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Vol. 12. Núm. 4.
Páginas 126-132 (octubre - diciembre 2018)
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Fundamentos teóricos para la práctica clínica de la acupuntura-medicina china
Theoretical basis for the clinical practice of acupuncture-Chinese medicine
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Ishar Dalmau-Santamaria
Escuelas Universitarias Gimbernat y Tomàs Cerdà, adscritas a la Universitat Autònoma de Barcelona, Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España
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Resumen

Para el pensamiento chino, el universo es un gran organismo, un gran sistema que está integrado por una infinidad de subsistemas relacionados y que funciona con un movimiento equilibrado fluctuante. A dicho flujo que da origen al universo se le llama Tao. De la escisión de esta unidad primordial que es el Tao, se engendra la dualidad inicial, el Yin y el Yang. Para el pensamiento chino, el ser humano es una réplica del universo. En sí mismo es un universo en miniatura y, por tanto, está sujeto a las mismas leyes que rigen al universo y a la naturaleza. Junto al Tao, aparece el concepto del Qi, porque el Qi y el Tao van de la mano, ya que el Qi es la energía que circula en el universo, por lo que se puede decir que el Tao es flujo de Qi. Lo que anima la vida es el Qi y la vida se define a través del Qi. Para la medicina china, la salud es mantener un Qi equilibrado a través del equilibrio dinámico del Yin y del Yang. El desequilibrio entre el Yin y el Yang origina la enfermedad, que es consecuencia de la pérdida de la resistencia corporal por disminución de la energía vital (Zheng Qi o Qi Correcto) o por influencia de un agente patógeno (Xie Qi o Energía Perversa o Energía Patógena) sobre el organismo. Con la anamnesis, se determinan los síntomas y signos objetivos así como muchas otras manifestaciones diferentes que configuran un cuadro de desequilibrio energético o síndrome. Una vez realizado el diagnóstico, el terapeuta —mediante la acupuntura y las técnicas relacionadas— va a restablecer, en su conjunto, el Qi del organismo, lo que reequilibra el Yin y el Yang y devuelve la salud al paciente.

El presente artículo tiene como objetivo sistematizar los fundamentos teóricos de la acupuntura-medicina china para la práctica clínica, apoyándose, dicha descripción, con conceptos biomédicos para una comprensión enfocada desde la perspectiva de la medicina occidental.

Palabras clave:
Guía de práctica clínica
Biomedicina
Medicina Tradicional China
Abstract

According to Chinese philosophy, the universe is a great organism, a great system that is integrated by infinity of related subsystems, which work with a fluctuating balanced movement. This flow that gives rise to the universe is called Tao. From the split of this primordial unit, the initial Yin and Yang duality is generated. To Chinese thought, the human being is a replica of the universe. It is a universe in miniature, which is; therefore, subject to the same laws that governs the universe and nature. Along with Tao, the concept of Qi was developed, because Qi and Tao go hand in hand. Qi is the energy that circulates in the universe, in this sense it is Qi's flow. Qi defines and animates life. For Chinese medicine, good health is a balanced Qi obtained through the dynamic balance of Yin and Yang. The imbalance between Yin and Yang causes disease and this is a consequence of the loss of body resistance due to diminished vital energy (Zheng Qi or Qi Correct) or the influence of a pathogenic agent (Xie Qi or Perverse Energy or Energy Pathogenic) in the organism. Through anamnesis, the symptoms and objective signs are determined, as well as of many other different manifestations that configure a picture of any energetic imbalance. Once the diagnosis is made, the therapist, through acupuncture and related techniques will restore the body's Qi by rebalancing the Yin and Yang and restoring the patient's health.

The aim of the present paper is to systematize the theoretical basis of Chinese medicine acupuncture for clinical practice, supporting this description with biomedical concepts for a focused understanding from the perspective of western medicine.

