Estudiar los resultados obtenidos con la técnica de Chevallard, versión simplificada de la técnica de Zancolli, para corregir la deformidad de la mano en garra secundaria a una parálisis cubital.
Material y métodoEstudio retrospectivo (enero 2006-diciembre 2013) de 16 pacientes (16 manos) que fueron intervenidos quirúrgicamente por deformidad en garra de la mano secundaria a parálisis del nervio cubital. Siguiendo los criterios de Brand, los pacientes fueron evaluados a las 6 semanas, 3 meses, 6 meses y al año.
ResultadosLos resultados al año de la intervención fueron: excelentes en el 18,75% (3 pacientes); buenos en el 75% (12 pacientes) y malos en el 6,25% (un paciente). Este último requirió una nueva intervención para solucionar la recidiva de la garra.
ConclusiónLa técnica simplificada de Zancolli, o técnica de Chevallard, permite corregir fácilmente la deformidad de la mano en garra secundaria a una parálisis cubital, no hipotecando una ulterior intervención en el caso de recidiva.
The objective of this paper is to study the results obtained with the Chevallard technique (simplified version of the Zancolli technique), to correct claw hand deformity, secondary to ulnar nerve palsy.
Materials and methodRetrospective study conducted on 16 patients (16 hands) who underwent claw hand correction (January 2006-December 2013), and were evaluated at the 6 weeks, 3 months, 6 months and one year.
ResultsAt one year later, an objective assessment (Brand criteria) showed excellent results in 18.75% (3 patients), good in 75% (12 patients), and poor in 6.25% (1 patient). The latter required a new intervention to solve the recurrence of the claw.
ConclusionThe simplified of Zancolli technique or technique of Chevallard allows to easily correct the ulnar claw hand deformity, not ruling out a further intervention in the case of recurrence.
La parálisis de los músculos intrínsecos de la mano da lugar a la deformidad denominada «mano en garra», la cual puede ser la manifestación de diversas entidades patológicas como el ictus, la parálisis cerebral, la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, la distrofia muscular, la lepra, los traumatismos, la hernia discal cervical, y/o las neuropatías por compresión1. Quizás la mano en garra más famosa fue la de Miguel de Cervantes Saavedra, quien en octubre de 1571 recibió 3 heridas por arma de fuego en la batalla de Lepanto, de las que la más grave afectó su mano izquierda2. Sin embargo, la deformidad del gran exponente de la literatura española fue el resultado de una compleja lesión en la cual se afectaron varias estructuras anatómicas (tendones, nervios, huesos, nervios y músculos).
El principio básico de la corrección de la mano en garra consiste en sustituir la función de los músculos lumbricales e interóseos, responsables de la acción sinérgica de la flexión de las articulaciones metacarpofalángicas (MCF) y extensión de las articulaciones interfalángicas (IF).
El objetivo de este trabajo es el de dar a conocer los resultados obtenidos en una serie de pacientes con mano en garra secundaria a parálisis del nervio cubital, que fueron tratados con la técnica descrita en 1987 por Alexis J. Chevallard3, una versión simplificada de la técnica de Zancolli publicada en 19574. No hemos encontrado en la literatura revisada otro reporte de los resultados de esta técnica quirúrgica.
Material y métodoDurante el periodo comprendido entre enero de 2006 y diciembre de 2016, fueron intervenidos quirúrgicamente 16 pacientes (16 manos) con deformidad en garra de la mano secundaria a una parálisis cubital. La edad promedio fue 32,6 años y el tiempo promedio transcurrido entre el momento de la lesión y la cirugía fue de 9,1 meses. Otros datos de la serie estudiada se muestran en la tabla 1.
