Los tumores en las hernias inguinales son raros, con una incidencia entre el 0.07% y 0.5% de las hernias reparadas quirúrgicamente. Se clasifican según su localización respecto al saco herniario en intrasaculares, saculares y extrasaculares. Cuando estos tumores son de origen metastásico, en general tienen un mal pronóstico porque sugieren enfermedad avanzada. Dicho pronóstico va a estar determinado por la localización del tumor primario y las complicaciones asociadas al mismo. Presentamos el caso de un paciente con metástasis intrasacular de adenocarcinoma de páncreas en una hernia inguinal.
Tumours in inguinal hernias are rare, with an incidence between 0.07 and 0.5% of surgically repaired hernias. They are classified according to their location with regards to the hernial sac into intrasaccular, saccular and extrasaccular. When these tumours have a metastatic origin their prognosis is usually bad because they suggest an advanced stage of the disease. This prognosis will be determined by the location of the primary tumour and its complications. A case of a patient with intrasaccular metastasis of a pancreatic adenocarcinoma in an inguinal hernia is presented.
Los tumores en las hernias inguinales son raros, con una incidencia entre el 0.07% y 0.5% de las hernias reparadas quirúrgicamente1–4. Algunos autores han reportado neoplasias ocultas en la evaluación histopatológica del saco herniario macroscópicamente normal, por lo que recomiendan la evaluación microscópica rutinaria de este2,5. Frente a esta visión, otros apoyan que el examen microscópico de rutina no es costo-efectivo y solo debe llevarse a cabo en casos seleccionados o con apariencia macroscópica sospechosa1,3.
Presentamos el caso de un paciente con metástasis de adenocarcinoma de páncreas en un saco herniario inguinal.
Caso clínicoPaciente varón de 68 años con nódulo en cuerpo pancreático que producía dilatación retrograda de Wirsung, tratado en junio de 2013 mediante pancreatoesplenectomía corporocaudal y linfadenectomía celíaca y de arteria hepática mediante anatomía patológica de adenocarcinoma ductal pancreático G2 pT3NO (0/23)M0R0, seguido de 6 ciclos de gemcitabina adyuvante, que completó en octubre de 2013. Durante su seguimiento no se evidenciaron datos de recidiva tumoral, pero sí la aparición de un bultoma inguinal derecho compatible con hernia inguinal que se confirmó mediante tac (fig. 1). Se reparó quirúrgicamente mediante hernioplastia según técnica de Lichtenstein el 13 de marzo de 2015, y en el interior de su saco se encontró una lesión sólida redondeada blanquecina de 1cm de diámetro, que se reveló en estudio histopatológico como un adenocarcinoma compatible con primario pancreático (fig. 2). El paciente fue dado de alta al primer día posoperatorio sin complicaciones. Después de esto se le realizó PET-TAC que reveló datos sugestivos de recidiva tumoral a nivel de LOE hepática en segmento vi y en nódulos localizados en cadena ilíaca externa derecha. Tras esto, al considerarse un estadio iv de carcinoma pancreático, se inició tratamiento paliativo con capecitabina/nab-paclitaxel, que fue sustituido por gemcitabina/erlotinib por toxicidad hepática y mala tolerancia gastrointestinal. Presentó progresión peritoneal, ganglionar y hepática en estudios de imagen. En enero de 2016 se suspendió el tratamiento quimioterápico por deterioro funcional, y el paciente falleció un mes después.
DiscusiónEl primer caso de un tumor en una hernia fue publicado por Arnaud6 en 1749, y posteriormente Lejars7,8, en 1889, desarrolló una clasificación de estos tumores según su localización respecto al saco herniario, diferenciándolos en 3 grupos7: 1) los intrasaculares, la variedad más frecuente, que incluyen tumores de los órganos incarcerados en la hernia, como vejiga, intestino y epiplón (por ejemplo, el fibrosarcoma intestinal y el lipoma submucoso apendicular descritos por Le Fort y Nové-Josserand, respectivamente8); 2) los saculares, que engloban las lesiones primarias o secundarias que implican el peritoneo, como el mesotelioma primario y las metástasis peritoneales de próstata, ovario, colon, páncreas y otros órganos (Raoult8 fue quien documentó por primera vez un caso de carcinomatosis peritoneal en una hernia), y 3) los extrasaculares, que incluyen los tumores que sobresalen a través del defecto de la hernia, pero que están por fuera del saco (por ejemplo, un ganglio linfático inguinal metastásico).
Las metástasis en el saco herniario provienen principalmente de tumores localizados en el tracto gastrointestinal (sobre todo del colon), ovario, próstata, mesotelio, mama y, en algunos casos, de origen desconocido1,2. Estos tumores sugieren enfermedad avanzada y corta expectativa de vida, la cual dependerá de la localización del tumor primario y las complicaciones resultantes del crecimiento de este. El carcinoma pancreático es el que presenta una supervivencia más corta (entre 4 y 5 meses)1,9, seguido del carcinoma rectal y el mesotelioma (7-11.5 meses, respectivamente). Los que tienen un mejor pronóstico son los carcinomas de apéndice, ovario y próstata, con supervivencias más largas (entre 53 y 115 meses)1. El adenocarcinoma pancreático puede ser una causa subyacente de metástasis en el saco herniario; sin embargo, es una presentación muy infrecuente1,9. Sea selectivo o no, el estudio histopatológico del saco herniario no deja de ser una valiosa oportunidad para acceder a una biopsia peritoneal10.
ConclusiónLa metástasis de adenocarcinoma pancreático en un saco herniario inguinal es una presentación rara. Esta condición puede influir en la conducta que se ha de tomar sobre estos pacientes, y en cualquier caso tiene un mal pronóstico, pues la supervivencia es entre 4 y 5 meses posterior a su aparición. Acorde con otros autores, este caso muestra el énfasis en el estudio del saco herniario, sobre todo cuando hay afectación macroscópica de este y más aún en paciente con antecedentes oncológicos.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Parte del original ha sido presentado previamente como comunicación tipo póster en el XIII Congreso Nacional de Cirugía de Pared Abdominal en Madrid los días 10-12 junio de 2015.