Queridos lectores:
En el último número hicimos un poco de hincapié en los sistemas de microacupuntura que han enriquecido de manera sustancial el mundo de la acupuntura en los últimos 30-50 años: la auriculoterapia y la nueva acupuntura craneal de Yamamoto (YNSA). Ahora, en este número, encontrarán de nuevo una contribución experimental a la cartografía de la oreja, esta vez de parte del belga Jean Pierre Fossion. Además se trata de un artículo muy interesante sobre una forma de sistema de microacupuntura que posiblemente desconozcan: la acupuntura bucal. El desarrollo de la acupuntura bucal va de la mano del nombre del Dr. Jochen Gleditsch, presidente de honor de la Sociedad Médica Alemana de Acupuntura. Durante su ejercicio el Dr. Gleditsch llevó a cabo un descubrimiento muy interesante: comenzaba primero por palpar determinadas zonas de la boca y, cuando hallaba una zona dolorosa, insertaba la aguja de acupuntura o aplicaba el anestésico local. Pero las zonas intraorales no se pueden marcar. Así que, cuando encontraba una zona dolorosa e iba a alcanzar la aguja de acupuntura o la jeringa, luego ya no estaba seguro del todo de identificar todavía la ubicación correcta. Así que desarrolló la técnica que hoy se conoce como método «very point». Palpaba con la aguja y, en el momento y en el lugar preciso donde el paciente notaba sensibilidad, insertaba la aguja. De esta forma se aseguraba de que el punto sensible y la ubicación de la aguja aplicada coincidieran por completo. Más tarde utilizó este método también fuera de la boca, por ejemplo en la auriculoterapia y en la acupuntura clásica, y contribuyó así a un resurgir del importante encuentro entre médico y paciente. Y es que de los mapas topográficos acupunturales sólo debemos fiarnos de forma relativa. Es más importante la reacción subjetiva del paciente. Esta afirmación coincide también con el trabajo del Dr. Marco Romoli, como les hemos demostrado en el último número de nuestra revista a través de un ejemplo de auriculoterapia. Y que el método «very point» no es solamente un punto de vista subjetivo, lo pueden comprobar claramente a través del estudio aleatorizado y controlado «Acupuntura de microsistemas para el dolor craneomandibular» que también les presentamos en este número. En este trabajo se utilizó como placebo un aparato láser apagado. Como verán, las diferencias en la incidencia del dolor entre la acupuntura verdadera con agujas y el tratamiento placebo con láser fueron estadísticamente significativas.
De los otros artículos experimentales, me gustaría destacar especialmente el trabajo procedente de China acerca de la eficacia de la acupuntura para el dolor radicular en casos de hernias de disco lumbares. Se trata de un trabajo realizado con un modelo experimental de rata; este tipo de estudios apenas se encuentran en Occidente. En él se midieron simultáneamente la modificación del umbral del dolor y el aumento de la interleucina por efecto de la acupuntura.
Claro está, estos trabajos experimentales no son de fácil lectura. Pero también contamos con ejemplos más sencillos que ilustran el efecto terminante de la acupuntura: un caso clínico de paresia facial. Naturalmente, todos sabemos que las paresias faciales tienen una tasa elevada de curación espontánea. Pero sería imperdonable no tratar a los pacientes que presentan paresias faciales, ya que, mientras que la padece, el paciente sufre enormemente por su desfiguración externa. Necesita con urgencia el auxilio y el apoyo médico. Y este auxilio a menudo se logra simplemente con que la acupuntura genere en un principio una mejora espontánea, incluso cuando poco después desaparezca de nuevo. Pero el paciente tiene la experiencia de que se le puede ayudar y empieza a albergar esperanzas. A menudo también vemos que pacientes que no han mejorado en las últimas semanas con tratamientos convencionales hacen unos avances realmente vertiginosos con la acupuntura. Y muchas veces estas mejorías provocadas por la acupuntura aparecen muy rápidamente, como en el ejemplo clínico que se presenta en este número. Quizás nuestros lectores hayan tenido experiencias prácticas semejantes. En ese caso, háganoslo saber; su opinión de experto es muy importante para nosotros.