Las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes son desafíos constantes para la salud pública mundial. Hasta la fecha se conocían solo seis especies de coronavirus (CoV) capaces de producir algún tipo de enfermedad en humanos1; en diciembre de 2019 fue descubierto en Wuhan, China, un nuevo CoV, rápidamente reconocido por ser estructuralmente similar al virus que provoca el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS); la OMS lo denominó SARS-CoV-22.
La COVID-19 (enfermedad causada por el SARS-CoV-2) es una enfermedad de propagación rápida, razón por la cual los estudios para determinar la eficacia de los medicamentos utilizados para su tratamiento han de realizarse con mayor velocidad; una revisión sistemática realizada por Fabiola Huaroto et al3 concluyó que no se identificaron estudios que permitan determinar la eficacia y seguridad de intervenciones farmacológicas frente a COVID-19 en el momento actual.
Múltiples ensayos clínicos han sido aprobados y están ejecución en diferentes países, pero resulta muy interesante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) patrocina actualmente un megaensayo clínico global “Solidarity”, con la inclusión de miles de pacientes de decenas de países, para ayudar a encontrar tratamientos eficaces para la COVID-19. En lugar de crear compuestos desde cero que pueden requerir años para desarrollar y probar, los investigadores y las agencias de salud pública están buscando reutilizar medicamentos ya aprobados para otras enfermedades y que se sabe que son en gran medida seguros4.
Una revisión actualizada sobre la COVID-19 fue realizada por Pengfei Sun et al5, donde encontraron que además del uso de modificadores antivirales, antibióticos, inhibidores de neuraminidasa, inhibidores de la síntesis del ácido ribonucleico, también podría utilizarse la medicina tradicional china (MTC) para tratar la enfermedad.
La MTC posee características que la convierten en una opción más dentro del tratamiento de la COVID-19, destacan entre ellas:
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Son un conjunto de terapias generalmente inocuas que suelen carecer o tener mínimos efectos secundarios.
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Carecen de dependencia, tolerancia y efectos a largo plazo.
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Se utilizan como complemento de otros tratamientos.
La COVID-19 pertenece a la categoría de enfermedades “epidémicas” en la MTC, la causa de esta enfermedad es Yi Li Zhi Qi (energía perversa y contagiosa)6,7.
Algunos países ya han comenzado a utilizar la MTC para tratar la COVID-19, esencialmente de forma profiláctica; en Brasil fue elaborado un protocolo de acupuntura preventiva para estimular la inmunidad frente a la COVID-198, utilizando principalmente puntos de acupuntura sistémica y auriculoterapia.
La acupuntura es una técnica que posee características propias útiles en el tratamiento de la COVID-19, se sabe que puede utilizarse, entre otras cosas, para el fortalecimiento del sistema inmunológico, brindando mayor resistencia por parte del organismo a desarrollar etapas graves de la enfermedad.
Por otra parte, la auriculoterapia es una rama de la acupuntura que se utiliza para tratar afecciones debido a que ofrece un tratamiento de acción rápida y eficaz, es de fácil manejo, económico, libre de costes colaterales y no le impide al paciente que pueda realizar cualquier tipo de actividad, por lo que constituye otro pilar de la MTC que puede utilizarse en el tratamiento de la COVID-19.
Un grupo de expertos redactó la 2da edición de la Guía sobre el uso de Acupuntura y Moxibustión para tratar la COVID-196, un documento que consta de 3 partes principales:
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Principios de aplicación de acupuntura
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Métodos de aplicación de acupuntura y moxibustión
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Intervención domiciliaria con acupuntura y moxibustión bajo supervisión médica.
En este documento existe una explicación detallada de cómo utilizar las técnicas de la acupuntura y la moxibustión para el tratamiento de la COVID-19, haciendo énfasis en su carácter profiláctico.
La MTC también utiliza la moxibustión para estimular el flujo de sangre y energía en el organismo, entre sus propiedades destacan el aumento en la producción de glóbulos rojos, blancos y hemoglobina y la mejora en el tiempo de coagulación y capacidad de generación de anticuerpos, así como el fortalecimiento del sistema inmunológico, acciones que en pacientes vulnerables a infectarse con el SARS-CoV-2 resultan útiles como tratamiento profiláctico.
El Protocolo de diagnóstico y tratamiento para COVID-19 mediante medicina tradicional china7 ofrece un listado de medicamentos provenientes de la fitoterapia que pueden ser utilizados como tratamiento complementario en los períodos de observación médica, de tratamiento clínico y de recuperación.
El tratamiento con fitoterapia muestra especial interés como complementario dentro de los fármacos utilizados en la infección por SARS-CoV-2 debido a que es una técnica inocua, prácticamente sin reacciones alérgicas que provee de recursos para el tratamiento sintomático de la enfermedad.
De igual manera el medicamento homeopático PrevengHo-Vir es utilizado en la población cubana; este producto fue creado en Cuba y aprobado por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED), está recomendado contra la influenza, enfermedades gripales e infecciones virales emergentes, además tiene un carácter preventivo contra dolencias respiratorias agudas aunque no se recomienda como un sustituto de otras medidas para enfrentar la COVID-199.
El tratamiento con medicamentos homeopáticos es útil debido a que los medicamentos son naturales, no hay riesgo de adicción ni de efectos secundarios. Esto los hace adecuados para su uso por mujeres embarazadas, mujeres en lactancia, niños, adultos sensibles, enfermos polimedicados y personas en la tercera edad; todos estos pacientes constituyen grupos de riesgo para enfermar por SARS-CoV-2. Entre sus ventajas se encuentran que ayuda al organismo a estimular el sistema inmunológico, son tratamientos inocuos y no suelen producir reacciones alérgicas.
Actualmente la mejor manera de enfrentar la epidemia del SARS-CoV-2, a falta de tratamientos más eficaces, son las medidas de prevención y el tratamiento profiláctico, donde las técnicas de la “medicina complementaria” juegan un papel importante. La acupuntura, la auriculoterapia, la moxibustión, la homeopatía y la fitoterapia son técnicas de la MTC utilizadas actualmente en el tratamiento de la COVID-19, mostrando resultados alentadores en la prevención de la enfermedad, así como en el alivio de los síntomas y la rehabilitación de los pacientes.
FinanciaciónLos autores no recibieron financiación para la realización del manuscrito
Conflicto de interesesLos autores declaran que no existen conflictos de intereses.