El pasado 7 de febrero fue un día triste: falleció el Dr. Josep Egozcue Cuixart, una persona entrañable, un científico de gran proyección internacional y un estimado profesor.
Josep Egozcue (Barcelona, 1940-2006) fue profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona desde 1970, ocupó la primera cátedra de Biología Celular de nuestro país en el año 1984 y era profesor emérito desde marzo de 2005. Disfrutaba impartiendo sus clases, transmitiendo sus conocimientos a los estudiantes y estimulando sus inquietudes científicas. Propiciaba la discusión y el debate con sus ideas y pensamientos provocativos e innovadores. Era un gran comunicador y los alumnos y asistentes a sus conferencias se sentían atraídos por su forma de abordar los temas y por su cercanía con la audiencia.
Su investigación se centró en el campo de la citogenética, tanto en su vertiente básica como en sus aplicaciones clínicas, y sus aportaciones al estudio de la infertilidad humana han merecido reconocimiento internacional. Su trayectoria científica queda claramente reflejada en sus numerosos artículos de investigación, textos especializados y tesis doctorales dirigidas. Una simple búsqueda en el ISI Web of Knowledge sirve para poner de manifiesto su fructífera carrera.
El Dr. Egozcue supo formar un grupo de trabajo, nos animó para iniciar nuestras propias aventuras científicas y nos enseñó que el trabajo en equipo y el equipo de trabajo son claves importantes en la investigación. Nunca escogió a sus colaboradores en función de su expediente académico, lo cual le agradezco enormemente porque, de haber sido así, jamás hubiera formado parte de su equipo. Compartía los logros de los jóvenes doctorandos con la misma ilusión que si fueran los de su propia tesis doctoral y generaba un curioso clima a su alrededor, resultado de la mezcla de su entusiasmo, su genialidad, su inconformismo, su humor y su ironía.
El Dr. Egozcue era miembro de diferentes sociedades profesionales. Fue presidente y miembro de honor de la ESHRE (European Society of Human Reproduction), miembro de honor de ASEBIR (Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción) y recibió numerosos premios a su trayectoria científica. Fue socio fundador de ASESA y vicepresidente de nuestra sociedad (1981-1985). Activo y emprendedor, asistente habitual de las reuniones científicas, promotor de proyectos de colaboración, de estudios multidisciplinarios. Transmitió de forma incansable su mensaje sobre la importancia de los análisis cromosómicos en el estudio de la infertilidad humana y convenció de ello a clínicos y especialistas en reproducción.
Su personalidad sobrepasaba los caminos de su trayectoria científica. Siempre tenía un hueco en su característica agenda para los que pidieran su colaboración: estudiantes de bachillerato preparando un trabajo sobre la clonación, alumnos de Ciencias de la Comunicación montando un programa sobre los límites de la reproducción asistida, profesionales de los medios de información pidiendo su opinión sobre el tema científico candente del momento, asociaciones científicas nacionales e internacionales solicitando una ponencia en su congreso anual, un debate, un curso en una escuela de verano, un programa de televisión de divulgación científica, etcétera.
Josep Egozcue era un apasionado de su trabajo, sin olvidar que la vida es para vivirla en todos sus aspectos. Era un conversador nato, un dibujante de cómics, un coleccionista de imágenes de primates, un admirador de Marylin Monroe que se divertia con los westerns americanos y que continuamente sorprendía con golpes escondidos. Fue un excelente compañero de "investigaciones gastronómicas". No puedo ver un trinxat de la Cerdanya, unos huevos estrellados o una île flotante anunciados en la carta de un restaurante sin pensar en él. Y los que tuvimos la suerte de probarlos ¡jamás olvidaremos sus buñuelos de Cuaresma!
El Dr. Egozcue ha formado citogenetistas, especialistas en reproducción, investigadores y docentes. Hemos perdido a un gran "jefe" y a un buen amigo, pero su empuje y entusiasmo nos acompañarán en el futuro.
Adeu Profesor Egozcue.