Objetivo: El objetivo principal de nuestro trabajo es evaluar, en nuestro medio, la utilidad del rastreo con 123I-MIBG en el diagnóstico inicial y en el seguimiento de pacientes pediátricos con sospecha de neuroblastoma. Como objetivo secundario, comparar la validez diagnóstica del rastreo con ¹²³I-MIBG vs TAC en el diagnóstico inicial del NB.

Material y métodos: Se estudiaron 30 pacientes (17 niños y 13 niñas: con un rango de edad entre 0 meses-11 años; edad media 2,17 años) con sospecha de neuroblastoma. Se seleccionaron para el análisis un total de 45 rastreos con ¹²³I-MIBG y 30 TAC.

Resultado: En el diagnóstico inicial la MIBG presenta valores de sensibilidad del 92,31%, especificidad del 100%, VPP del 100% y un VPN del 66,67% frente a una sensibilidad de 88,46%, especificidad de 20%, VPP de 85,19% y VPN del 25% obtenidos con la TAC. Los falsos negativos obtenidos con ambas técnicas fueron muy similares. La TAC presenta un mayor número de FP. Se evaluó la utilidad del rastreo con MIBG en la detección de metástasis al diagnóstico, y se observó que un 38,46% de los pacientes (10/26) presentó lesiones a distancia además del tumor primario. Las diferencias entre el número de lesiones visibles en el rastreo con MIBG en el diagnóstico y tres meses después de finalizar el último tratamiento aplicado, no fueron estadísticamente significativas. Se evaluó la concordancia entre los resultados de la MIBG respecto a la evolución clínica, y encontramos que el grado de acuerdo entre variables es excelente, valor de Kappa de 0,8538.

Conclusiones: El rastreo con ¹²³I-MIBG presenta una alta sensibilidad y especificidad en el diagnóstico inicial de pacientes pediátricos con neuroblastoma, superior a la obtenida con la TAC, y ha demostrado su valor como herramienta diagnóstica en el seguimiento.