INTRODUCCION
El aumento en la esperanza de vida como consecuencia de la estabilidad y los avances médicos, han ocasionado un cambio radical en las pirámides demográficas, produciendo una transformación global en la población actual. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha emprendido en las últimas décadas campañas en favor de la promoción de salud y prevención de la enfermedad, para reducir los riesgos de las patologías y estimular el autocuidado para la obtención de mejores condiciones de vida en la población adulta1,2.
Dichas estrategias van encaminadas al fomento de la actividad física la cual torna a los adultos mayores más aptos y más saludables, proporcionando una mejora en la calidad de vida en esta fase de su ciclo vital, debido a los beneficios que ésta ofrece2.
En este sentido, la actividad física regular conlleva a un impacto positivo sobre la mortalidad cardiovascular a largo plazo y, por ello, es recomendado como un determinante para la salud3. Autores como Paffenbarger et al4 demostraron, que el riesgo de mortalidad general disminuye progresivamente a medida que la dosis de actividad física aumenta con un gasto metabólico de 500 a 3.500 calorías por semana5. Este autor demostró que aquellos sujetos que inicialmente eran sedentarios y luego incrementaron sus niveles de actividad física, presentaron una reducción significativa en su riesgo cardiovascular comparado con los que permanecieron sedentarios.
Morris et al6 y Blair et al7, expusieron que individuos que gastaban 1.000 calorías a la semana, o su equivalente a caminar en forma enérgica 30 min diarios por 5 días a la semana, reducían su riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) en un 24 %, y aquellos que gastaban 2.000 calorías en el mismo período de tiempo, reducían el riesgo de ACV en un 46 %6-8. Otros autores han revelado que personas activas en comparación a sedentarias presentan mejores respuestas de adaptación, menor respuesta cardiovascular al estrés5,9 y menor cantidad de síntomas de ansiedad, depresión, seguridad y autoestima, lo que sugiere que un nivel de actividad física moderada puede ser asumido como un predictor tanto de la esperanza de vida como de su calidad10-12.
Igualmente, la relación entre actividad física y calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) se ha convertido en los últimos años en la medida estándar, en ensayos clínicos para realizar mediciones de la efectividad de intervenciones, que van más allá de las medidas epidemiológicas tradicionales de morbimortalidad13. El aspecto central en el desarrollo y utilización de estas medidas, se orientan a evaluar los niveles de salud autopercibida obtenidos en estudios de grupos de pacientes con enfermedades específicas ajustadas por edad y sexo14-17.
En las personas mayores, la CVRS está principalmente determinada por la compleja interacción entre las características del individuo, su ambiente y bienestar1,2; parece estar estrechamente ligado al nivel de protección social ofertado, ya que en esta etapa, estos individuos soportan muchos problemas crónicos y discapacidades, consumiendo gran cantidad de recursos en salud, de forma directamente proporcional al grado de dependencia18-20.
Tras una revisión bibliográfica realizada en el banco de datos de LILACS (Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud) y en Medline (Títulos Sujetos Médicos de Biblioteca Nacional Americana de Sistema de Búsqueda de Medicina en Línea), en el período de 1985 a 2006, puso en evidencia un número reducido de publicaciones que se acercaron al tema de calidad de vida, ejercicio físico y actividad física terapéutica específicamente en el adulto mayor, utilizando como intervención el medio acuático.
El presente trabajo describe el efecto de un programa de actividad física terapéutica en medio acuático sobre la calidad de vida relacionada con la salud, medidas a través del Cuestionario de Salud SF-36, en un grupo de adultos mayores de 55 años no institucionalizados.
PACIENTES Y MÉTODOS
Universo
El estudio contó con la colaboración de un grupo de adultos mayores del área metropolitana de la ciudad de Cali (Colombia), pertenecientes a los diferentes grupos de tercera edad que utilizan el espacio físico de la Escuela Nacional del Deporte (END), para la realización de su gimnasia deportiva.
Tamaño de la muestra
Se calculó un tamaño de muestra de 50 (N = 45 + 10 %) mediante los siguientes parámetros: error tipo 1: 0,05 y error tipo 2: 0,2, (n = 50), que obedecieron a los criterios de inclusión. Todos los participantes firmaron un formulario de libre consentimiento y el protocolo fue presentado al Comité de Investigación de la END, para su respectivo análisis y aprobación.
