Introducción
El síndrome de Moebius, considerado una enfermedad rara en cuanto a su prevalencia, es una compleja anomalía congénita caracterizada por la falta de expresión facial debido a la parálisis generalmente bilateral de los pares craneales VII (facial) y VI (motor ocular externo). En algunos casos pueden estar afectados el XII (hipogloso), X (vago) y IX (glosofaríngeo). Los pacientes pueden presentar también pies zambos, oligodactilia e hipoplasia del pectoral mayor. Lo anterior les confiere, entre otras manifestaciones clínicas, una inexpresividad facial y un fenotipo caracterizado por la ausencia de sonrisa y llanto (cara "en máscara").
Objetivo
Mejorar las deficiencias producidas por las distintas alteraciones neurológicas que presenta la paciente, haciendo hincapié en la expresión facial, pero también en los trastornos deglutorios y de fonación, dificultad respiratoria de predominio nocturno, alteraciones musculoesqueléticas y trastornos psíquicos secundarios a las limitaciones sociales que les genera la enfermedad.
Métodos
Sesiones semanales de acupuntura de 20 min de duración, hasta completar un total de 10 sesiones, y revaloración del estado general de la paciente.
Se usaron los siguientes tipos de agujas: zenlong AZP 2513 (0,25 x 40 mm), zenlong AZP 2525 (0,25 x 25mm) y zen-long AZP 2513 (0,25 x 13 mm), en todos los casos estériles y desechables.
Diagnóstico de la medicina tradicional china
Deficiencia de Jing de riñón, deficiencia de Yin de hígado, deficiencia de Qi de bazo, deficiencia de Qi de pulmón, estancamiento de flema-humedad.
Lengua: húmeda, pálida, hinchada con saburra fina y resbaladiza. Grietas de predominio central e izquierdo. Sialorrea abundante (fig. 1).
Fig. 1: Lengua
Pulsos: débiles, finos y profundos en las 3 posiciones. Presenta hábitos alimentarios incorrectos con abuso de dulces e hidratos de carbono, vida sedentaria, tendencia al abatimiento y a la preocupación, deseosa de conflicto y enfrentamiento.
Tratamiento
V 13, V 17, V 20, V 23, estos 2 últimos también con moxa: para tonificar riñón, bazo, pulmón y sangre.
V 46, V 49, V 52: se ha usado la segunda línea de vejiga con la finalidad de reforzar el aspecto espiritual del órgano y mejorando la actitud psicológica de la paciente.
H 3, H 8: para tranquilizar y tonificar el Yin de hígado.
R 7, R 3, B 6, E 36, P 9, Ren 12: tonificar el Yin y Yang de riñón con el Qi de bazo, equilibrando el centro de la paciente. VB 39 punto Hui de médula.
IG 4 punto general.
B 9, B 5, E 40: con la finalidad de remover la flema, eliminar la humedad y sedar el Yin de bazo.
Puntos locales: E 4, E 6, ID 18, VB 14.
Se aplicó moxa con la técnica de aguja caliente con trozo de puro en 4 de las sesiones.
La aplicación de los puntos siempre ha sido bilateral y en los puntos que queríamos tonificar buscamos la sensación de Qi. La profundidad de inserción de las agujas ha oscilado entre 10 y 15 mm, con estimulación manual mediante rotación en sentido horario, y aplicando combinaciones de entre 10 y 12 puntos en cada sesión.
El tratamiento se ha acompañado de la modificación de los hábitos alimentarios. Se indicaron cenas frugales, evitar los alimentos y las bebidas frías y se potenció el consumo de alimentos cocinados y energéticamente más calientes. Se recomendó practicar ejercicio suave a diario.
Evolución y resultados
Desde la primera sesión la paciente apreció mejoría anímica; después de 3 sesiones comenzaron a disminuir los dolores articulares (rodillas), los ruidos y las secreciones respiratorias. A partir de la sexta sesión la paciente comenzó a movilizar la comisura labial y nasogeniana de la hemicara afectada, la izquierda (figs. 2 y 3).
Fig. 2: Posición en reposo de la comisura labial izquierda
Fig. 3: Comisura labial izquierda en movimiento después del tratamiento
Conclusiones
Tenemos que ser conscientes de las limitaciones a la hora de generalizar los resultados por tratarse de una única experiencia en una sola paciente. Pero considerando que partimos de alteraciones neurológicas congénitas en una paciente de 39 años los resultados obtenidos hasta el momento no dejan de ser esperanzadores.
Se requerirán más ciclos de tratamiento con acupuntura para saber hasta dónde podemos llegar, pero sería beneficioso para estos pacientes integrar la acupuntura y la moxibustión, conjuntamente con el resto de disciplinas médicas que contribuyen al tratamiento de este síndrome y sobre todo en lo que supone una mejora en la calidad de vida de estos pacientes.
Dra. O. Parra García.
Shui Roses.
Centro Médico de Acupuntura y Moxibustión
c/Ramón y Cajal 89-93 esc.B bajo 2 17480 Roses. Girona
shuiroses@terra.es