En el reciente artículo de Cancela et al1 sobre las diferentes baterías de test para valorar las capacidades funcionales en personas mayores se hace una descripción clara del estado de la cuestión en nuestro país. No obstante, se propone la batería de test ECFA2 (Evaluación de la Condición Física en Ancianos) como la que más se ajusta al colectivo de personas mayores, lo que, a nuestro juicio, presenta algunos inconvenientes.
La condición física funcional fue definida por Rikli y Jones3 como la “capacidad física para desarrollar las actividades normales de la vida diaria de forma segura e independiente y sin excesiva fatiga”. La condición física funcional (CFF) es de vital importancia para manejarse con autonomía dentro de la sociedad y para obtener una buena calidad de vida en las personas mayores4.
La batería de test ECFA2 que se propone en el citado artículo1, además de utilizar varios test físicos de escasa similitud con las actividades básicas de la vida diaria (ABVD), presenta otros inconvenientes: a) en la valoración de la fuerza de cuádriceps, la persona mayor tira de una barra conectada a un dinamómetro anclado en el suelo ejerciendo una tensión máxima al extender las rodillas, pero con riesgo de lumbalgias por contracción de los extensores de la columna; b) en la valoración de la fuerza-resistencia abdominal se realizan “encorvadas” durante 3 minutos contrayendo los rectos del abdomen y “tensionando” la región cervical y lumbar, y además se incrementa la presión en órganos abdominales (vejiga), con riesgo de cervicalgias, lumbalgias y pérdida de orina en aquellas mujeres con incontinencia urinaria; c) para valorar la flexibilidad anterior de tronco, se utiliza el banco de Wells con la persona tumbada en el suelo (posición mal aceptada por muchos mayores con hipertensión, mareos y vértigos) flexionando el tronco al máximo con ambas rodillas extendidas, lo cual puede provocar lumbalgias; d) para valorar la resistencia cardiorrespiratoria se utiliza un test de caminata de 2km, precisándose un terreno amplio y más de veinte minutos de media para ejecutarlo (se alarga mucho cada valoración individual), y e) no mide la flexibilidad de hombros tan importante en las ABVD de los mayores (coger objetos, aseo, etc.).
Sin embargo, se validó en España la batería de test Senior Fitness Test (SFT), de Rikli y Jones5 por parte del equipo de González-Gallego6, denominándose batería “Vacafun-ancianos”, y que está siendo utilizada por otros grupos de investigación con buenos resultados7,8. Se trata de una propuesta global y unificada, válida y fiable, a la vez que económica y sencilla, utilizable tanto en el ámbito clínico y/o médico como en el ámbito fisicodeportivo. Tiene un software (softVacafun v.1) con valores de referencia para la población española; además, se comparó con niveles de actividad física y se relacionó con el bienestar subjetivo y la salud de los mayores estudiados. Presenta valores umbrales relacionados con el riesgo de incapacidad de las personas mayores5,6.
Las pruebas que incluye la batería SFT5 en su versión española (Vacafun-ancianos)6 son entendibles, fáciles de ejecutar y aceptables por parte de las personas mayores, ya que: a) la fuerza del miembro superior se mide por el número máximo de flexiones del codo dominante con mancuernas de 2,3kg en mujeres y de 3,6kg en varones, durante 30 segundos; b) la fuerza de miembros inferiores se mide por el número de veces que el sujeto se levanta y se sienta en una silla, sin ayuda de las manos, en 30 segundos; c) la resistencia aeróbica se mide por la distancia máxima que es capaz de recorrer el sujeto caminando durante un tiempo fijo de 6 minutos en un circuito rectangular de 45,72 por 4,57m o de 48 por 2m. d) la flexibilidad del miembro superior se mide por la distancia en cm entre los dedos medios al alcanzar las manos tras la espalda; e) la flexibilidad del tronco y la elasticidad de isquiotibiales se mide por la distancia en cm desde la punta de los dedos medios de ambas manos a la punta de uno de los dos pies, con el sujeto sentado en una silla intentando alcanzar ese pie con la rodilla ipsilateral extendida; f) el equilibrio dinámico y la agilidad se mide cronometrando el tiempo que tarda en levantarse de una silla, recorrer caminando una distancia de 2,44m y girar para volver a sentarse de nuevo, lo más rápido posible, y g) por último, se mide el peso y la talla para obtener el índice de masa corporal.
En definitiva, los test físicos de la batería SFT de Rikli y Jones5 adaptados en España por el equipo de González-Gallego6 cumplen los requisitos básicos para la valoración de la condición física funcional de los ancianos.