se concentraron en las tres superiores, adoptando las medidas de aislamiento y de prevención necesarias para la estancia, seguimiento y tratamiento. Se realizaban visitas médicas diarias y toma de constantes, al menos, tres veces al día.
Los autores de este escrito basaron sus decisiones clínico-asistenciales en el «Protocolo para el manejo de la infección por SARS-CoV-2 en el ámbito de las residencias de mayores» del Servicio Gallego de Salud2. Las variables fueron extraídas de la historia clínica y entregadas de forma anónima por la propia residencia (protocolo aprobado por el Comité de Ética de la Investigación de A Coruña – Ferrol).
Se evaluaron 99 pacientes, 75 mujeres (76%) y 24 hombres (24%), con una edad media de 84,08 años (desviación estándar [DE] 9,23). Las medias del índice de Barthel, índice de Charlson ajustado por edad y de la clinical frailty scale (CFS) fueron, respectivamente, de 48,08 (DE 37,37), 7,1 (DE 1,92) y 6,13 (DE 1,68).
Presentaron síntomas el 63,64% de los residentes (tabla 1). Entre los que experimentaron fiebre o febrícula, la duración de la misma fue de 3,76 días (DE 2,1). La media de días con PCR positiva fue de 28,87 (DE 11,45) y de días con síntomas de 11,64 (DE 11,20). El 58,59% de los pacientes tuvieron que recibir tratamiento específico para la COVID-19 (tabla 1).
Frecuencia de comorbilidades, síntomas o signos presentados y del tratamiento utilizado
Comorbilidades | n | % |
---|---|---|
HTA | 64 | 64,65 |
ECV | 45 | 45,45 |
DM | 22 | 22,22 |
Cáncer | 17 | 17,17 |
ERC | 10 | 10,10 |
EPOC | 4 | 4,04 |
Síntomas y signos (n = 63) | n | % |
---|---|---|
Fiebre/febrícula | 46 | 73,02 |
37 - 37,5°C | 13 | 20,63 |
37,6 - 38°C | 24 | 38,10 |
> 38°C | 9 | 14,29 |
Disnea | 35 | 55,56 |
Saturación O2 < 92% | 30 | 47,62 |
Taquipnea | 26 | 41,27 |
18 - 24 rpm | 20 | 31,75 |
> 24 rpm | 6 | 9,52 |
Tos | 19 | 30,16 |
Diarrea | 10 | 15,87 |
Vómitos | 8 | 12,70 |
Hipoglucemia | 5 | 7,94 |
Hipotensión | 4 | 6,35 |
Odinofagia | 1 | 1,59 |
Tratamientos utilizados (n = 58) | n | % |
---|---|---|
Oxígeno | 29 | 50 |
Gafas nasales | 18 | 31,03 |
VMK | 9 | 15,52 |
VMK + reservorio | 2 | 3,45 |
Anticoagulación | 54 | 93,1 |
HBPM | 38 | 65,52 |
ACO | 14 | 24,14 |
Corticoides | 11 | 18,97 |
Oral | 1 | 1,72 |
Intravenoso | 10 | 17,24 |
Azitromicina | 47 | 81,03 |
Otros antibióticos | 39 | 67,24 |
Amoxicilina-clavulánico | 3 | 5,17 |
Ceftriaxona | 23 | 39,66 |
Levoflaxacino | 13 | 22,41 |
Hidroxicloroquina | 15 | 25,86 |
Lopinavir/ritonavir | 3 | 5,17 |
ACO: anticoagulación oral; DM: diabetes mellitus; ECV: enfermedad cardiovascular; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; ERC: enfermedad renal crónica; HBPM: heparina de bajo peso molecular; HTA: hipertensión arterial; VMK: mascarilla VentiMask.
Además, 17 residentes (17,17%) requirieron derivación e ingreso hospitalario en algún momento del seguimiento. Fallecieron 14 (14,14%) afectados; de estos, 12 (85,71%) en la propia residencia sociosanitaria y dos (14,29%) en el medio hospitalario.
Al final del período de intervención, se realizó un nuevo test masivo a los usuarios que no habían tenido resultado positivo previamente y pruebas serológicas a 81 de los pacientes que habían obtenido un resultado positivo, a los cuatro meses del mismo, sin encontrar ningún positivo en los primeros y un porcentaje de inmunoglobulina G (IgG) del 91,3% en los segundos.
Hemos observado que los pacientes son sintomáticos en proporciones mayores a las observadas en anteriores publicaciones de poblaciones similares1,3. Muchos presentaron síntomas leves que no comprometen la calidad de vida ni el pronóstico final y que pueden pasar desapercibidos si no se realiza una búsqueda activa4.
Cabe destacar la importancia dada a la anticoagulación como prevención de los eventos trombóticos provocados por la COVID-19 en el ámbito residencial, donde la inmovilidad derivada del estado clínico de los pacientes y del propio confinamiento supone un factor de riesgo en sí mismo.
Parece probable que los testados masivos en una situación de epidemia en lugares vulnerables, como las residencias, hayan contribuido a frenar la propagación del virus y hayan favorecido la evaluación y el tratamiento precoz de la enfermedad5. Con la dotación de recursos y los circuitos de desechos, se ha atendido y dado seguimiento a la población institucionalizada, evitando las complicaciones asociadas con la hospitalización, pudiendo también haber contribuido a reducir la presión asistencial hospitalaria. Estas medidas no han ido en detrimento de la evolución clínica, ya que la tasa de mortalidad es menor a la descrita en otros medios residenciales6 u hospitalarios7.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
A María Mar Terceiro-Delgado, Margarita Tovar-Bobo, Hugo Hernández-García, Félix Fernandez-Lareu, Carlos Lariño-Calviño, Pedro Llinares-Mondejar, Susana Santos-Couce, Rosario Vázquez-López y a todos los trabajadores y dirección de la residencia de mayores Concepción Arenal – DomusVi (A Coruña).