Tipo de estudio
Se trató de un estudio descriptivo, transversal porque permitió medir el grado de relación que existe entre el ejercicio y el efecto sobre la CVRS en un contexto particular.
Métodos
Utilizamos una combinación de ambos métodos (cualitativo y cuantitativo): cualitativo, porque se trabajo con una población pequeña y nuestro interés fue abordar el tema teniendo en cuenta la intervención, la aplicación de test y el análisis de los datos obtenidos y cuantitativo porque permitió realizar un análisis de los datos teniendo en cuenta la información relacionada con la CVRS de los participantes. En nuestro caso nos permitió medir el efecto que tiene una estrategia terapéutica sobre la CVRS.
PROCESO DE RECOLECCION DE DATOS
Mediciones principales
Fueron recogidas las siguientes variables.
Medidas antropométricas
La antropometría contempla el estudio del cuerpo, en cuanto al tamaño, forma, proyecciones, composición, maduración y función, con el objetivo de brindar información científica sobre el crecimiento y desarrollo, nutrición, ejercicio y performance21. En este estudio se consideró la homogeneización de los criterios en mediciones antropométricas acordados en el Seminario Internacional y el protocolo oficial utilizado en el Trabajo de Investigación Kinanthropometric Aquatic Sport Project22. Los datos antropométricos como el peso corporal y talla se midieron en condiciones estandarizadas. La talla se tomó en estiramiento con un antropómetro (Kramer) de 4 segmentos y 1 mm de precisión. El peso se tomó en balanzas de torre marca (Healthometer) con 500 g de precisión las cuales fueron calibradas con pesos conocidos y sus resultados sirvieron como mediciones indirectas de la salud. Con estas dos variables se realizó el análisis nutricional a través del índice de masa corporal (IMC), el cual relaciona la talla y el peso (kg/m2). Los valores referenciados por la OMS, divulga que el valor de normalidad del IMC debe oscilar entre 20 y 25 kg/m2 pues éste es relacionado con bajos valores de morbimortalidad23. Se consideró sobrepeso si el IMC estaba entre 25,1 y 30 kg/m2 y obesidad si era mayor a 30,1 kg/m2.
Medida de calidad de vida
El Cuestionario de Salud SF-36 (Short From) es uno de los 2 cuestionarios más utilizados debido a su simplicidad y corto tiempo de aplicación24. Esta prueba consiste en 36 preguntas subdivididas en ocho dominios: Capacidad funcional (10 ítems), Vitalidad (4 ítems), Aspectos físicos (4 ítems), Dolor (2 ítems), Estado general de salud (5 ítems), Aspectos sociales (2 ítems), Aspectos emocionales (3 ítems) y Salud mental (5 ítems)25,26. Esta medición se ejecutó en dos momentos; en primer lugar se obtuvieron los promedios de cada escala, y en segundo lugar cada puntuación se transformó en un dominio de 0 a 100 en la que la puntuación más alta, indicaba mejor calidad de vida, de acuerdo con los parámetros establecidos por los autores del instrumento24. Las mediciones se realizaron preintervención y postintervención. Las medidas de tendencia central sirvieron para presentar cada uno de los momentos de la intervención.
En nuestro estudio, se aplicó la versión primera del SF-36 validado en castellano por Alonso et al27,28. Respecto a la versión española del Cuestionario de Salud SF-36, tanto su consistencia interna y reproducibilidad son aceptables y similares a las del instrumento original16,28 (coeficiente alfa > 0,7), lo cual sugiere que los ítems de cada una de las categorías están midiendo un constructo unitario y que poseen poco error aleatorio (alto grado de confiabilidad) para la comparación de grupos27. En Colombia, su validación y adaptación mostró una buena consistencia interna, superando 0,48, valor que excede el 0,40 recomendado por los autores del instrumento29. Al mismo tiempo mostró una fiabilidad mayor de 0,70 en los 18 grupos analizados. La fiabilidad interobservador superó 0,80 y la intraobservador estuvo por encima de 0,7029.
Protocolo de intervención
Para efectos del estudio, se llevo a cabo la implementación de un programa de actividad física terapéutica aplicado en medio acuático en adultos mayores de 55 años no institucionalizados, diseñado por los autores del estudio; para desarrollarse con una frecuencia de tres veces por semana durante un período de 12 semanas (3 meses) de una hora por sesión. Dicho protocolo se basó en los lineamientos y guías internacionales en actividad física del American College Sport Medicine (ACSM)30.
