Objetivos: El programa «Cuidar al cuidador», programa mixto terapéutico y educativo, tiene una larga trayectoria y ha demostrado su utilidad en distintas esferas relacionadas con el cuidado, en las distintas evaluaciones pre-post efectuadas. Se pretende conocer la situación de las personas cuidadoras, enfocando el trabajo en quienes han perdido a la persona a quien cuidaban, con especial atención a los sentimientos de soledad, en un intento de ofrecer la ayuda oportuna si se considera preciso.
Método: En las sesiones terapéuticas 2014-2015 se atendieron 376 personas cuidadoras, (media 79,5años, mujeres 75%, 70% sobrecarga moderada-severa (Zarit) y 74% afectación de calidad de vida [GHQ28]). Dos años más tarde se realiza encuesta telefónica mediante cuestionario semiestructurado por personal entrenado para trabajar temas de vulnerabilidad. Se disponía del teléfono de 255 cuidadores mayores de 60, de los 268 registrados, y se hicieron 167 contactos. A quienes seguían manifestando sobrecarga se les ofreció volver a participar en el programa o sumarse a los grupos de autoayuda. También se ofrecieron recursos sociales para ayuda en el cuidado o apoyo a la soledad.
Resultados: En 67 casos las personas cuidadas habían fallecido, en 45 habían ingresado en residencia y en 46 continuaban en domicilio precisando cuidados en general en mayor medida (otras circunstancias rodeaban a los 21 casos restantes). Cincuenta y siete ex-cuidadores pudieron ser entrevistados acerca de su situación (los otros 10 habían fallecido o vivían en residencia). Manifestaban salir a la calle con frecuencia (96,5%) y recibir visitas de familiares y amigos (84,2%); el 28% presentaban problemas de salud y el 30% sentimientos de soledad. Se notificaron a los servicios sociales correspondientes 9 casos que fueron considerados de riesgo por necesidad sociosanitaria no cubierta o soledad. Al analizar los literales de lo expresado libremente, se aprecian sentimientos de duelo y también de alivio. Agradecen la llamada y así lo manifiestan.
Conclusiones: La pérdida del objeto de cuidados puede ser especialmente traumática y comportar importantes sentimientos de soledad. Se considera necesario establecer un seguimiento de estos casos, en especial cuando la ayuda prestada a la persona cuidada desaparece con ella. Algo que se ha incorporado al programa tras esta evaluación.