Keywords:
Clinical practice guideline
Biomedicine
Chinese Traditional Medicine
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El origen del universo según la cultura china1–6

Para el pensamiento chino, el universo es un gran organismo, un gran sistema que está integrado por una infinidad de subsistemas relacionados y que funciona con un movimiento equilibrado fluctuante. A dicho flujo que da origen al universo se le llama Tao. El Tao representa el principio, el origen, la gran realidad que sostiene y llena el universo, y que se traduce por la vía o el camino. El Tao es el origen de todos los seres, el principio absoluto y sin forma que les da nacimiento y les otorga una forma. De la escisión de esta unidad primordial que es el Tao se engendra la dualidad inicial, el Yin y el Yang, principios femenino y masculino presentes en la raíz de toda expresión material. Y esta unidad y esta dualidad originales constituyen la primera tríada. Dicho en palabras del Tao Te King7 de Lao Tsé, en donde aparece la primera referencia al Tao, “El Tao produjo al Uno, el Uno produjo al Dos, el Dos produjo al Tres, el Tres produjo todas las cosas”.

El Tao se manifiesta a través de cambios: en el universo, la forma es el origen del cambio y el cambio de la forma; la quietud es el origen del movimiento y el movimiento de la quietud. En otras palabras, la característica principal del Tao es la naturaleza cíclica de su movimiento y cambios incesantes, de transformación constante. Esta idea de patrones cíclicos en el movimiento del Tao se representa mediante el concepto de los opuestos polares Yin y Yang de manera que todas las manifestaciones del Tao, del universo, se generan por la interacción dinámica de Yin y de Yang. Así pues, el concepto del Tao se basa en aceptar que la única constante en el universo es el cambio y que debemos aceptar este hecho y estar en armonía con ello.

El símbolo del Tao, llamado Tai Ji o Esencia Suprema (Tai-Ji-Tu, T’ai-chi T’u o diagrama del Fin Supremo) está constituido por el Yin y el Yang confluyendo en un círculo. Según el I Ching o Libro de las Mutaciones, el universo está regido por el principio del cambio, de la transformación, a partir de la relación dialéctica entre los opuestos, entre el Yin y el Yang. La teoría del Yin y del Yang es un principio de polaridad, el cual encierra la verdad de que a través de sus diferentes manifestaciones se genera el universo y todo lo que en él se incluye. Es como si existiera un principio de generación, estando siempre en acción los principios femenino (Yin) y masculino (Yang).

Sin embargo, el Tao está vacío y a través de este vacío el Tao se manifiesta. En el libro del Tao Te King7 leemos:

“El Tao es vacío, imposible de colmar, y por eso, inagotable en su acción. En su profundidad reside el origen de todas las cosas”.

“[...] Hacemos una vasija de un trozo de arcilla, es el espacio vacío de su interior el que le da su utilidad. Construimos puertas y ventanas para una habitación; pero son estos espacios vacíos los que la hacen habitable. Así, mientras que lo tangible tiene ventajas, es lo intangible de donde proviene lo útil”.

Para la ciencia occidental moderna2,8, el universo físico es, en esencia, energía. Un universo energético y, además, prácticamente vacío. Un vacío en donde una energía, conocida por energía oscura, ocupa todos sus espacios. Según la teoría de la mecánica cuántica, la energía oscura o energía del vacío (cantidad de energía que se asocia con la vacuidad del espacio vacío) es sinónimo de energía de punto cero (zero-point energy), un mar energético potencialmente infinito. El espacio vacío del universo físico o vacío cuántico que ocuparía dicha energía es lo que se conoce como campo punto cero o mar de Dirac.

El ser humano según la cultura china1–6

Para el pensamiento chino, el ser humano es una réplica del universo. En sí mismo, es un universo en miniatura y, por tanto, está sujeto a las mismas leyes que rigen al universo y a la naturaleza, y que dirigen la vida de todo ser vivo. Dicha concordancia encierra la verdad de que hay siempre una correspondencia entre las leyes y los fenómenos que acontecen en el universo. Existe, entonces, un principio de correspondencia en el que como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.

Junto al Tao, aparece el concepto del Qi, porque el Qi y el Tao van de la mano, ya que el Qi es la energía que circula en el universo, por lo que se puede decir que el Tao es flujo de Qi. Y el Qi, por lo tanto, también se manifiesta a través de las 2 fuerzas que engendra el Tao, el Yin y el Yang.