Las actividades tenidas en cuenta en el programa de entrenamiento constaban de: Ejercicios gimnásticos, donde se emplearon movimientos de las diferentes partes del cuerpo, ejecutados en distintas posiciones y con una dirección, amplitud, velocidad, grado de tensión y relajamiento de los músculos determinada; para desarrollar fuerza, rapidez, habilidad y la coordinación general. Ejercicios de fuerza y velocidad-fuerza, fueron realizados mediante la ejecución de actividades contra la resistencia del agua y empleando instrumentos como flotadores tubulares y mancuernas de colcholón. Ejercicios de distensión, por la hipogravidez del medio acuático, favorece la relajación muscular puesto que se produce un relajamiento de los centros nerviosos por disminución del tono muscular basal a nivel general. También se produce la liberación de peso propiciando un mayor rango de acción de las articulaciones, generando con ello mayor amplitud articular. Ejercicios de relajamiento, en el agua este mecanismo se ve favorecido por la disminución de la excitabilidad refleja. Estos ejercicios contribuyen al desarrollo de los procesos de inhibición de la corteza cerebral, crean condiciones favorables para la irrigación sanguínea de los músculos después de tensiones; mejoran los procesos metabólicos en los tejidos y ayudan a luchar contra la impericia de los movimientos. Ejercicios de resistencia, por la escasa acción hidrodinámica del cuerpo humano las moléculas de agua a fluir y circular alrededor de él, provoca flujos de frenado y de succión que dificultan el movimiento acuático, que unido a la mayor viscosidad de este medio (12 veces), se convierte en un excelente lugar para el desarrollo de la resistencia y tonificación muscular; este beneficio se potencializó con la utilización de implementos como: flotadores tubulares, las pelotas de caucho e icopor y las mancuernas de colcholón, quienes empleados a diferentes velocidades, rangos de amplitud y ubicación generaron la resistencia programada. Ejercicios de equilibrio, estos ejercicios entrenan el aparato vestibular, y que influyen directamente en los canales semicirculares, mediante cambios de posición, giros, flexiones. Los participantes tuvieron la oportunidad de experimentar las modificaciones en su centro de gravedad mediante diferentes posturas dentro del agua. Ejercicios respiratorios, debido a la presión hidrostática se produce una ligera presión sobre la superficie corporal, con el tiempo produce una mejora en la fuerza de los músculos involucrados en la respiración (diafragmáticos, intercostales y abdominales) generando un aumento en la capacidad ventilatoria. La combinación de ejercicios de desarrollo gimnásticos con ejercicios respiratorios, contribuye a mejorar la respiración a nivel pulmonar, a desarrollar en los adultos mayores el hábito de dominar la respiración libre para diferentes actividades. Aquaerobic, comprendieron un conjunto de actividades aeróbicas realizadas en el agua y acompañadas con música y adaptados a las necesidades de los participantes. Se buscó con ellos desarrollar la expresión corporal, el sentido del ritmo, las cualidades físicas y habilidades en el medio acuático que generan beneficios en vitalidad y rol social, por su concepto integrador.
Análisis estadístico
Para el análisis de los datos se utilizó el software estadístico SPSS versión 10© for Windows. Mediante un análisis estadístico descriptivo se dividió la muestra por grupos etéreos. Se calcularon medidas de tendencia central (media, mediana, valor mínimo y valor máximo, desviación estándar) y medidas de dispersión. La prueba de la t de Student y la chi cuadrado se usaron para examinar la relación entre las variables dicotómicas31. El nivel de significancia se fijó con p < 0,0532 y un poder del 80 %32.
RESULTADOS
Variables antropométricas
La muestra de estudio estuvo constituida por un grupo de mujeres (n = 50) con edad media de 66 ± 6,6 años en un rango de 55 a 79 años. La talla media registrada fue 1,57 ± 0,07 m, el peso corporal 66,4 ± 11,2 kg y el IMC 26,9 ± 3,9 kg/m2, lo cual es asociado a sobrepeso (tabla 1).
Puntuación de calidad de vida
En la tabla 2, se presentan las puntuaciones del Cuestionario de Salud SF-36 en la etapa de preintervención. Los sujetos refirieron puntuaciones más altas en el dominio de Función social 77 ± 20, seguido de Salud mental 74 ± 17, Salud general 72 ± 17, Rol físico 72 ± 41 y Función física 71 ± 27. Por otra parte, la puntuación más baja quedó demostrada en los dominios de Vitalidad 66 ± 17, Rol emocional 63 ± 46 y Dolor corporal 58 ± 25. Todas las escalas fueron presentadas en el intervalo de 0 a 100. Sin embrago, se obtuvieron valores por arriba del 80 % en función de la mediana en los dominios Función física, Rol físico y Rol emocional.
