Breve recordatorio de ambos virus
El virus de la leucemia linfoide 5 pertenece a la familia de los retrovirus y a la subfamilia de los oncovirus. Hay 3 variedades (A, B y C) en función de las características de la proteína del envoltorio del virus. La mayoría de gatos infectados lo está por la variedad A o bien por coexistencia de las variedades A y B. Según otros autores, la infección se inicia por el virus A, el cual se modifica en el interior del organismo infectado dando lugar al B y al C.
Es causante de inmunodepresión y anemia muy intensa y grave en los gatos.
El virus se presenta con más frecuencia en los animales que viven en ambiente exterior, eliminándose por las secreciones y excreciones, principalmente por orina, saliva y heces. El contagio se realiza mediante contacto directo entre gatos a través del lamido, peleas, compartir platos, a través de saliva, sangre, orina, lágrimas y leche, siendo más susceptibles los animales jóvenes que los adultos. También hay contagio intrauterino. El contacto tiene que ser prolongado para su trasmisión, siendo la gestación y lactación los momentos de mayor probabilidad de afectación.
El virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) 5 pertenece a la familia de los lentivirus y es un virus propio de gatos muy similar al del sida humano.
Su prevalencia es mayor en los gatos que viven en estado semisalvaje, ya que la transmisión se realiza por mordedura, mediante la saliva, afectando más frecuentemente a los animales de mayor edad. Una vez transmitida la enfermedad ésta puede tardar años en manifestar síntomas apreciables clínicamente, aunque con mucha frecuencia suele haber un período clínico inicial con neutropenia, adenopatía y fiebre, que habitualmente pasa desapercibido dado que los animales a los que afecta viven en estado semisalvaje y por la sintomatología objetivamente poco apreciable, en esta fase pueden manifestar algunos síntomas digestivos que pasan desapercibidos para los que cuidan de ellos.
Como observación no descrita en la bibliografía podemos decir que se manifiestan los síntomas con más intensidad en las gatas tratadas con medicamentos homeopáticos para inhibir sus hormonas femeninas (observación personal realizada durante 8 años en gatas semisalvajes).
Tanto el VIF como el de la leucemia en el organismo felino provocan, además de inmunodeficiencia, la aparición de neoplasias, falta de resistencia a las infecciones bacterianas, así como alteraciones de la reproducción, causando fundamentalmente abortos, y problemas digestivos como anorexia, vómitos y diarrea.
Tratamiento homeopático
Aunque ambos virus son diferentes, los síntomas clínicos y la inmunodeficiencia son muy similares en ambos. Por ello hemos elegido el mismo tratamiento homeopático en ambos casos. Para el diagnóstico se han realizado pruebas de laboratorio previas al tratamiento y posteriores a éste.
El seguimiento de la evolución se ha llevado a cabo por Vanessa Chapela y Marta Martínez, ambas veterinarias homeópatas, y por Paz Ojeda, médico homeópata.
En todos los casos se ha prescindido del tratamiento de los síntomas y se ha tratado únicamente la etiología viral y la inmunodeficiencia. El objetivo ha sido poder medir el valor clínico de la medicación con un antiviral y un estimulante de la inmunidad.
Se ha empleado como antiviral anas barbarie 200 K 1,3 y echinacea 6 CH (a 6 DH en uno de los casos) 1,2, como estimulante de la inmunidad, ambos combinados en el agua de bebida de los animales a tratar. Dada la desconfianza de los gatos para tomar medicamentos, agravado por el hecho de que algunos tratamientos se han llevado a cabo en animales que viven en estado semisalvaje se ha realizado un plus de los remedios homeopáticos empleados.
El número de animales tratados en el caso del VIF ha sido de 12, correspondiendo 5 a animales domésticos y 7 a animales semisalvajes que manifestaban síntomas similares, principalmente de alteraciones de la piel, y de éstos sólo se ha podido realizar el diagnóstico de laboratorio en uno de los animales, una gata.
En el caso de la leucemia linfoide se han tratado 4 gatas, todas ellas vivían en hogares de particulares.
La elección de los animales para el estudio de inmunodeficiencia se llevó a cabo primero por la sospecha de existencia de virus en estos animales, basándonos en los síntomas digestivos que presentaban, realizando posteriormente las pruebas específicas de laboratorio para su confirmación y, en algún caso, pruebas serológicas especificas de inmunodeficiencia. La desaparición de los síntomas se apreció a partir de los 15 días de tratamiento.
De forma similar se procedió con los animales con leucemia linfoide; se realizaron las pruebas necesarias y se aplicó el mismo tratamiento, ya que en el progreso de la enfermedad se desarrolla inmunodeficiencia. La evolución ha sido similar a la de los animales tratados del grupo anterior. En estos casos, la anemia no fue tratada, apreciándose en la analítica una recuperación hasta los valores fisiológicos.
En un caso complicado con peritonitis infecciosa felina tras 1 mes de tratamiento se realizó una prueba de medición de IgE, habiendo disminuido el valor hasta una concentración inferior a 1.400 IgE, lo que deja una puerta abierta a la posibilidad de tratar este virus con los mismos medicamentos.
La evolución de los parámetros en la analítica fue favorable en todos los casos a nivel hematológico, excepto en uno de los casos en el que ha persistido la trombocitopenia.
La evolución analítica ha sido:
— A los 15 días de comenzar el tratamiento: recuperación de la fórmula de glóbulos rojos y plaquetas hasta el límite mínimo fisiológico.
— A los 3 meses: recuperación total de los valores normales de eritrocitos, leucocitos y plaquetas.
— A los 6 meses: persistencia de dicha recuperación.
— A los 13 meses: ligera bajada en el recuento de eritrocitos, leucocitos y plaquetas, aunque se mantienen dentro de los límites normales.
En uno de los casos que se realizó un control de peso, éste se recuperó hasta los límites normales durante el tratamiento.
Únicamente en un caso no se han recuperado los valores plaquetarios varios meses después del tratamiento, por lo que se estudiará el caso y se realizará un tratamiento de recuperación.
Conclusiones
La combinación anas barbarie 200 K 1,3 1 echinaccea 6 CH 1,2, se ha demostrado una vez más eficaz en las enfermedades virales de los animales.
Todas las especies animales (aves, bovinos, ovinos, caprinos, perros, gatos) en las que hemos probado esta combinación como antiviral han dado excelentes resultados, tanto de forma preventiva como curativa en diferentes virosis.
Habitualmente, a anas barbarie 1,3 y echinacea 1,2 las hemos acompañado de los tratamientos con medicamentos síntomáticos, excepto en los descritos en este documento y otros de gripe aviar.
*Autor para correspondencia.
Correo electrónico:vanessachapela@yahoo.com (V. Chapela).
Recibido el 18 de mayo de 2010;
aceptado el 11 de junio de 2010