El concepto Qi es absolutamente primordial en la medicina china. Lo que anima la vida es el Qi y la vida se define a través del Qi, a pesar de que este no puede asirse, medirse, cuantificarse, verse o aislarse. En el texto clásico de medicina china más antiguo que existe, y que aún se sigue estudiando, el Neijing, se dice que5,6:

“[...] cuando el Qi se aglutina, el cuerpo físico se forma; cuando el Qi se dispersa, el cuerpo muere. Si fluye con la vida produce salud, si se bloquea produce enfermedad. Si se concentra se le llama materia, si se esparce se le llama espacio”.

El Qi puede entenderse como el principio creador o formador asociado con la vida y con todos los procesos que caracterizan a los seres vivientes, pero también, todas las formas no animadas de la naturaleza son manifestaciones del Qi. El Qi es inmaterial pero esencial y el mundo material está formado por él. En realidad, Qi tiene diferentes propiedades y formas según las circunstancias y el contexto, se comprende mejor por lo que hace que por lo que es. Cualquier tipo de energía es una manifestación de Qi.

El Qi del ser humano proviene de la interacción del Qi del Cielo y el de la Tierra, y constituye un microcosmos con su propio campo energético y su tendencia al equilibrio. Cuando se produce un desequilibrio prolongado en el Qi, aparece la enfermedad. Según el taoísmo, la forma de actuar del ser humano se debería basar en la no acción o Wu Wei, que significa hacer las cosas de forma espontánea, sin forzar la naturaleza, siguiendo el flujo natural de los acontecimientos: ir con los principios del Tao.

No es fácil traducir el término Qi. El ideograma clásico representa aire y arroz, dando a entender que se trata de algo material relacionado con la alimentación y, a la vez, algo inmaterial que se inhala, ambos imprescindibles para la vida. Las traducciones más empleadas son las de energía vital, fuerza dinámica, aliento vital, materia-energía.

Para la física moderna2,8, el universo físico es, en definitiva, energía, y según la teoría general de la relatividad, la materia, que es masa, es también energía; es decir, masa y energía son equivalentes. Dicha relación entre masa y energía se expresa matemáticamente en la famosa ecuación de Einstein: E=mc2. La masa es energía compactada. Además, la energía no se puede definir por sí misma. En física, energía se define como la capacidad de los cuerpos para realizar un trabajo y producir cambios en ellos o en otros cuerpos. Se sabe lo que hace la energía, pero no se sabe qué es la energía. Un cuerpo tiene energía cuando posee la capacidad de realizar trabajo. Esta energía, además, puede adoptar una gran variedad de formas y, asimismo, no se crea ni se destruye, solo se transforma de unas formas en otras.

En definitiva, para el pensamiento chino, el universo es Qi, al igual que para la física moderna, el universo es energía. Y para la medicina china el ser humano es Qi, y todos los aspectos tanto físicos como mentales en ese ser son Qi. Un Qi que tiene un aspecto material, es Yin, se corresponde a la estructura, es la sustancia (materia) fundamental de la que está compuesta todo el universo, y tiene un aspecto inmaterial, es Yang, que se corresponde con la función, con la actividad funcional. El Qi en condensación forma la materia del cuerpo y es Yin por naturaleza; el Qi en dispersión se mueve y es Yang por naturaleza. Todo en el cuerpo es una manifestación de Qi en sus aspectos Yin y Yang. Toda la actividad física y mental del organismo está condicionada por el flujo de Qi y de su correcto equilibrio en sus aspectos Yin y Yang.

Fundamentos anatómicos y fisiológicos del ser humano según la medicina china2,3,9

A partir del Qi surgen las denominadas sustancias vitales, las cuales son las materias básicas que forman el organismo:

  • Shen (Mente, Espíritu).

  • Qi (qi) en sus diferentes formas.

  • Sangre (Xue).

  • Líquidos Orgánicos (Jin Ye).

  • Jing (Esencia).

