Cuando asumimos los cargos de editor y secretario de redacción de la Revista Española de reumatología, nos propusimos incluirla en el Index Medicus. Nuestro entusiasmo quedó plasmado en un editorial que escribimos con el fin de dar a conocer nuestras intenciones a los socios. Han pasado tres años y medio desde entonces y estamos como al principio. Los esfuerzos realizados --sobre todo por parte de los Dres. Jordi Gratacós y Toni Gómez-- para conseguir más originales, no han servido más que para dar toda la razón a nuestros predecesores.
Siguen sin llegar suficientes originales y de poco sirve el esfuerzo que se realiza al "implorar" a nuestros compañeros que obsequien a los socios con revisiones y editoriales. Los autores que tienen un buen original tienden, como es lógico, a mandarlo a una revista que les puntúe y que tenga una lectura más universal. Todo esto, como es de esperar, nos aleja de los criterios de inclusión en el deseado Index.
La National Library of Medicine (NLM) edita el Index Medicus, que cada año recoge información de más de 3.000 revistas médicas de todo el mundo. MedLine es la base de datos que recoge la información contenida en el Index Medicus. El factor de impacto es un índice bibliométrico que sirve para clasificar las revistas. The Literature Selection Technical Review Committee es el órgano encargado de evaluar las distintas revistas que solicitan su inclusión en el Index Medicus, e informa a la NLM si la revista es apta o no. La decisión final la toma el director de la NLM y se apoya en una estricta política científica definida previamente por el Board of Regents of the Library.
Como se puede comprender, la inclusión de la Revista Española de reumatología en el Index Medicus resulta francamente difícil. Los editores y los secretarios de redacción de los últimos años han ensayado todo tipo de estrategias para abordar, sin éxito, el problema.
Como actual editor de la Revista Española de reumatología, comenté al presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), Dr. Carbonell, la necesidad de retomar el pulso de la situación. Siguiendo el ejemplo de las revistas de otras sociedades científicas, hoy incluidas en Index Medicus, se planteó la fusión de revistas como única estrategia viable y prometedora. La revista más afín a la nuestra y con los mismos problemas es la del Colegio Mexicano de Reumatología. La nueva revista obligaría a cambiar las cabeceras de las revistas originales. Éste es, quizá, el único inconveniente.
Planteada la fusión a nuestros amigos mexicanos, la ilusión fue creciendo cada vez que analizábamos las ventajas del proyecto editorial. El Colegio Mexicano de Reumatología en la Asamblea General de su Congreso ha aprobado por unanimidad el proyecto conjunto. La Asamblea de la SER en el Congreso de Barcelona corroborará, o no, tal decisión. Antes de la Asamblea habrá un taller para explicar con detalle el proyecto e intercambiar opiniones.
La nueva revista se editará en castellano, aunque incluirá un resumen en inglés. Precisará un corrector de estilo y un documentalista. El comité editorial deberá tener un elevado peso específico y una relevancia internacional. Los revisores deberán estar suficientemente preparados en sus respectivas áreas de conocimiento. La nueva publicación deberá ser más citada (hay estrategias para ello), y su distribución tendrá que ser lo más amplia posible. La puntualidad en la salida de cada número será obligatoria.
Todo esto es un simple boceto que se desarrollará si los socios lo aprueban. Pensad que, sin intentos de cambio, nuestra revista está condenada al anonimato para siempre y podrá mantenerse, o no, en el futuro; pero si se sostiene, sin duda seguirá siendo gracias al esfuerzo, poco agradecido, de sus responsables.