Giorgia es una niña de 10 años muy graciosa, hija de unos amigos míos. Tiene una altura media, el cuerpo grácil, la piel muy clara, el pelo lacio y fino, castaño claro, y los ojos son oscuros. Es agradable, simpática y comunicativa, de carácter firme. No me parece cohibida en absoluto por la visita como otros niños que he tenido como pacientes, pero tengo que considerar que con Giorgia ya nos conocemos desde hace tiempo, a raíz de la larga amistad que mantengo con sus padres.
El motivo de su visita, en diciembre de 1999, fue una repentina y molesta alergia cutánea que se le manifestó durante el verano y que desde entonces le provoca una intensa erupción urticante. Como me informa la madre:
"Giorgia ha estado siempre bastante bien, si exceptuamos los episodios que te contaré. Este verano le salió esto en la piel y se le empezaron a hinchar los párpados, por encima y debajo de los ojos, luego los labios, las manos, los dedos... Tan pronto se hinchaban como se deshinchaban, y lo mismo le pasaba con los tobillos y los pies.
Este verano presentó también unas pápulas repentinas, con mucho picor.
Al cabo de pocas semanas le empezó la erupción seguida de picor intenso, como si fuera una urticaria común o por contacto con ortigas. No paraba de rascarse. Ampollas, vejigas llenas de líquido, a veces visibles y otras veces no, y la piel del cuerpo y la cara enrojecida. Al principio bromeaba y se lo tomaba un poco a risa, pero ahora la cosa ya es seria. Hemos hecho todos los análisis en el Gaslini (el hospital pediátrico de Génova) y no han encontrado nada de especial, ni siquiera con los análisis de los alérgenos. No han sabido decirme nada, sólo me han recetado cortisona y antihistamínicos, como siempre en estos casos, menos mal que la ciencia progresa. Le hemos hecho también unas pruebas de alergias alimenticias y revelaron una fuerte alergia a la leche y derivados, incluyendo el chocolate. Desde ese momento la hemos tenido muy controlada con los alimentos y ha mejorado un poco, ya no se rasca como antes, pero no podemos decir que se haya curado."
Le pregunto si había tenido antes antecedentes de problemas dermatológicos:
"Sí, muchas veces. Desde pequeña siempre ha tenidio tendencia a presentar eritema solar intenso. Más o menos desde los tres años hasta los seis. Los primeros días de vacaciones, apenas estaba bajo el sol, a menudo se llenaba de ronchas y durante muchas horas seguidas. Luego, hace dos años, volvió a tener episodios similares. En verano, apenas se ponía al sol, tenía eritema, cada día. Se ponía roja y le salían pústulas. Apenas se ponía a la sombra mejoraba. No ha tenido otras cosas en la piel, que yo recuerde."
Decido empezar una historia clínica más rigurosa para no dejarme influenciar por el hecho de que nos conocemos desde hace tiempo. Giorgia tiene 2 hermanos varones, el uno, 2 años mayor, y el otro, 1 año y medio menor, ambos siempre con una salud óptima. La madre me comunica lo siguiente:
"El embarazo fue excelente y también el parto. Tuvo dos crisis de asfixia de recién nacida, tal vez por una regurgitación de mucosidad, pero sin consecuencias. Le di el pecho nueve meses, aprendió a andar y hablar alrededor del año, también le salieron los dientes en el período normal.
Tiene puestas todas las vacunas obligatorias, contra el sarampión, la parotiditis, la rubéola y la tosferina. Esta última le dio una fiebre muy fuerte con inflamación en las nalgas. Estuvo mal, con fiebre casi una semana, pero el pediatra dijo que la vacuna no tenía nada que ver.
Cuando ha estado enferma, la mejoría siempre ha sido muy lenta. Tiene tendencia a convertir en crónicas las afecciones.
En sus primeros años de vida, e incluso luego, tuvo períodos muy largos de tos, primero más bien húmeda durante 10 días y luego seca. Me acuerdo que un año la estuvimos tratando con inhaladores. Cuando tenía tos casi siempre vomitaba; Giorgia vomita con facilidad en general, desde siempre.
Tuvo muchos episodios de otitis al echar los dientes. Desde pequeña ha tenido a menudo catarro y mucosidad. En general, se le obstruye la parte derecha, tiene más problemas en el oído derecho y le lagrimeaba el ojo derecho."
Le pregunto si recuerda alguna característica de la tos de Giorgia:
"Era..., y lo es todavía porque la tiene de vez en cuando, una tos que no se termina nunca, sobre todo en casa cerca de la calefacción; mejoraba cuando salíamos de casa. Empeoraba de noche, acostada, tal vez por el calor de la cama y también antes de irse a dormir. Le daba cada vez que se despertaba, mientras dormía y a cualquier hora, también por la tarde.