Así pues, la medicina china contempla el funcionamiento del cuerpo y de la mente como el resultado de la interacción de las sustancias vitales, resultado de un vórtice de Qi en diferentes manifestaciones que interactúan entre ellas para formar un organismo, en lugar de verse este como un mecanismo muy complejo. El cuerpo y la mente no son más que tipos o manifestaciones de Qi (sustancias vitales) en varios grados de materialidad: desde los más denso, lo más material, como es la Esencia (Jing), hasta lo totalmente inmaterial, la Mente (Shen). Un ejemplo que ilustra a la perfección la realidad del Qi y sus manifestaciones es el caso del agua, que se presenta en 3 estados o fases en la Tierra: vapor de agua (gas), agua líquida (líquido) y hielo (sólido). Además, se ha descrito un cuarto estado o fase del agua, denominada zona de exclusión, en la que el agua se encontraría en forma de cristal líquido. Independientemente del estado o fase, el agua es agua, una molécula formada por hidrógeno y oxígeno (H2O), aunque las propiedades fisicoquímicas para cada estado son diferentes, es decir, la estructura y la función del agua en el estado de vapor de agua, de agua líquida o de hielo son distintas. Pero lo más interesante que podemos extraer de dicho símil es que la diferencia entre las distintas fases o estados tiene que ver con la diferencia de movimiento de las moléculas de agua, que es más lento para el hielo (la fase más Yin) y más rápido para el vapor de agua (la fase más Yang). En otras palabras, el condicionante principal de las diferencias entre los diferentes estados o fases del agua es el movimiento de sus moléculas. Además, los diferentes estados o fases del agua se están intercambiando continuamente, de modo que, tal y como sucede con el Qi, deberíamos referirnos al agua como un vórtice de agua en diferentes manifestaciones que interactúan entre ellas.

Desde un punto de vista biomédico, las sustancias vitales descritas por la medicina china se asemejarían a las biomoléculas orgánicas y biomoléculas inorgánicas descritas por la biomedicina, las cuales representan los pilares básicos para la construcción de todos los organismos vivos. Así, para las biomoléculas orgánicas (ácidos nucleicos, proteínas, lípidos y glúcidos) podríamos describir una clasificación a partir de los fundamentos fisicoquímicos particulares y su símil con las sustancias vitales según la medicina china; así, los ácidos nucleicos serían las biomoléculas más Yin, lo mismo que sucede con el Jing, mientras que las biomoléculas más Yang serían los glúcidos (hidratos de carbono). Entre ambas biomoléculas, los lípidos serían biomoléculas Yin con respecto a los glúcidos, pero Yang si se comparan con las proteínas, y las proteínas serían biomoléculas Yin con respecto a los lípidos, pero Yang si se comparan con los ácidos nucleicos. Esto quiere decir que las biomoléculas orgánicas se podrían también organizar en grados de materialidad, al igual que las sustancias vitales, desde lo más denso, lo más material (lo más Yin), como son los ácidos nucleicos, hasta lo más inmaterial (lo más Yang), que son los glúcidos, y entre ambas biomoléculas, las proteínas y los lípidos.

Para la biomedicina, las biomoléculas orgánicas y las biomoléculas inorgánicas se construyen a partir de los elementos químicos. Se han descubierto o sintetizado 118 elementos químicos, de los cuales, el 96% de los que se encuentran en el cuerpo humano son solamente 4, concretamente, carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. De forma parecida a la descrita por la medicina china, los elementos químicos serían 118 diferentes manifestaciones de la estructura básica de la materia, según la física clásica, el átomo. A partir de los elementos químicos que forman parte de los organismos vivos se constituirían las biomoléculas orgánicas y biomoléculas inorgánicas, las sustancias vitales para la biomedicina, y todas ellas se formarían a partir de un principio único común para todas, que sería el átomo y sus 118 diferentes manifestaciones, los 118 elementos químicos descubiertos o sintetizados hasta día de hoy.

