Introducción
El análisis del tipo de enfermos atendidos en la consulta externa de reumatología permite mejorar el rendimiento y la calidad de la misma. El saber qué pacientes son atendidos tanto en las primeras como en las segundas visitas, sus características y cuáles se controlan después, son determinantes para el futuro de una consulta. El uso de un sistema de codificación en reumatología es una herramienta importante por los motivos mencionados. Este hecho hace que varios grupos se hayan interesado por crear bases de datos propios que ayuden a la recogida y análisis de datos, imprescindibles para la investigación clinicoepidemiológica y análisis económico2,16.
En la Sección de Reumatología del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol se lleva a cabo una tarea de codificación de las primeras visitas desde el año 1984, fecha en que la sección comenzó a funcionar en el centro. La intención es continuar codificando a todos los pacientes para contar con un pormenorizado análisis de los pacientes atendidos.
El propósito de este trabajo es, en primer lugar, conocer qué tipo de enfermos han sido atendidos en estos 15 años, y en segundo lugar, qué enfermos se controlan y a cuáles se da de alta. En último término, se pretende evidenciar la utilidad del sistema de codificación empleado.
Material y métodos
El Hospital Universitari Germans Trias i Pujol está situado en Badalona, provincia de Barcelona. Es un centro con 650 camas de hospitalización y es hospital de referencia de un área de 750.000 habitantes. En esta área existen cuatro hospitales comarcales más con un total de 5 reumatólogos.
Desde el año 1984 se recogen prospectivamente, y sin ningún tipo de selección, la filiación y el diagnóstico de los pacientes atendidos por primera vez en la consulta externa, los ingresados en camas propias y los ingresados en otros servicios de los que se solicita interconsulta. Dos reumatólogos seniors introducen en primer lugar el número de historia clínica, el sexo, la edad y el día de la primera visita. A los 6 meses, se revisa la historia y se introduce el diagnóstico o diagnósticos definitivos consensuados por ambos reumatólogos. Es importante remarcar que no se codifica únicamente el diagnóstico del principal motivo de consulta, sino que también se introducen diagnósticos que surgen en la anamnesis y en la exploración física y que son susceptibles de ser codificados. Se utiliza la nomenclatura del American College of Rheumatology1 (tabla 1) modificada con la adición de otras categorías no contempladas: XI, para artritis no filiadas y XII, para enfermedades no reumatológicas. Una vez codificados, y para el análisis estadístico, se agruparon las categorías I, II, IV, VA, XA (reumatismo palindrómico), XB (hidrartrosis intermitente), XC (artritis secundaria a fármacos), XF (sacoidosis), XP (síndrome de Sweet), XQ (síndrome RS3PE) y XI como códigos de enfermedades inflamatorias, y el resto como códigos de enfermedades no inflamatorias, siendo XD: reticulohistiocitosis multicéntrica; XE: sinovitis vellonodular pigmentaria; XG: déficit de vitamina C; XH: enfermedad pancreática; XI: hepatitis crónica activa; XJ: traumatismo musculosquelético; XK: hemartrosis y bursitis hemorrágica; XL: linfadenopatía angioinmunoblástica; XM: urticaria; XN: sinovitis eosinofílica; XO: mastocitosis sistémica, y XR: pioderma gangrenoso.
En este trabajo se analizan estos resultados y, asimismo, los resultados de un análisis detallado de las primeras visitas y las de revisión del año 1995, con objeto de conocer qué enfermos se controlan y a cuáles se da de alta. Se consideraron visitas de revisión las de aquellos pacientes que habían sido visitados por primera vez con anterioridad al año 1995.
Se han comparado los datos del período 1984-19952 con los del período global de 1984-1998.
El estudio estadístico se realizó con el programa SPSS/Windows. Se utilizó la prueba de la * 2 para comparar los diagnósticos entre los diferentes grupos de pacientes.
Resultados
Durante estos 15 años (período 1984-1998) se han introducido 13.833 códigos que corresponden a 8.590 pacientes, lo que significa una media de 1,6 códigos por paciente. Los diagnósticos se pueden ver en la tabla 1.
Como se observa, el porcentaje más elevado corresponde a los trastornos extraarticulares (categoría IX), seguido por el de alteraciones óseas y cartilaginosas (categoría VIII) y el de artrosis (categoría III) con un 26,8, un 15,2 y un 14,7%, respectivamente. A continuación se sitúan la patología cristalina (categoría V) con un 12,5% y las conectivopatías (categoría I) con un 8,4%. En conjunto hay un 28% de códigos de enfermedades inflamatorias y un 72% de enfermedades no inflamatorias.
Durante el año 1995 se analizaron un total de 2.967 visitas, de las cuales 914 correspondían a primeras visitas y 2.053 fueron visitas de revisión.
Los 914 pacientes que se visitaron por primera vez en consulta externa durante el año 1995 tenían una media de edad de 58,6 ± 15 años; un 39,5% eran varones y el 60,5 mujeres. Se introdujeron 1.340 códigos que correspondían a estas 914 primeras visitas, lo que significa 1,58 códigos por persona. Este mismo año hubo 2.053 visitas de revisión que correspondían a 1.101 pacientes, lo que significa una media de 1,86 visitas por paciente y por año. El 41,1% eran varones y el 59,9% mujeres, con una media de edad de 56,1 ± 14,5 años. A estos 1.101 pacientes correspondían 1.765 códigos, lo que representa 1,6 códigos por persona.
