La pitiriasis versicolor es una enfermedad muy frecuente, y se han descrito casos en todas las partes del mundo, aunque su prevalencia es mucho mayor en las regiones tropicales (40%) o en áreas de altas temperaturas. Es más frecuente en la adolescencia y en la edad adulta, lo que puede estar en relación con una mayor actividad de las glándulas sebáceas, por lo que los casos suelen presentarse en cualquier época de la vida1. Clínicamente suelen tener una morfología prácticamente constante en forma de máculas redondas u ovales de pequeño a mediano tamaño, que suelen confluir. En otras ocasiones se han publicado casos de pitiriasis versicolor que simulan otras enfermedades, lo que conlleva un retraso en el diagnóstico y en el tratamiento1. A continuación presentamos un caso clínico atípico simulando una tricostasis espinulosa.
Una mujer de 72 años de edad, sin antecedentes personales de interés, acudió a la consulta de dermatología por presentar lesiones de 9 años de evolución, que habían aumentado en número. Las lesiones eran asintomáticas y refería que le empeoraban en verano. En otras ocasiones había acudido a dermatología donde había sido diagnosticada de queratosis pilar en tratamiento con cremas emolientes, sin mejoría clínica. A la exploración física la paciente presentaba pápulas foliculares con ligero eritema perifolicular distribuidas en tórax, abdomen y en extremidades superiores (fig. 1). Con el diagnóstico de sospecha de tricostasis espinulosa difusa, y dada la extensión de las lesiones y la edad de comienzo de las mismas, se decidió realizar una biopsia cutánea y una analítica. En el estudio histológico se observaron levaduras redondas arracimadas con filamentos gruesos y cortos en forma de «s» cursiva, imagen descrita como «de espagueti con albóndigas», distribuidas alrededor de los folículos pilosos (fig. 2). En la analítica sanguínea solo se observó un aumento de las cifras de glucemia basal, y el estudio inmunológico fue normal. Con el diagnóstico de pitiriasis versicolor se prescribió itraconazol, 200mg diarios durante una semana, además de ciclopiroxolamina (2 veces al día durante 2 semanas). Tras el tratamiento se produjo una desaparición completa de las lesiones (fig. 3).
Epidermis de características normales con presencia de hifas y esporas en la capa cornea (tinción con hematoxilina-eosina ×10). A mayor detalle, y en la esquina inferior derecha de la imagen, puede apreciarse lo que se denomina «espaguetis y albo¿ndigas», que corresponden respectivamente a las hifas y esporas de Malassezia (hematoxilina-eosina ×40).
Las especies del género Malassezia son hongos dimórficos que se encuentran en la superficie cutánea en el ser humano y los animales, y que actúan como organismos comensales y patógenos2. Han sido relacionadas con la etiología de la pitiriasis versicolor, de la foliculitis por Malassezia, la dermatitis seborreica y la dermatitis atópica; su relación con la psoriasis, la papilomatosis confluente y reticulada, y algunos casos de onicomicosis es menos clara2.
La presentación clínica de la infección más frecuente es la pitiriasis versicolor, que clínicamente se manifiesta como máculas y pápulas hipo o hiperpigmentadas, y típicamente se localiza en zonas como el cuello, tronco y parte superior de las extremidades superiores. Hay varios factores que predisponen a su aparición, como las temperaturas elevadas y una alta humedad relativa, hiperhidrosis, etc.1.
El diagnóstico es clínico, pero se puede confirmar la presencia del hongo mediante un raspado de la lesión y una visión directa con KOH, lo que permite apreciar la característica imagen en «espagueti y albóndigas» que corresponde a las hifas y esporas de la levadura, respectivamente. Si se manifiesta de manera atípica puede simular otras enfermedades como la pitiriasis rubra pilaris, el eritrasma o la pitiriasis rotunda3–5.
Hasta ahora no se había publicado ningún caso que clínicamente se pudiese confundir con una tricostasis espinulosa, un trastorno relativamente frecuente de la piel que clínicamente se caracteriza por presentar pápulas foliculares hiperqueratósicas resultantes de la retención folicular del vello que puede asemejarse a la queratosis pilar. Existen 2 variantes: una forma que suele ser no pruriginosa, más frecuentemente localizada en la cara6, y otra que generalmente produce prurito y se localiza en el tronco y en la parte superior del tronco, es decir en las mismas áreas de la pitiriasis versicolor, con lo que el sebo puede ser un factor predisponente7,8.
Sobre esta enfermedad se han publicado casos de localización atípica, como el cuero cabelludo y simulando alopecia areata9, asociada a enfermedades como la insuficiencia renal crónica10, y a otras etiologías como Malassezia11.
Este caso de pitiriasis versicolor con una presentación atípica, que provocó un retraso en el diagnóstico y en su tratamiento, debe alertar a los especialistas sobre esta enfermedad en casos que clínicamente simulen una tricostasis espinulosa, ya que se suelen localizar en áreas de predominio seborreico.
FinanciaciónNo existen fuentes de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.