Los conceptos Qi, Jing y Shen son indisociables y la medicina china los denomina los Tres Tesoros, considerándolos la raíz de la vida humana. Para la medicina china10, Qi, Jing y Shen están ya presentes en el momento de la concepción. La vida aparece a partir del Jing, cuando los Jing de la madre y el padre se unen (Jing Congénito, Jing del Cielo Anterior) y se forma el Shen. Durante el embarazo, Jing es la base del Qi del nuevo ser a través de Yuan Qi, o Qi Original, que es la forma activa del Jing Congénito (almacenado en el Riñón (Shen); al Riñón también se le conoce con el nombre de Raíz de la Esencia del Cielo Anterior). Este Jing alimenta al embrión y al feto durante el embarazo, y depende de la nutrición que recibe de los Riñones de la madre. El Jing del Cielo Anterior es la única Esencia (Jing) presente en el feto. Con el nacimiento, el recién nacido empieza a comer, a beber y a respirar, sus Pulmones (Fei), su Estómago (Wei) y su Bazo (Pi) empiezan a trabajar para producir el Qi a partir de la comida, de la bebida y del aire. Con el nacimiento, el recién nacido extrae las esencias refinadas y extraídas de los alimentos (principalmente), en definitiva Qi (a este Qi específico de los alimentos se le conoce por el nombre de Gu Qi), y a esta esencia se la conoce como Esencia (Jing) del Cielo Posterior (Jing Adquirido). Este Jing se asocia a Bazo y Estómago (al Bazo y al Estómago también se les conoce con el nombre de Raíz de la Esencia del Cielo Posterior). La Esencia (Jing) del Cielo Posterior no es un tipo específico de Jing, sino que representa un término general para indicar las esencias producidas por el Estómago y por el Bazo tras el nacimiento, al contrario que la Esencia del Cielo Anterior, que se constituye antes del nacimiento y por unión del Jing materno y el Jing paterno.

Shen es una de las 3 sustancias vitales del cuerpo. La traducción literal sería espíritu, alma, dios. Sin embargo, en el entramado de los diferentes aspectos psíquicos del alma humana según la tradición china, Shen se correspondería mucho más con el concepto occidental de la mente. Según la filosofía tradicional china, los seres humanos tenemos 5 aspectos psíquico-espirituales, que en su conjunto formarían lo que en Occidente llamamos alma o espíritu: el alma etérea (Hun), el alma corpórea (Po), la mente-espíritu (Shen), el intelecto (Yi) y el poder del deseo o la voluntad (Zhi). No hay una correspondencia unívoca entre estos aspectos psíquicos orientales y otros occidentales. Po se forma en el momento de la concepción y vuelve a la Tierra al morir. Tras el nacimiento, la vida del recién nacido gira en torno al Po en los primeros meses de vida, es el Po de la madre el que alimenta al del bebé. Po es Yin y complementario con Hun, el alma etérea que reside en el Hígado (Gan), en el Yin de Hígado. Podría decirse que es la manifestación somática del alma. Hun entra en el cuerpo con el nacimiento (3 días después del nacimiento) y vuelve al mundo etéreo de las almas para que pueda entrar en otro ser físico cuando la persona muere. Hun se encuentra enraizado con el Hígado a través del Yin o Xue de Hígado. Hun está relacionado con la mente y, por lo tanto, estrechamente relacionado con el Corazón (Xin) y con Shen, que es Mente y Espíritu.

En el ser humano, el Qi fluye a través de canales específicos llamados canales (o meridianos) e impulsa el funcionamiento adecuado del organismo. La teoría de los canales (o meridianos) y los colaterales describe 12 canales (o meridianos) principales además de otros, que ligados entre sí configuran una trama energética de relación con los órganos internos. Según esta teoría, existirían zonas externas, denominadas puntos de acupuntura, que permitirían acceder al Qi en estos canales (o meridianos) influyendo sobre el Qi del organismo. Es decir, para que las células del organismo, que son Qi, mantengan su estructura (Yin) y su función (Yang) tienen que suministrarse de Qi, por lo que han de estar conectadas a los canales (o meridianos) para que este Qi las nutra; sería como estar conectadas, o enchufadas, a un sistema de suministro eléctrico, y estas, las células, serían como las bombillas de un circuito eléctrico que reciben la electricidad (Qi) desde los cables eléctricos (canales o meridianos) para hacer luz (la función). Es decir, el Qi que circula por los canales (o meridianos) da la vida a las células para que estas, por lo tanto, lleven a cabo sus funciones (Yang) y mantengan su estructura (Yin) en un equilibrio dinámico en continua transformación y adaptándose a los diferentes estímulos, tanto externos como internos, que continuamente inciden sobre las células. Los puntos de acupuntura serían el acceso a esta electricidad, al Qi, que circula por el sistema eléctrico con el objetivo de regular el flujo correcto de Qi que debe llegar a cada una de las células del organismo. Y la fuente, o pilas o baterías, que suministraría la electricidad al sistema eléctrico se localizaría en el Riñón, la Raíz de la Esencia del Cielo Anterior antes de nacer y, después de nacer, también junto con la Raíz de la Esencia del Cielo Posterior.

