La neuroplasticidad otorga al cerebro gran capacidad adaptativa frente a transformaciones del medio que acontecen en el envejecimiento. En los modelos animales aparecen alteraciones en la neurotransmisión y desequilibrios en la expresión del factor de crecimiento neural. A nivel morfométrico, los cambios no son constantes. La pérdida de volumen se relaciona con alteraciones de la neuroplasticidad y afectación del neuropilo cerebral. Aunque no hay datos concluyentes, el ejercicio físico mejora los cambios moleculares, biológicos, funcionales y conductuales-cognitivos asociados al envejecimiento cerebral. En el cerebro humano envejecido se describe pérdida de peso y volumen y aumento del tamaño ventricular. No obstante, la neuroimagen muestra una variabilidad importante y muchos ancianos sanos no presentan cambios macroscópicos significativos. Respecto al número de neuronas, en la mayoría de las regiones cerebrales permanece estable a lo largo de la vida. La neuroplasticidad no se pierde con el envejecimiento, los cambios en la arborización dendrítica, la densidad de espinas y las sinapsis están más relacionados con la actividad cerebral que con la edad. A nivel molecular, a pesar de que la presencia de proteínas alteradas tau y β-amiloide se emplea como biomarcador de enfermedad neurodegenerativa, los estudios posmortem muestran que estas proteínas anómalas son frecuentes en los cerebros de personas ancianas sin demencia. Por último, debido a la relación entre enfermedades neurodegenerativas y alteraciones metabólicas, se analiza la influencia del factor de crecimiento insulínico y el envejecimiento, tanto a nivel de modelos animales como en la especie humana, y el posible efecto neuroprotector de la insulina.
Neuroplasticity lends the brain a strong ability to adapt to changes in the environment that occur during ageing. Animal models have shown alterations in neurotransmission and imbalances in the expression of neural growth factor. Changes at the morphometric level are not constant. Volume loss is related to alterations in neuroplasticity and involvement of the cerebral neuropil. Although there are no conclusive data, physical exercise improves the molecular, biological, functional and behavioural-cognitive changes associated with brain ageing. The aged human brain has been described as showing weight and volume loss and increased ventricular size. However, neuroimaging shows significant variation and many healthy elderly individuals show no significant macroscopic changes. In most brain regions, the number of neurons remains stable throughout life. Neuroplasticity does not disappear with ageing, and changes in dendritic arborization and the density of spines and synapses are more closely related to brain activity than to age. At the molecular level, although the presence of altered Tau and β-amyloid proteins is used as a biomarker of neurodegenerative disease, postmortem studies show that these abnormal proteins are common in the brains of elderly people without dementia. Finally, due to the relationship between neurodegenerative diseases and metabolic alterations, this article analyses the influence of insulin-like growth factor and ageing, both in animal models and in humans, and the possible neuroprotective effect of insulin.