En la figura 1 se representan los porcentajes de los códigos diagnósticos de las primeras visitas y de las visitas de revisión en el año 1995. Como se puede observar en los códigos de las visitas de revisión, hay un claro incremento del grupo de las conectivopatías (categoría I), de un 9,7 a un 20,1%, y del grupo de las espondiloartropatías (categoría II), de un 3,5 a un 7,7%, y un claro descenso del grupo IX de enfermedades extraarticulares (categoría IX), de un 26,8 a un 15,3%. Otras categorías como artrosis (categoría III), enfermedades metabólicas y cristalinas (categoría V) y enfermedades óseas y cartilaginosas (categoría VIII) se mantienen estables. Estas diferencias tienen significación estadística (p < 0,001). Un 31,5% de los códigos de las primeras visitas corresponden a enfermedades inflamatorias, mientras que en las visitas de revisión representan un 45%.
En la figura 2, se comparan los porcentajes de los grupos de códigos diagnósticos de primeras visitas durante el período 1984-1995, publicadas con anterioridad2, con los del período 1984-1998. Como se puede observar, hay un ligero aumento de la categoría I de conectivopatías, y de la categoría VII de trastornos neurovasculares; en cambio, hay un ligero descenso de la categoría III de artrosis y de la categoría VIII de alteraciones óseas y cartilaginosas.
Discusión
En este trabajo se presenta la experiencia de 15 años de codificación. Otros autores, tanto en España como en otros países, han mostrado interés en codificar y en estudiar qué enfermedades reumáticas se diagnostican en consulta externa y qué enfermos se controlan después2-16. La experiencia más extensa en codificación es de 6 años5. Aunque en la mayoría de estudios se analizan las mismas variables que en este, el sistema de codificación es distinto. La mayoría de los trabajos utilizan un sistema de codificación propio, y sólo algunos autores, la Clasificación Internacional de las Enfermedades de la OMS (ICD-9-CM)5. Se aprecia, por tanto, pereza en usar el sistema internacional aconsejado, probablemente por ser poco claro y práctico. La versión adaptada de la clasificación de la ACR, a pesar de sus defectos, permite aplicar los códigos de forma rápida, clara, simple y completa. Queremos comentar que la codificación general en nuestro hospital se realiza con el ICD-9-CM, pero que la codificación interna del servicio se realiza mediante el sistema comentado. La otra diferencia radica en el hecho de que se ha codificado tanto el motivo principal de consulta como otros diagnósticos secundarios; de esta manera, se obtiene una información clinicoepidemiológica completa. Tan sólo Belmonte-Serrano et al5 recogen más de un diagnóstico por paciente: 1,30 códigos frente a los 1,60 códigos presentados en este trabajo.
En la tabla 1 se encuentra detallado el número total de códigos de cada enfermedad. El 28% de los códigos corresponden a enfermedades inflamatorias. Este porcentaje varía entre el 20 y el 30% en el resto de trabajos. Este grupo lo preside el grupo de las conectivopatías con un 8,4%. En segundo lugar se sitúa el grupo de las enfermedades microcristalinas (categoría VA) con un 8%. En último lugar se sitúan las espondiloartropatías (II) y la patología infecciosa (IV). Si se comparan nuestros resultados con los de trabajos semejantes3,4 se observa que las diferencias más importantes radican en el porcentaje de artritis reumatoide, alrededor de un 6% frente al 2% de nuestra serie; y en la proporción de enfermedades cristalinas, que en nuestro caso es casi tres veces superior: un 8 frente a un 2-3%.
Del 72% de códigos de enfermedades no inflamatorias, el grupo más frecuente lo forman lo trastornos extraarticulares (IX) con un 27%. A continuación se sitúan las artrosis (III) y las alteraciones óseas y cartilaginosas (VIII).
En el año 1995 se analizaron 2.967 visitas. En la figura 1 se comparan los grupos de códigos de las primeras visitas y las de revisión. Si en las primeras visitas un 31% eran códigos de patología inflamatoria, en las visitas de revisión este porcentaje pasa a ser de un 45%. Las diferencias más importantes se encuentran en el incremento del porcentaje del grupo de conectivopatías (I) y de las espondiloartropatías (II). Asimismo, también se observa un claro descenso del grupo de las enfermedades extraarticulares (IX). Cabe destacar que el grupo de artrosis (código III) y el grupo de alteraciones osteocartilaginosas (código VIII) permanece estable, probablemente debido a que en estos grupos se encuentra la mayoría de diagnósticos secundarios. Como en el resto de estudios, se observa con claridad la tendencia a controlar pacientes con enfermedades de tipo inflamatorio y a dar de alta a los otros3,4. Esta tendencia también se observa en hospitales de fuera del territorio español12. Sin embargo, en algunas series3,4 el porcentaje de enfermedades inflamatorias correspondientes a visitas de revisión es de más de un 60%. Esta diferencia se podría explicar por la distinta metodología en la codificación y la existencia de más presión asistencial en estos centros.
Respecto al porcentaje de enfermos a los que se da de alta, Collado et al3 lo cuantificaron: el 65% de los enfermos con patología mecánica son dados de alta en la primera visita, debido a que ya en ésta se aportaban gran parte de las pruebas complementarias. En este trabajo no se ha codificado de manera regular a los enfermos dados de alta.
Para concluir, la recogida de datos, es decir la codificación diagnóstica, implica una inversión considerable de tiempo17. Aparentemente puede parecer que tenga poca relevancia clínica; no obstante, y a pesar de lo comentado, los datos presentados son de gran utilidad para conocer el perfil de pacientes atendidos por un servicio de reumatología a la vez que facilita la búsqueda de pacientes para estudios clínicos y epidemiológicos. Adicionalmente, esta revisión ha servido de ayuda para poner al día y mejorar nuestra base de datos.