El Qi se manifiesta continuamente y de forma variada y tiene múltiples funciones. Es decir, el Qi adopta una forma (estructura; en términos biomédicos, una anatomía en los organismos vivos) y desarrolla una función (en términos biomédicos, una fisiología en los seres vivos), pero siempre en una relación para que todo actúe e interactúe en armonía. Según la tradición china, la transformación del Yin y del Yang del Cielo y la Tierra produce 5 elementos, que en realidad representan 5 fuerzas dinámicas o 5 movimientos. La teoría de los 5 Movimientos (Wu Xing; Wu: cinco; Xing: movimientos/procesos) describiría, en esencia, cómo fluye y se transforma el Qi y sus diferentes manifestaciones expresadas a través de los diferentes fenómenos que tienen lugar en el universo.

Junto a la teoría del Yin y del Yang (teoría del Tao), la teoría de los 5 Movimientos (Cinco Fases) y la teoría de los canales (o meridianos), la medicina china desarrolla la teoría de los Zang Fu11, que se basa en la existencia de un conjunto de órganos en el interior del organismo, los Zang (órganos internos) y los Fu (órganos superficiales, también conocidos por vísceras o entrañas), a los que dota de:

  • Actividades fisiológicas.

  • Signos y síntomas derivados de la alteración de esas actividades fisiológicas.

  • Un complejo sistema de relaciones que permite a los órganos establecer una serie de influencias con:

  • Los diferentes Zang Fu entre sí.

  • Con tejidos, sistemas y órganos anexos.

  • Con Qi, Sangre (Xue), Líquidos Orgánicos (Jin Ye), Esencia (Jing) y Shen (Espíritu, Mente).

Para entender la teoría de los Zang Fu desde un punto de vista exclusivamente biomédico es poco más que imposible. Sin embargo, desde la perspectiva de la teoría general de sistemas (TGS) o teoría de sistemas, se reconoce su lógica y coherencia, al asumir también dicha visión científica la existencia de los sistemas, de la misma manera que se entienden los Zang Fu según la medicina china. Los Zang Fu, más que ser órganos o vísceras puros, tal y como se describen desde el punto de vista biomédico, en realidad son sistemas. Por este motivo, cuando hablamos de los Zang Fu lo correcto sería referirse a ellos siempre según la terminología china y no con la traducción biomédica occidental. Para la TGS, un sistema se define como una entidad con límites y con partes interrelacionadas e interdependientes, cuya suma es mayor a la suma de sus partes. El cambio de una parte del sistema afecta a las demás y, con esto, al sistema completo, lo que genera patrones predecibles de comportamiento. El crecimiento positivo y la adaptación de un sistema dependen de cómo de bien se ajuste este a su entorno. Además, los sistemas existen para cumplir un propósito común (una función), que también contribuye al mantenimiento del sistema y a evitar sus fallos. Para una mejor comprensión de la TGS, el autor recomienda la lectura del libro de Fritjof Capra, La trama de la vida.

Bases fisiopatológicas y patológicas de las enfermedades según la medicina china2,3,9

Para la medicina china, la salud es un equilibrio entre el Yin y el Yang. Hay un dicho popular en China que dice: “La armonía entre Yin y Yang preserva la salud”.