Mejoró un poco los primeros años con Pulsatilla, pero después el remedio dejó de funcionar y probamos de todo: Ipeca, Cina, Kali bichromicum etc., con escasos resultados.
En mi familia tenemos cierta tendencia al asma no alérgica."
Pregunto si ha tenido algo más:
"No... ha dormido siempre bien, al menos cuando no tiene tos. Se mueve mucho mientras duerme y a veces habla, pero es difícil que se despierte, incluso cuando era muy pequeña no se despertaba casi nunca. Se llevaba siempre sus juguetes y muñecos a la cama.
No parece que le afecten ni el frío ni el calor; está bien en la montaña y más aún en la playa, no la sacas del agua. Cuando vamos a la playa tenemos que tener mucho cuidado con el sol, porque enseguida le sale eritema o cosas peores, como ahora. No le va bien la humedad. En días húmedos no lo pasa bien."
Me informo sobre su apetito y su relación con la comida: "Su apetito ha sido siempre bueno. También bebe mucho, tanto durante la comida como fuera de ella.
Ha sido siempre muy golosa, le encantan las aceitunas verdes, el chocolate, las setas y la mozzarella. Desde siempre tiene preferencia por los alimentos salados, los fideos, el pan tipo focaccia. El año pasado se aficionó a las alcachofas, a todas horas quería comer alcachofas. También le gusta la carne, las salazones y el salmón. Pero con el pescado preferimos ser prudentes, porque cuando era pequeña e iba al jardín de infancia tuvo una diarrea muy fuerte después de haber comido pescado, con una urticaria que le duró una semana. Posteriormente, ha vuelto a comer pescado en ocasiones y no le ha dado más problemas, pero somos un poco reacios a hacérselo comer, porque, como bien sabes, mi marido es terriblemente alérgico a cualquier tipo de pescado, ya ha tenido episodios muy graves que han terminado en el hospital y con riesgo para su vida.
No le gustan las cosas blandas ni la fruta madura y, desde hace unos años, no soporta los huevos ni las tortillas."
Hablemos de su carácter:
"En general tiene un carácter tranquilo y alegre, pero... no hay que contrariarla o ponerle obstáculos porque se pone muy nerviosa o se echa a llorar y es una quejica llorona. Es muy dispuesta con los demás; le gusta jugar y prestar sus juguetes, es muy tierna con los más pequeños, muy autónoma en los juegos, digamos que es autónoma de carácter, en esto es diferente de sus hermanos, que la buscan siempre. No es demasiado celosa de ellos, pero cuando nació el hermano pequeño pasó un período de berrinches. Hoy en día es la menos celosa de los tres. ¡Cuando le llevo la contraria me dice, de vez en cuando, con tranquilidad y sin enfadarse, que me odia! No soporta que la contradigan, por ejemplo si la interrumpimos mientras está jugando. Si la dejáramos sola jugando se pasaría así todo el día sin problemas. ¡Cuando está enfadada e intentas consolarla es un desastre! ¡Es lo peor que puedes hacer! Se va corriendo y quiere estar sola y ya no quiere ver a nadie.
Es muy testaruda. Es terriblemente decidida, si tiene que hacer algo lo hace a toda costa si lo ha decidido ella. Es muy responsable y ponderada; odia la injusticia, le enfada muchísimo la prepotencia, no soporta los desaires (y los hermanos antes le hacían muchos, pero ahora ya no). Le gusta un poco capitanear y dirigir en los juegos, pero sin llegar a ser mandona; tiene siempre más ideas que los otros dos; las ideas en los juegos son suyas.
Es muy manipuladora, sobre todo respecto al más pequeño. A veces le gusta ponerse en el rol de víctima.
Cuando juega tranquila, juega muchísimo con su fantasía y se enfada muchísimo si no le haces caso en lo que pide. O si se la interrumpe. Como ya te he dicho, si está muy enfadada se va corriendo y no quiere a nadie a su lado... pero se enfada también si no se le presta atención."
Por primera vez Giorgia habla, hasta este momento se había quedado tranquila y escuchaba la conversación con atención.
"Cuando me enfado quiero que me dejen en paz."
La madre:
"Si la consuelas se enfada. Pero si la dejas, entonces dice que nadie la quiere. Cuando se enfada, llora. Llora siempre."
Giorgia:
"Si estoy realmente triste lloro mucho. Pero después estoy mejor."
Pregunto si alguna vez ha tenido miedo. Me contesta primero Giorgia:
"No me gusta estar en la oscuridad total."
