Tal y como fue anunciado, los días 10, 11 y 12 de junio tuvo lugar el IV Congreso Nacional de Homeopatía en la ciudad de Barcelona, que contó con una gran asistencia de médicos, farmacéuticos y veterinarios homeópatas.
¿Qué se valora en un congreso? Supongo que objetivamente todo aquello que está relacionado con el fin que nos ha llevado a cada uno de nosotros a participar en dicho evento: el lugar físico, las aportaciones científicas, los aspectos organizativos que repercuten en el grado de bienestar y comodidad de los asistentes, cómo nos hemos sentido en el lugar. En fin, multitud de cuestiones que, de modo resumido, fueron recogidas en la encuesta final de valoración y que considero de gran utilidad, porque supone la necesaria evaluación que ha de ayudar tanto a los organizadores presentes como a los que en un futuro tengan que hacerlo.
Los trabajos presentados en el congreso merecen especial reconocimiento por parte de todos, tanto en la comunicación oral como visual, así como destacar la presencia en la última mesa redonda de personas relevantes en el mundo de la política sanitaria catalana y europea, cuya aportación desde otra perspectiva podría suponer un empuje para nosotros muy importante.
En conjunto, las ponencias han sido de una gran riqueza por lo que aportaron de novedoso, de útil y por reflejar modos de trabajar muy distintos: las experiencias llevadas a cabo en hospitales, no sólo nacionales sino también europeos; la arriesgada experiencia de trabajar con homeopatía en determinadas condiciones en los servicios de urgencias y de atención primaria; la homeopatía entendida como sistema de vida para otros; los proyectos en países del Tercer Mundo y países emergentes; las aportaciones del modo de trabajo de distintas escuelas homeopáticas (Scholten, Sankaran, Giampietro, etc.); la revisión de conceptos antiguos; los estudios de actualización repertorial de algunos síntomas confusos; las nuevas aportaciones en materia médica; el buen hacer en la metodología empleada en algunas ponencias; la utilidad y beneficio para los pacientes de trabajar interdisciplinariamente con otros profesionales no médicos; los interesantes trabajos de nuestros compañeros farmacéuticos, sin cuya colaboración nos veríamos seriamente perjudicados, y por último, y tan valioso, las aportaciones enriquecedoras de nuestros veterinarios.
En este congreso hemos podido discutir una vez más acerca de las dificultades que tenemos los homeópatas de ser visibles en el mundo de la medicina, de ser considerados en el mundo exterior, y por eso el caballo de batalla parece centrarse en ocasiones en demostrar que funciona, pero esto sólo es posible si todos estamos de acuerdo en qué es lo que queremos demostrar. Homeopatía sólo hay una. Medicina sólo hay una.
Esto nos lleva al hecho de que no podemos permanecer solos, ni en el estudio del método científico ni como personas dentro de nuestras consultas. La homeopatía se alimenta y se enriquece con otras disciplinas y con otros colectivos humanos. Este imperativo se debe no sólo a la devoradora, inevitable y, en ocasiones, necesaria globalización, sino que por su esencia misma ha de trabajar con la química, la física, la biología, la farmacología, la filosofía, la ecología, los otros sistemas médicos, la antropología, la sociología, la psicología, la política, etc. La homeopatía es un método terapéutico, sobran las explicaciones, pero no nos conviene confundirnos y mezclar método con sistema, ni con técnica, ni con filosofía. Y lo que hace que un método funcione es aplicarlo teniendo en cuenta todos los principios en los que se ha basado. El objetivo, sin embargo, no es tanto acumular conocimientos y experiencias sino un modo más de engrosar el árbol del verdadero arte de curar y recordar siempre que pertenecemos a un colectivo mucho más grande, tanto en Europa como en el ámbito mundial.
Normalmente, después de cierto tipo de experiencias y máxime cuando ha existido un momento espacial y temporal de encuentro entre personas, donde se han aportado los trabajos y modos de hacer, opiniones, puntos de vista, discusiones y controversias, es bueno y sano hacer no sólo un resumen sino lo que algunos compañeros verbalizaron como "cierre" o, con otras palabras, conclusión.
Tal vez podamos hacer un intento de "cierre" en esta especie de crónica.
La primera llave cierra y abre el lugar donde descansan todos los conocimientos aportados en forma de ponencias, las propuestas de investigación, lo que hemos aprendido académicamente y lo que cada cual haya interiorizado.
Una segunda llave cerraría la caja que englobaría las asambleas, cuyo contenido va creciendo a medida que participamos y avanzamos como colectivo, donde está el funcionamiento interno y al que incorporamos los logros obtenidos mediante el trabajo y el esfuerzo en el exterior.
La tercera llave cierra y abre la caja donde se ubican las luchas, las propuestas, las invitaciones y toques de atención para seguir funcionando en el mundo exterior, en las universidades, en los colegios de médicos, con los colegas no homeópatas, con el mundo científico al más alto nivel, a través de redes de investigación, en una palabra, visibilizarnos.
Y, por último, la cuarta llave me gustaría ponerla en un lugar donde están los nombres y apellidos de todos nosotros, de donde podemos sacar un día un teléfono o un correo electrónico y comunicarnos, incluso en los períodos inter-congresos. En definitiva, donde está el caudal humano que ha hecho que nos encontrásemos este año en Barcelona.
Figura Uno de los ponentes
Correo electrónico: moratinos.eva381@gmail.com.