El desequilibrio entre el Yin y el Yang origina la enfermedad y esta es consecuencia de 2 procesos:

  • Pérdida de la resistencia corporal por disminución de la energía vital o Zheng Qi o Qi Correcto. El Zheng Qi determina el estado de salud de una persona. La constitución física y mental del individuo está determinada por su energía vital (Zheng Qi).

  • Influencia de un agente patógeno (Xie Qi o Energía Perversa o Energía Patógena) sobre el organismo.

La aparición y posterior desarrollo de la enfermedad será el reflejo del conflicto entre el Zheng Qi y el Xie Qi.

La fuerza o debilidad del Zheng Qi está determinada por la existencia de numerosos factores (etiología):

  • La alimentación. Refuerza el Zheng Qi.

  • El medio, los hábitos de vida.

  • El estado de lo mental. Influye directamente sobre el Qi y la Sangre (Xue).

  • La constitución física. Ligada a la herencia.

Sin embargo, en enfermedades causadas por agentes patógenos externos o en las epidemias, el Xie Qi es el elemento principal.

Para la medicina china, las enfermedades se conocen como síndromes y estos se clasifican según 3 estados diferentes:

  • Estancamiento (bloqueo) o Estasis (enlentecimiento).

  • Plenitud o Exceso.

  • Deficiencia, Insuficiencia o Vacío.

Cada uno de estos estados, origen de los diferentes síndromes según la medicina china, y que se corresponderían a las enfermedades según la visión biomédica, tiene que ver con el hecho de que haya un bloqueo o una situación menos grave de enlentecimiento (Estancamiento, Estasis), una sobrecarga (Plenitud o Exceso; generalmente por un incremento del Qi a expensas de la influencia de un agente patógeno y no por un aumento del Qi del propio organismo, lo que genera un estado de exceso en el sistema energético del paciente) o una deficiencia (Deficiencia, Insuficiencia o Vacío) de las sustancias vitales (Qi, Sangre o Xue, Líquidos Orgánicos o Jin Ye, Esencia o Jing y Shen) o del Yin y el Yang (incluye a los aspectos Yin y Yang de los Zang Fu).

Los 3 estados energéticos descritos, Estancamiento, Plenitud y Deficiencia, en realidad explican la fisiopatología de los diferentes síndromes energéticos (enfermedades para la biomedicina). Generalmente, el síndrome inicial y el más fácil de tratar es el Estancamiento. Cuando este Estancamiento perdura en el tiempo (a veces de años de evolución) puede generar una Deficiencia, los síndromes más difíciles de tratar y de los que se requiere el complemento de otras disciplinas propias de la medicina china para su tratamiento como, por ejemplo, la fitoterapia. Un Estancamiento puede también evolucionar hacia una Plenitud, aunque esta se puede presentar como síndrome inicial. Las Deficiencias, sin embargo, suelen ser normalmente síndromes que aparecen con el tiempo y como consecuencia de síndromes de Estancamiento o de Plenitud no tratados correctamente, o por no mantener y promover la salud (hábitos saludables) dañando al Zheng Qi. Los síndromes agudos más graves y urgentes de tratar suelen ser los de Estasis de Sangre (Xue), y los síndromes crónicos más difíciles de tratar, los que afectan al Yin (incluye al Jing; síndrome de Deficiencia de Yin), es decir, a la estructura. Una Deficiencia de Yin, traduciéndolo al lenguaje biomédico, una afectación de la estructura de la célula, implica que también se ve afectada la función (Yang). Por regla general, los signos y síntomas asociados a los síndromes de Deficiencia de Yin suelen ser menos vistosos y más progresivos con respecto a los que presentan los síndromes por Estancamiento o por Plenitud. Cuando un síndrome (enfermedad) afecta la estructura (Yin), el tratamiento puede ya no ser igualmente eficaz debido a esta afectación estructural y también por alteración de la función. Ante esta situación sindrómica, el principio terapéutico debería ir más dirigido a mantener la estructura que aún no se ha dañado y a potenciar la función que aún no se ha visto afectada.