La tabla 3, recoge las puntuaciones postintervención de las escalas del Cuestionario de Salud SF-36. Vale la pena resaltar que los cambios en porcentaje mayores al 5 % permite con relativa facilidad registrar tanto empeoramientos en el estado de salud (el porcentaje de puntuaciones mínimas es muy bajo y puede crecer) como mejoras en el mismo (el porcentaje de puntuación máxima puede todavía crecer sustancialmente en la mayoría de los escalas). Los dominios Rol físico 93 ± 21, Función social 88 ± 16, Salud general 85 ± 17, Vitalidad 84 ± 15, Rol emocional 82 ± 33 y Función física 83 ± 17, presentaron cambios mayores, mientras que las variaciones más bajas fueron demostradas el dominio Dolor corporal 75 ± 23 y Salud mental 72 ± 10 (p = < 0,05).
Al comparar los datos obtenidos en la etapa preintervención y postintervención (enunciado en porcentaje), se pudo diferenciar modificaciones en todos los dominios del Cuestionario de Salud SF-36. Las puntuaciones más elevadas referidas por los sujetos se encontraron en el dominio Dolor corporal (23 %), Rol físico (22 %), Vitalidad (21 %), seguido del dominio Rol emocional y Salud general, con valores de 18 y 16 %, respectivamente. La Función social (14 %) y Función física (13 %) fueron las categorías más bajas pero significativamente estadística (p = < 0,05). La Salud mental tuvo una variación negativa del (3 %) (tabla 4; fig. 1).
Fig. 1. Distribución diferencial del Cuestionario de Salud SF-36 preintervención y postintervención.
En la figura 2, se aprecia que en todas las edades el programa de actividad física terapéutica impacta de forma positiva en cada una de las escalas con una tendencia lineal (p < 0,05). En las tablas 5 y 6 se presenta la distribución percentil para cada dominio por grupos de edades. La elección de los percentiles es la misma utilizada por las publicaciones referenciadas en este estudio, lo que facilita la comparación de resultados.
Fig. 2. Puntuaciones media en cada uno de los dominios del Cuestionario de Salud SF-36 según edades. Etapas preintervención y postintervención.
DISCUSION
En lo que se refiere a los valores antropométricos el IMC, coincide con lo publicado en otros trabajos, como el de Camiña et al33. Otros autores han comunicado aumentos sostenidos del IMC con la edad durante la adultez y su estabilización hacia los 60 y 70 años de vida, situación que no fue observada aquí. No obstante este comportamiento se describe en estudios de corte transversal que son limitados para inferir la dinámica de cualquier característica biológica38. Adicionalmente los valores del IMC de nuestro estudio, están un poco por arriba de los recomendados como saludables por los organismos internacionales y por otros autores34-36, ya que éstos sugieren un límite máximo de 25 kg/m2. Incluso son muy similares a los valores considerados normales, pero más complacientes, como los que sugiere Moore37 (27,3 y 27,8 kg/m2 para mujeres y varones, respectivamente). Comparados con los resultados aportados en los estudios de Camiña et al33, y Arboleda38 los promedios de esta muestra estaría dentro de lo que ellos consideran normal, pero en el límite superior.
Respecto a la calidad de vida, existen numerosas investigaciones que han utilizado el estado autopercibido de la salud para acercarse a la subjetividad del concepto en las personas mayores. Sin embargo, menos estudios que han utilizado cuestionarios de vida y modelos en intervención terapéutica en medio acuático en esta población.
Dentro de los referentes internacionales, está el estudio controlado en 74 mujeres adultas, que asistieron dos veces por semana a práctica hidrogimnástica durante 3 meses, y cuyo propósito era verificar el efecto que ejerce la aptitud física en mujeres adultas asociado a la salud. Las conclusiones asientan un mejor desempeño en todos los postest, comparados con el grupo control, afirmando que los ejercicios en medio acuático en forma regular y sistematizada contribuyen a mantener una mejor aptitud física relacionada con la salud39,40. Igualmente Roseane et al40 estudiaron un grupo de 37 mujeres con edad promedio de 60 años, durante un período de 3 meses (12 semanas), con el objetivo de explicar el efecto de la práctica de la gimnasia acuática, sobre la aptitud física de un grupo de adultos mayores asociado a la salud. Este concluye, afirmando que la práctica de un programa en medio acuático, contribuye a una mejora de la aptitud física, dejando entre dicho, la necesidad de realizar un mayor número de estudios que avalen los efectos que ellos abordaron y algunos otros que no fueron tenidos en cuenta.
