La sumisión química consiste en la incapacitación de la víctima de delitos como violación o robo mediante la administración de sustancias químicas. La obtención de evidencias forenses en este tipo de delitos supone un importante reto para el toxicológo forense. Aunque en los últimos años se han publicado diversos protocolos de actuación con el objetivo de armonizar los procedimientos a seguir frente a estos delitos, se carece en general de datos que reflejen la situación real en los distintos países.
Material y métodosEste trabajo presenta los resultados obtenidos en un estudio retrospectivo realizado en los casos de agresión sexual recibidos en el Departamento de Sevilla del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses entre los años 2010 y 2012 en los que se sospechaba una posible sumisión química. Se realizó una investigación toxicológica encaminada a poner de manifiesto la presencia de alcohol etílico u otras sustancias psicoactivas. Se determinó también la presencia de semen.
ResultadosMás de la mitad de los 73 casos estudiados presentaron resultados negativos, pudiendo considerar, a partir de la información sobre la víctima y los hechos y los resultados obtenidos, únicamente 3 como sumisión química.
ConclusionesLos resultados obtenidos están en consonancia con lo previamente publicado, si bien la evaluación de la situación de los casos de sumisión química en delitos de índole sexual depende del desarrollo y cumplimiento de protocolos de actuación adecuados.
Drug facilitated crime consists in incapacitating victims of rape or robbery by administering different chemical substances. Forensic evidence of this type of crime implies an important challenge for the forensic toxicologist. Although different guidelines with the objective of harmonizing existing procedures have been published, there is a general lack of data that could reflect the actual situation in different countries.
Material and methodsWe present here the results obtained in cases of alleged sexual assault received at the Department of Seville of the National Institute of Toxicology and Forensic Sciences between 2010 and 2012, in which a possible drug facilitated sexual assault was suspected. A toxicological investigation designed to determine blood alcohol concentration and to establish the presence of psychoactive substances and drugs of abuse was performed. Semen presence was also determined.
ResultsMore than half of the 73 studied cases yielded negative results. From the received information and obtained results we could only classify 3 of the cases as a drug facilitated sexual assault.
ConclusionsObtained results are similar to those previously published, although the assessment of the current status of alleged cases of drug facilitated sexual assault depends on the development and implementation of appropriate protocols.
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