Para entender la perspectiva energética de los síndromes según la medicina china, se podría poner el ejemplo de las 3 situaciones posibles relacionadas con la tensión eléctrica en el sistema eléctrico de una ciudad. Una subida de la tensión eléctrica se asemejaría a un síndrome de Plenitud (Exceso), una bajada de la tensión, por el contrario, se parecería a la situación de un síndrome de Deficiencia (Insuficiencia, Vacío), mientras que un cortocircuito sería como un síndrome de Estancamiento. Ahora bien, para un correcto tratamiento se debe saber el origen de la afectación de la tensión eléctrica. Aunque haya una bajada de la tensión eléctrica, la solución no será la misma si, por ejemplo, hay agua en un pantano pero la central hidroeléctrica no funciona correctamente que, por el contrario, la central hidroeléctrica que produce la electricidad está en perfectas condiciones pero en el pantano hay muy poca agua. En ambos casos, el problema es el mismo, una disminución en el suministro de electricidad en el sistema eléctrico, pero la solución para los dos casos es muy distinta.

El diagnóstico según la medicina china2,3,9,11-13

Para determinar el/los síndrome/s de los pacientes, es necesario un diagnóstico. Para la medicina china, el diagnóstico tiene 2 objetivos principales:

  • Identificar y reconocer las características o síntomas-signos.

  • Buscar el equilibrio energético general del conjunto del organismo.

El diagnóstico chino se basa en el principio fundamental de que los signos y síntomas son el reflejo del estado de los Zang Fu: “Todo lo que está en el interior debe manifestarse en el exterior. Para conocer el interior hay que observar el exterior”.

Así, la medicina china se basa en 4 métodos básicos e indispensables que permiten diagnosticar la causa y la naturaleza de la enfermedad: son los 4 métodos diagnósticos (Si Zhen).

  • 1.

    Interrogatorio (Wèn) o anamnesis. Se interroga al paciente o a su acompañante sobre sus antecedentes, historia de la enfermedad, sintomatología y cualquier tipo de información relacionada.

  • 2.

    Inspección (Wang):

  • Observación visual del Shen o estado vital del paciente.

  • Observación del aspecto general del cuerpo y del estado de las diferentes partes del cuerpo (cabeza y cabellos, ojos, orejas, nariz labios, dientes y encías, y garganta, manos, piel, secreciones).

  • Inspección de la expresión de la cara, del color de la cara y las zonas faciales.

  • Inspección de la lengua.

  • 3.

    Audición y olfacción (Wén). Exploración del paciente para estudiar el sonido (voz, respiración, jadeo y sibilancia, tos, hipo y eructos) y el olor (aliento, olor de las secreciones).

  • 4.

    Palpación (Qie). Inspección mediante el tacto de diferentes partes del cuerpo (temperatura del cuerpo, sequedad y humedad del cuerpo, vientre y epigastrio, puntos de acupuntura) y en especial del pulso para obtener información sobre la patología y el estado del paciente.

Con el interrogatorio, se determinan los síntomas y signos objetivos así como de muchas otras manifestaciones diferentes que configuran un cuadro de desequilibrio concreto en un individuo determinado.

Estrictamente, el diagnóstico para la medicina china va dirigido a identificar el síndrome que predomina a partir de 4 sistemas (métodos) de diagnóstico:

  • Los 8 Principios (8 Reglas): las 8 Reglas (Ba Gang) de diagnóstico.

  • Órganos internos: diagnóstico de los Zang Fu; según la afectación de los Zang Fu y en relación, principalmente, con el Yin y el Yang, y con las sustancias vitales.

  • Factores patógenos: según la etiología que origina los síndromes.

  • Canales (o meridianos): según los canales (o meridianos) afectados.

Una vez realizado el diagnóstico, el terapeuta —mediante la acupuntura y las técnicas relacionadas— va a restablecer, en su conjunto, el Qi del organismo reequilibrando, en esencia, el Yin y el Yang y devolviendo la salud al paciente.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Agradecimientos

El autor agradece a Carme Sanahuges (profesora titular de las Escuelas Universitarias Gimbernat y Tomàs Cerdà, adscritas a la Universidad Autónoma de Barcelona) su ayuda en la corrección de la traducción al inglés del resumen del presente artículo.

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