La Odontología y en particular la Prótesis Estomatológica están directamente relacionadas con los avances científicos y técnicos, produciendo esta evolución un cambio en los diversos aspectos de la práctica clínica.
Uno de los mayores cambios en las últimas décadas es la generalización del uso de los implantes osteointegrados, habiéndose desarrollado desde la década de los 80 nuevos protocolos tanto quirúrgicos como restauradores. Sin embargo, de cara al futuro tal vez sea preciso estandarizar más el diseño de los componentes y de las técnicas de tal manera que estas rehabilitaciones lleguen a ser una rutina en la práctica protésica.
La introducción de la tecnología CAD/CAM es otro de los avances importantes para la confección de restauraciones, sin embargo no cabe duda de que a pesar de su amplia utilización todavía es una tecnología muy cara que impide en muchos casos que sea una práctica rutinaria.
Otros avances importantes son el desarrollo de nuevos materiales mediante el empleo de nanotecnología que hacen que el abanico de los materiales restauradores sea cada vez más amplio. Asímismo, la Prótesis Estomatológica está indirectamente influenciada por diversos aspectos, como son el desarrollo de nuevas técnicas de imagen o los avances en la biología molecular.
Todos estos cambios que se han producido en los últimos años han llevado a una reevaluación de los programas docentes de la disciplina, situación que además se ha visto favorecida por el cambio legislativo en nuestro país dentro del proceso de integración en el Espacio Europeo de Educación Superior, en que ha sido necesario la elaboración de los planes de estudios de los nuevos Grados.
Dentro del Grado en Odontología se ha intentado introducir en las diferentes disciplinas las innovaciones tanto científicas, como tecnológicas, sin embargo creo que todos hemos sido conscientes de que la práctica de la odontología en general y de la prótesis en particular ha llegado a ser tan especializada y diversa que es imposible recoger en los programas docentes todas las innovaciones mencionadas, quedando relegados algunos aspectos muy especializados a la formación postgraduada.
La puesta en marcha de los nuevos programas docentes se está viendo empañada por la importante crisis económica en que estamos inmersos a nivel mundial y en particular en nuestro país. La universidad pública está sufriendo las consecuencias de esa crisis con recortes presupuestarios muy importantes que necesariamente tienen su repercusión sobre la docencia y la investigación. No cabe duda de que saldremos de la crisis, como ha ocurrido en anteriores ocasiones, y que las aguas volverán a su cauce, pero actualmente está siendo muy difícil llevar a la práctica las previsiones que se realizaron durante la confección de los planes de estudios debido a la escasez de recursos para ampliar el número de docentes para hacer la enseñanza más personalizada, reduciendo el número de alumnos por profesor para poder realizar los seminarios, sesiones clínicas y prácticas tanto clínicas como tecnológicas.
Pero además de este problema económico que en principio es transitorio, hay un problema que a algunos nos preocupa de forma especial y es la formación académica integral de los profesores jóvenes. Problema que hemos detectado dentro del ámbito de la Prótesis Estomatológica pero que creemos que puede ampliarse a todos los aspectos profesionalizantes de la Odontología y de otras titulaciones.
El sistema de acceso a las diferentes plazas de profesorado está inmerso en un marco legislativo que a nuestro entender es perverso, puesto que la investigación es lo único que se contempla, mientras que la docencia, los conocimientos y la experiencia clínica prácticamente no son valorados. Ello lleva a que los futuros profesores estén dedicando sus esfuerzos a realizar investigaciones y publicaciones científicas para poder acceder a los baremos establecidos. Sin embargo, está descuidando su formación académica en el cuerpo de doctrina de la disciplina, y en la formación clínica y tecnológica. El tema es grave puesto que en una disciplina eminentemente clínica como la Prótesis Estomatológica puede ocurrir, y de hecho ya está empezando a ocurrir, que se puede llegar a obtener una plaza de profesor universitario del máximo rango sin tener unos conocimientos y una experiencia clínica y de tecnología de laboratorio adecuados para transmitir a los estudiantes.
La investigación no cabe duda que es fundamental para el profesor universitario y para la sociedad en general. En las últimas décadas la investigación científica también ha experimentado avances importantes con una metodología y unos protocolos más rigurosos, pero en la formación de los futuros odontólogos no todo es investigación, máxime si tenemos en cuenta que las investigaciones clínicas son muy escasas. Es preciso contar con profesores adecuadamente formados, capaces de transmitir los conocimientos que un futuro odontólogo necesita para el ejercicio de su profesión y para atender las demandas de la sociedad.
Estamos inmersos en una crisis, pero esta crisis no sólo es económica, sino que puede llegar a ser más profunda y con una mayor repercusión social en el futuro si no ponemos los mecanismos adecuados para procurar una formación adecuada a los futuros protesistas.