El pasado 22 de diciembre falleció el compañero Julio López Morales a los 55 años de edad. Se nos fue para siempre y sin avisar. Son muchas las vivencias que he tenido personalmente con él y muchos recuerdos muy especiales en la época en la que estuvo de Presidente de la Asociación Española de Cirugía Podológica (AECP) y en la que yo «intentaba ayudarle» como Vicepresidente.
Quizá fue en esa época en la que conocí al Julio compañero, al Julio profesional, al Julio persona, y con el tiempo forjamos una grandísima amistad. Todos los que hemos conocido a Julio sabíamos de su forma de ser y su incansable interés por la profesión.
En la época que compartimos en la AECP, Julio marcó el objetivo de difundir la Cirugía Podológica por todo el territorio nacional, para que a través de unos cursos de Técnicas Básicas, Medias y Avanzadas en Cirugía Podológica, hacer llegar la Cirugía Podológica a todos los podólogos, haciendo especial hincapié en las Técnicas Básicas, porque es en la base donde Julio quería despertar la ilusión de los podólogos más noveles por la Cirugía Podológica. En esos cursos se hablaba de técnicas de sutura, técnicas de biopsia, cirugía ungueal y cirugía de pequeñas exóstosis.
El objetivo que marcó Julio, era que todo podólogo/a, debía ofrecer en su cartera de servicios, la cirugía ungueal y la cirugía de pequeñas exóstosis como mínimo. Contemplando también la posibilidad de que hubiera compañeros que decidieran no realizar cirugía, el objetivo de Julio era que conociesen las técnicas quirúrgicas básicas a la perfección, y que dominasen sus indicaciones y contraindicaciones, para que de esta manera realizasen derivaciones oportunas a otros compañeros.
El que la Cirugía Podológica no fuese una disciplina minoritaria en el colectivo podológico y encontrar el mayor número de podólogos con estas habilidades, iba a ser la mejor carta de presentación a la sociedad de las competencias quirúrgicas de los podólogos.
El éxito de los cursos de Técnicas Básicas, fue claro y manifiesto y permitió a la AECP el tener su máxima cuota de asociados en su historia.
Por supuesto, durante ese tiempo, no se olvidó a los podólogos que estaban ya iniciados en la Cirugía Podológica, realizando los cursos de Técnicas Medias y Avanzadas en Cirugía Podológica, como hallux valgus, metatarsalgias, protocolos en Cirugía Podológica, etc., y contando para ellos con las máximas autoridades podológicas y podiátricas a nivel nacional e internacional. También incorporó el formato del curso Practicum sobre pie de cadáver, que una vez al año, simultaneaba la teoría y la practica sobre pie de cadáver, formato que aún perdura en la AECP.
Julio, no solo destacaba en el ámbito de la Cirugía Podológica, fue pionero en el tratamiento de micosis y onicomicosis, a través del uso del láser, inaugurando el primer centro dedicado en exclusiva a tal efecto. Siempre buscando dar el mejor trato a sus pacientes, Julio no escatimaba tiempo y recursos en formación e inversión logística, utilizando siempre la tecnología más avanzada en el mercado, diagnóstico radiográfico, ecográfico, infiltraciones con PRP, colágeno, terapia con EPTE, etc. Pionero también en el ámbito podológico del tratamiento con ozono de la afección del pie. Todo un enamorado de su profesión. Generoso, buen comunicador, profesor durante años en 2 universidades de Madrid, profesor de posgrados, colaborador incondicional ante cualquier llamada para la docencia.
Gracias Julio, por todas las horas que dedicaste a la profesión, por tu lucha a favor de la Cirugía Podológica y por enseñarnos un camino que seguiremos con ilusión. Te echaremos mucho de menos, Julio. ¡Descansa en paz, amigo!