En un mundo en el que la homeopatía convive y es aceptada por gran parte de la comunidad científica, incluidos varios premios nobeles, debemos tomar conciencia de utilizar los términos académicos de una manera adecuada, es lo más razonable para seguir avanzando. Un buen uso de la semántica, nos evitaría confusiones, y malentendidos.
1¿Qué hacer?Hemos llegado a tal punto de desviación del lenguaje que debemos volver a recuperar un buen uso de la semántica.
Veamos algunos ejemplos que se hace imprescindible corregir:
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De ningún modo debemos confundir la ciencia médica con la alopatía. La medicina es igual para todos, lo que varía es la terapéutica.
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De ningún modo debemos decir que la alopatía es “la medicina occidental”, sino que se debería decir que “es una forma de terapéutica occidental”.
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De ningún modo debemos decir que la alopatía “es la medicina convencional” sino que se debería decir que es “la terapéutica convencional”.
Lo mismo para la homeopatía:
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No debemos decir “nosotros los de la medicina alternativa”, porque no somos ninguna medicina alternativa, practicamos una terapéutica: la homeopática, que es una rama de un tronco común a todos, la ciencia médica, profesión a la que pertenecemos.
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No debemos decir “nosotros damos lo mismo que enferma al paciente pero en dosis pequeñas”, porque esto implicaría hacer solo isopatía o isoterapia. En homeopatía damos el similar en diluciones agitadas que son las que se encargan de modular la información farmacológica, hecho demostrado ampliamente en la actualidad.
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No debemos decir “le vamos a poner peor, pero luego se va a curar”, porque tal afirmación no tiene ningún fundamento. La homeopatía no hace esto: tal vez con algún medicamento pueda suceder, pero nunca de manera significativa como para decir que toda nuestra terapéutica es agravatoria como lo enunciado arriba. El índice de agravaciones es el mismo que cuando se da placebo. Incluso con alopáticos, la iatrogenia es muchísimo mayor y no se dice “la alopatía es una terapéutica agravatoria”. ¿Por qué hemos de hacerlo nosotros?
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Y por último no debemos decir “la homeopatía derrumbó el paradigma de la medicina convencional”, pues quienes aplican la homeopatía para todo (sustituyendo cirugía, química, etc.) y perpetuando patologías que pueden ser curadas con rapidez y mínimo riesgo para el paciente, es imposible que sean médicos, pertenecerán a ese otro mundo del intrusismo, problema del que también se habla en este número de la revista.
Ni somos diferentes a cualquier otro médico formado en otra rama del tronco común de la medicina, ni nos debemos a ninguna religión o dogma. Nos debemos a la ciencia médica, cada vez más holística, cada vez más conciliadora y más sabia.
A continuación os vais a encontrar con una heterogeneidad de artículos que demuestran las diferentes maneras de entender la terapéutica homeopática, esperamos sean de vuestro interés. Siempre intentando mantener el equilibrio entre las 3 sociedades que conforman la revista.