Sr. Editor:
En un editorial reciente publicado en esta revista1 se afirma que para los médicos «la boca no existe» (sic), según una encuesta sobre salud bucal en la tercera edad realizada por los autores del editorial a médicos, cuyos datos no se han publicado. Por ello, no podemos saber en qué país se ha hecho la citada encuesta, ni a qué grupo de médicos han preguntado. Lo que sí es llamativo es que, de las 18 citas de ese editorial, ninguna corresponde a artículos de esta revista, y ni siquiera a autores españoles.
En España, y especialmente en el ámbito de la geriatría, desde hace bastantes años la realidad es muy distinta. Ya en 1990 Caballero García et al2 publicaron en esta revista un artículo original sobre salud oral en ancianos. Posteriormente, se han seguido publicando en esta misma revista artículos sobre temas estomatológicos3-8. Y nosotros mismos hicimos un amplio estudio sobre salud bucal en ancianos que se publicó como artículo original en esta revista en 19969.
Precisamente, la geriatría tiene la interdisciplinariedad como una de las 3 características que la distinguen del resto de especialidades médicas10. La publicación conjunta por un grupo de geriatras y odontólogos de un libro sobre odontoestomatología geriátrica es otro ejemplo pertinente de este carácter interdisciplinario11. Y la inclusión de un amplio capítulo sobre odontología en un libro de medicina geriátrica demuestra el interés de los geriatras y los médicos de residencias por los problemas de la boca12.
Por ello, no creemos que se pueda decir que los médicos españoles, al menos los que atienden a personas mayores, se despreocupen de la salud bucal. Antes al contrario, seguimos reclamando la mejora de la cobertura de la atención a la salud bucodental de los ancianos en el Sistema Nacional de Salud español9. Y nos congratulamos de que se siga mostrando interés por la investigación sobre salud bucal en el anciano. Esto refleja una concienciación mayor de los geriatras, aunque reconocemos que no estamos aún en los índices deseables.
NOTA DEL EDITOR
Agradecemos el interés de los autores al reflejar la sensibilidad que, tanto su grupo como otros en ocasiones anteriores, han mostrado en nuestras páginas acerca de la mejora necesaria de la salud bucal. Tienen razón cuando se refieren críticamente a las afirmaciones vertidas por los autores del editorial, aunque como autores invitados probablemente han estimado conveniente reflejar una situación más general, tanto en el ámbito geográfico como profesional. En este punto, la intención de solicitar su colaboración en el tema de la odontoestomatología geriátrica se centraba en hacernos recordar su importancia a todos los lectores.
Antoni Salvà