Datos generales
N.o | Edad (años) | Género | Etiología | Nivel de lesión | EMG | Cirugía previa | Tiempo de evolución preoperatorio (meses) | Evaluación funcional |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | 18 | M | Herida de muñeca | Baja | x | Neurorrafia | 6 | E |
2 | 31 | M | Fractura expuesta de antebrazo | Baja | x | Osteosíntesis+neurorrafia | 10 | B |
3 | 28 | M | Herida de muñeca | Baja | x | Injerto nervioso | 14 | E |
4 | 19 | M | Lesión del plexo braquial | Alta | x | Transferencia tendinosa latero-lateral | 21 | B |
5 | 41 | M | Fractura-luxación del codo | Baja | x | Osteosíntesis | 4 | M |
6 | 54 | M | Fractura de antebrazo | Baja | x | Osteosíntesis | 8 | B |
7 | 38 | F | Herida de antebrazo | Baja | x | 6 | B | |
8 | 21 | M | Herida de brazo | Alta | x | Injerto nervioso Transferencia tendinosa latero-lateral | 7 | B |
9 | 43 | M | Síndrome del túnel cubital | Baja | x | Liberación del nervio cubital | 16 | E |
10 | 23 | F | Neuroma intraneural | Baja | x | Resección tumoral e injerto nervioso | 8 | B |
11 | 37 | M | Herida de brazo | Alta | x | Neurorrafia | 5 | B |
12 | 44 | M | Luxación expuesta de codo | Baja | x | 4 | B | |
13 | 30 | M | Herida de muñeca | Baja | x | Neurorrafia | 3 | B |
14 | 21 | M | Lesión del plexo braquial | Alta | x | Transferencia tendinosa latero-lateral | 18 | B |
15 | 39 | F | Herida de muñeca | Baja | x | 9 | E | |
16 | 35 | M | Fractura expuesta de cúbito | Alta | x | Osteosíntesis | 7 | B |
Los criterios de inclusión pueden observarse en la tabla 2. Como criterios de evaluación de los resultados se siguieron los de la clasificación de Brand, mostrados en la tabla 3.
Criterios de inclusión
1. Garra simple de los dedos secundaria a lesión del nervio cubital aislada no asociada a lesiones de otros nervios periféricos, lesión nerviosa central (medular o encefálica) o como secuela de síndrome compartimental |
2. Deformidades articulares fijas o contracturas de la piel |
3. Ausencia de focos infecciosos |
4. Maniobra de Bouvier positiva (al bloquear la hiperextensión de las articulaciones metacarpofalángicas se logra extender las articulaciones interfalángicas) |
Evaluación funcional según los criterios de Brand
Excelente | El paciente puede abrir la mano manteniendo extendida todas las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas, puede flexionar las articulaciones metacarpofalángicas a 90°, manteniendo recta la articulación interfalángica. Dispone de un mecanismo normal de cierre del puño, la fuerza de agarre y la función de la mano son casi normales |
Bueno | El paciente puede extender sus dedos, por lo menos hasta 150° a nivel de la articulación interfalángica y metacarpofalángica. El mecanismo de cierre muestra que la articulación metacarpofalángica puede ser flexionada 90° antes que las articulaciones interfalángicas comiencen a flexionarse |
Fallido | Las deformidades en garra de los dedos mejoraron su aspecto en comparación con la etapa preoperativa pero el paciente es incapaz de extender las articulaciones interfalángicas lo suficiente como para agarrar el vaso |
Malo | Cualquier mano en la que no se corrige la deformidad ni mejora la función |
Fuente: Brand5.
Después de la operación los pacientes fueron evaluados clínicamente a las 6 semanas, 3 meses, 6 meses y al año. El resultado final de la corrección de la deformidad y el estado funcional de la mano corresponden a la evaluación realizada al año de la cirugía.
Técnica quirúrgicaLa cirugía se realiza bajo anestesia general. Con el paciente en decúbito supino e isquemia preventiva con manguito neumático en el miembro superior indicado, se practica una incisión transversal a nivel del pliegue palmar distal de la mano. En el caso de que la deformidad interese los dedos 2.o-5.o, la incisión se extiende desde el borde radial al borde cubital, mientras que si la deformidad afecta solamente los dedos 4.o y 5.o, basta una incisión más pequeña en el lado cubital. A continuación se exponen las vainas flexoras a nivel de las poleas A1 y A2. Después de practicar una pequeña ventana de la vaina tendinosa en forma de T distal a la polea A1 (modificación de la técnica original), se identifica y expone el tendón flexor superficial del dedo seleccionado, el cual es suturado directamente al borde proximal de la polea A2 con un par de puntos de prolene 3/0, previa realización de una hiperextensión pasiva de las falanges (fig. 1). Después del cierre de la piel con prolene 5/0, se procede a inmovilizar la mano y muñeca con una férula de yeso, manteniendo las articulaciones MCF a 90° y las IF en extensión, pero permitiendo su flexión libre. A las 2 semanas se hace un cambio de férula y se retiran los puntos y, a las 4 semanas, se deja completamente libre la extremidad para la movilidad activa de la muñeca y los dedos. No se requiere ningún tipo de rehabilitación.
ResultadosAl año de la intervención, los resultados obtenidos según la clasificación de Brand5 fueron: excelente en 3 (18,75%) (fig. 2), bueno en 12 (75%) y malo en uno (6,25%) (tabla 1). Este último requirió una reintervención con otra técnica, debido a la persistencia de la garra.