En este sentido, este trabajo demuestra igualmente, la capacidad al cambio que tiene este cuestionario en los sujetos estudiados, insistiendo que es un instrumento útil cuando se administra en población de adultos mayores. Las mejores puntuaciones después de la intervención del programa de actividad física terapéutica se obtienen en los dominios Dolor corporal, Rol físico, Vitalidad y Rol emocional, con resultados similares a los otros estudios referenciados internacionalmente41,42,44,45. También es coherente con la bibliografía en este campo, el descenso de las puntuaciones del SF-36 asociado a la edad, siendo más acentuado en los dominios físicos y levemente o en nada en los dominios mentales43-45. Este aspecto puede ser relacionado con la pérdida de la capacidad funcional que acompaña al envejecimiento progresivo, y la alta prevalencia de discapacidades en esta población, que según estudios internacionales alcanza un 32 %33,34,46. Las puntuaciones del SF-36 en nuestro trabajo evidencia pequeñas diferencias con otras investigaciones42,44. También se ha observado al igual que en el estudio de Alonso et al41, que las desviaciones estándar de las puntuaciones del SF-36 tienden a aumentar con la edad41-46. Esto refleja el menor tamaño muestral en los estratos de edad más avanzada y, quizá la mayor heterogeneidad del estado de salud en los ancianos de mayor edad, hecho que es muy evidente en la clínica geriátrica44,47-50.
Las amplias diferencias observadas con otros estudios internacionales no pueden atribuirse a la forma de administrar el cuestionario, pues ambos casos fue por entrevista personal, y el cuestionario SF-36 fue entregado y explicado al inicio de la intervención. Este dato puede ser explicado por la representación del tamaño muestral, el diseño de la investigación y la actividad física previa de los participantes, que no fue tenido en cuenta a la hora de realizar la convocatoria. En estudios realizados para evaluar la CVRS se ha utilizado el cuestionario de salud MOS SF-36 (36-item Medical Outcomes Study Short-Form General Health Survey) y se ha comprobado que la intervención de entrevistadores para administrar el cuestionario SF-36 da como resultado mejores perfiles de salud en todas las escalas, lo anterior considerando el sesgo introducido por el entrevistador51.
CONCLUSIONES
En general, los datos de este estudio reflejan que los participantes en este programa de actividad física terapéutica, están ligeramente por arriba de lo aconsejado, según los criterios de IMC aceptados internacionalmente como saludables. Aunque el diseño metodológico no permitió observar la dinámica de la antropometría en ninguno de los grupos, sí permitió verificar los cambios en la CVRS. Por estas consideraciones estos resultados deben interpretarse con precaución debido a las limitaciones del estudio.
En primer lugar, la muestra no puede ser extrapolada como valor de referencia por no ser un grupo representativo de sujetos intervenidos. Esto indica que sólo podrán ser tendidos en cuenta como un parámetro de comparación en actividad física terapéutica en medio acuático y no podrán compararse con intervenciones de ejercicio realizadas en condiciones de campo.
Y, segundo lugar, tampoco fueron tenidos en cuenta los indicadores antropométricos y su correlación con la percepción de la salud, como por ejemplo el IMC, y su relación con las enfermedades crónicas.
Finalmente, no se tuvo en cuenta el hecho de que la población haya sido muy homogénea en términos de "buena salud", y/o la existencia de aspectos culturales que modulan la forma como se interpretan las preguntas que conforman este cuestionario.
Por ello, y por las consideraciones anteriores nuestros resultados suponen un reto para los profesionales de la salud y demás responsables de las políticas públicas saludables, reforzar el impacto que tiene la actividad física en este tipo de poblaciones.
AGRADECIMIENTOS
Un especial agradecimiento al Dr. Carlos Alejandro López, por inculcar al grupo de trabajo su espíritu por la investigación, a la Lic. Florencia Giraldo Gensini y a la Ft. Mónica Angélica Idárraga Giraldo por la intervención y aplicación del protocolo. También se agradecen los acertados comentarios de los revisores anónimos.