Objetivo: Identificar factores predictores de fragilidad en personas mayores institucionalizadas en Castilla y León.
Método: Estudio observacional retrospectivo con personas mayores institucionalizadas de Castilla y León de entornos urbanos y rurales, realizado entre septiembre de 2015 y abril de 2016. Se realizó un muestreo sistemático aleatorio entre los centros de las nueve provincias de la Comunidad, incluyéndose personas mayores de 64años institucionalizadas en centros de larga estancia, excluyendo las que padecieran alguna enfermedad aguda o proceso neoplásico en dicho momento o en el último año. Se desarrolló un análisis descriptivo mediante la distribución de frecuencias y porcentajes para las variables cualitativas, y media, desviación estándar y porcentajes en las cuantitativas; correlaciones y asociaciones, con el establecimiento de diferencias con las pruebas t de Student, chi cuadrado y V de Cramer, según la naturaleza de las variables; para terminar con un análisis multivariante. Nivel de nivel de significación mínima: 0,05.
Resultados: Los resultados devuelven 352 registros válidos, siendo la edad media de los casos de 84,89años. El síndrome de fragilidad queda predicho por la edad a partir de los 72años, 6 o más fármacos diarios consumidos y peores puntuaciones en los índices de Barthel, Lawton y Brody y en el MMSE. No obtenemos predicción por razón de género. No podemos evaluar las caídas como factor. No fue posible estudiar el SPPB, el TUG, el test de velocidad de la marcha, el SHARE-Fix, el EDG-5 ni el MNA, al no disponer de registros sistematizados en las historias.
Conclusiones: En nuestro entorno, a pesar de las pautas establecidas en el Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor de 2014, y de que en la última edición NANDA aparecen dos diagnósticos de enfermería específicos —Dominio 1. Promoción de la salud, Clase 2. Gestión de la salud: 00257 Síndrome de fragilidad del anciano y 00231 Riesgo de síndrome de fragilidad del anciano—, no está extendida la detección precoz. Este puede ser el origen del infradiagnóstico reflejado en las historias de las personas mayores objeto de nuestro estudio, resultando necesario sistematizar su identificación como primer paso para intervenir.