DiscusiónLa mano en garra, también conocida como intrinsecus minus, es una deformidad resultante de traumatismos del nervio cubital o de ciertas enfermedades neurológicas que se caracterizan por la hiperextensión de las articulaciones MCF y flexión de las IF, tanto proximales (IFP) como distales (IFD)1. Si bien la parálisis afecta predominantemente los dedos meñique y anular, puede ser que solo afecte al dedo meñique, ya que el lumbrical del dedo anular tiene una inervación dual con el nervio mediano en el 50% de la población.
Sin embargo, el nivel en el que se encuentra la lesión nerviosa es el que nos va a determinar la presentación clínica de la garra y el tratamiento a seguir. Así por ejemplo, en las parálisis altas, es decir, por encima de las ramas del flexor carpi ulnaris y de los flexores profundos de los dedos meñique y anular, la parálisis afecta los flexores profundos de los citados dedos y, en consecuencia, la deformidad en garra no es tan acusada como la observada en las parálisis cubitales bajas. Sin embargo, tanto en uno como en otro caso, la laxitud de las articulaciones MCF adquiere una especial relevancia en la severidad de la garra. Aunque la extensión de las articulaciones IF se produce principalmente a través de la musculatura intrínseca, los músculos extrínsecos son también capaces de extenderlas siempre y cuando las articulaciones MCF no se encuentren en hiperextensión y el mecanismo extensor de las articulaciones IFP no sea demasiado laxo. Si las articulaciones MCF se extienden demasiado, la musculatura extrínseca se encuentra al máximo de su excursión y no es capaz de transmitir, a través del deslizamiento de la bandeleta central, la fuerza necesaria para extender las articulaciones IFP. Si, por el contrario, se evita la hiperextensión de las articulaciones MCF, los extensores extrínsecos sí son capaces de extender las articulaciones IF, maniobra conocida como de Bouvier6 (fig. 3).
En cuanto al tratamiento se refiere, existen multitud de procedimientos quirúrgicos para corregir la mano en garra, todos ellos encaminados a facilitar la «cascada de flexión» de los dedos, es decir, la flexión de las articulaciones MCF antes de que se produzca la flexión de las articulaciones IF. En general se dividen en estáticos o dinámicos1. Dentro de los procedimientos estáticos, aparte de la artrodesis MCF (totalmente olvidada), se encuentran la tenodesis7-11 y la capsulodesis de la placa palmar4. La principal desventaja de estas técnicas es que no pueden recuperar la debilidad muscular y la recidiva de la garra es frecuente.
En cuanto a los procedimientos dinámicos, se encuentran las transferencias tendinosas que, aunque implican el sacrificio de una unidad músculo-tendón para suplir la parálisis de otra unidad, presentan la ventaja que corrigen muy bien la garra, mejoran la fuerza de presión y la sincronización normal de la flexión de los dedos. Dentro de estas técnicas, se encuentra la denominada «lazo de Zancolli»12, consistente en seccionar los flexores superficiales de los dedos afectados entre las poleas A1 y A2, y suturarlos sobre sí mismos, a nivel proximal de la polea A1. El inconveniente de esta técnica es que si existe una laxitud ligamentosa a nivel de la articulación IFP, y la sección del flexor superficial puede dar lugar a una deformidad en cuello de cisne debido a la ausencia de oposición de los extensores extrínsecos. La técnica descrita en este artículo, o técnica de Chevallard, evita tal complicación y, además, no sacrifica ninguna estructura anatómica para suplir otra paralizada. De los 30 casos de parálisis publicados por Chevallard, la garra se corrigió en 25 casos, parcialmente en 3 casos y en 2 casos se requirió otra intervención por recidiva3, resultados muy parecidos a los observados en nuestra serie.
La movilización postoperatoria inmediata que aplicamos en todos los pacientes tiene su fundamentación en estudios previos que demuestran que la movilización inmediata es segura y mejora el rango de movilidad activa de la flexión digital, a diferencia de la inmovilización prolongada13.
Las limitaciones de este estudio son su carácter retrospectivo y que la serie consta de pocos casos. Sin embargo, dada la fácil ejecución de la técnica y que no requiere una rehabilitación específica, creemos que puede ser tenida en cuenta a la hora de abordar esta compleja deformidad, como es la deformidad en garra. Quizás sería muy útil realizar un estudio prospectivo en que se tengan en cuenta otros factores como la edad, el sexo, la duración de la parálisis, el grado de contractura y la experiencia del cirujano.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.