Es para mí un honor y una gran oportunidad poder dirigirme a todos ustedes como colega y en mi calidad de presidente de la Federación de Sociedades Latinoamericanas de Ortopedia (SLAOT) a través de este primer número de la Revista de Cirugía Ortopédica Latinoamericana y ser testigo del nacimiento de este medio que, sin duda, será una herramienta más de comunicación que permita dar a conocer los avances de nuestra disciplina y unir a la vez los esfuerzos de todos los ortopedistas latinoamericanos que con dedicación, entrega y pasión trabajamos para dar mejores opciones y resultados en favor de nuestros pacientes.
Vivimos una época de grandes coyunturas, una época que requiere profesionistas comprometidos con la ciencia, pero sobre todo con la ciencia al servicio del hombre. La investigación seria sobre la aplicación de las nuevas tecnologías al ejercicio médico, la toma de conciencia de las condiciones de vida que enfrentamos en nuestros países, así como el conocimiento y análisis del impacto en la salud de los nuevos estilos de vida, son indispensables para seguir construyendo una práctica de la ortopedia que sea eficiente, que refuerce la prevención y respete la dignidad de sus pacientes. Es por esto que todos los esfuerzos para lograr lo anterior son ya, en sí mismos, pasos adelante para alcanzar tales metas, y el surgimiento de esta revista pretende poner al servicio de la comunidad de ortopedistas latinoamericanos y ortopedistas del mundo un instrumento que nos mantenga conectados y en diálogo constante para difundir los avances y logros en nuestras diferentes áreas, un medio que dé a conocer los dilemas y problemáticas que nos aquejan buscando encontrar soluciones a las mismas al conjuntar experiencias y confrontar diferentes puntos de vista.
La Revista de Cirugía Ortopédica Latinoamericana será un órgano de difusión mundial gracias a su publicación digital y al respaldo de la editorial Elsevier, con quien se conjuntan esfuerzos. Esta labor es posible gracias al trabajo del equipo que han formado el comité editorial e internacional, el subdirector y el director de la revista, a quienes damos nuestro reconocimiento. También se agradece y valora el apoyo de las juntas directivas de los distintos países que nos integran y que posibilitan así la actualización y la superación de los ortopedistas.
Enhorabuena entonces por este proyecto que hoy se inicia con este primer número que nos enriquece y que quedará también como una herencia para las futuras generaciones. Queda abierta a la vez la invitación para hacer suya esta publicación y participar activamente escribiendo sus artículos y compartiendo con la comunidad ortopédica la trascendente labor que realizan día a día en sus hospitales, consultorios, quirófanos y centros de salud de sus respectivos países.