La madre:
"Ella es valiente, no tiene miedo de las tormentas ni de los ruidos. Cuando era pequeña decía a sus hermanos y a un sobrino mayor que estuvieran tranquilos porque 'estoy yo con vosotros'. Fue durante una tormenta. Una vez, de pequeña, durante una etapa, tenía miedo de caerse por el inodoro. Pero nunca ha tenido miedo de asomarse al balcón o de bajar las escaleras. No tiene miedo de ver cualquier cosa en el televisor, al contrario, no le dan miedo las escenas un poco truculentas.
A veces le vienen accesos de nostalgia, sobre todo cuando era pequeña no quería irse nunca de casa, durante las vacaciones quería quedarse siempre allí. Se acostumbra a los lugares y le molesta cambiarlos."
Pensando en un remedio pregunto cómo es su sensibilidad hacia la música. También esta vez Giorgia me contesta la primera:
"¡Me gusta muchísimo! Siempre estoy escuchando música."
La madre:
"Le gusta muchísimo. Canta mucho, se inventa cuentos y canciones que luego baila. Baila siempre, también sin música, está siempre bailando.
También tiene muchas condiciones para el deporte, es muy ágil. Ha sido siempre buena deportista."
Pregunto a Giorgia qué deporte prefiere:
"¡La natación! También el balonvolea. El baloncesto, el fútbol. La gimnasia. El atletismo; a mí me gusta correr."
Pregunto si se acuerda de algún sueño:
"He tenido una pesadilla hace poco. Pero es porque había visto una película de terror en la tele. Había una niña que quería poner guapa a su madre, pero en realidad la ponía más fea. Entonces la madre la secuestra y la mata, se queda sus huesos para su colección y la carne para la cocina... ¡brrr!"
La madre añade:
"¡Por suerte pesadillas en realidad no tiene nunca! En este período está muy tensa debido a la escuela, porque es una perfeccionista, tiene que acordarse de todo y saberlo todo bien."
Receto Medusa LM3 en gotas durante 3 semanas.
Una semana después recibo una llamada telefónica de la madre, que me dice que a Giorgia le ha desaparecido completamente tanto la erupción como el prurito. Aconsejo continuar la terapia, pero sólo en los 7 días siguientes.
Después de unos meses sé por sus padres y mis amigos que Giorgia está muy bien.
A los 6 meses de la prescripción visito a la niña acompañada, como siempre, por su madre:
"Giorgia está muy bien, en todos los sentidos, nunca la había visto así. No ha tenido ni un poco de tos ni una gripe ni un resfriado, ha pasado un invierno fantástico. No volvió a salirle nada en la piel, esperemos que el próximo verano vaya todo bien."
Pregunto a Giorgia cómo se encuentra:
"Bien... la escuela está terminando y puedo ir a la playa!"
La madre:
"Ha cambiado mucho, ahora te explico. Todo el mundo la ve más dulce y menos arisca. Es verdad, está menos quejica, o sea, sí que se sigue enfadando, pero sobre todo con sus hermanos a los que quiere muchísimo, y le pasa enseguida y ya no se va corriendo como hacía antes. Se desahoga y después, quizá, se pegan y luego le pasa. Es menos testaruda, razona un poco más, aunque ha sido siempre reflexiva."
Pregunto si ha cambiado algún hábito alimenticio:
"Diría que no... le gustan mucho más las cosas saladas, como la pizza y la farinata. Quizás le guste menos la carne y el pescado. Tiene menos sed. Hemos empezado de nuevo a darle chocolate, le gusta muchísimo. También hemos reintroducido la leche y los quesos, primero con mucha prudencia y ahora se puede decir que se los come con toda normalidad, sin tener ninguna molestia."
Añade la madre:
"Ha sido impresionante porque, en cuanto empezó el tratamiento, ¡al cabo de pocos días le desapareció todo! ¡No podía ni siquiera imaginar una reacción tan rápida! ¡Y hay quien dice que la homeopatía es lenta!"
Pregunto a Giorgia si se acuerda de algún sueño:
"He soñado con mis compañeros... que jugaban. He soñado que pellizcaba a mi hermano mientras jugaba con el ordenador."
Le pregunto dónde prefiere ir de vacaciones ahora:
"¡A la playa... me gusta mucho. Corro y nado todo el día!
Receto placebo y el remedio sólo si es necesario, sobre todo si es necesario cuando vaya a la playa, bajo el sol.
Recibo sólo una llamada telefónica durante el verano, desde donde estaban de vacaciones, para informarme de que la niña ha tenido una pequeña reacción cutánea al cabo de pocos días de exponerse al sol. Como habíamos quedado, le dieron el remedio durante unos días, con una rápida remisión de los síntomas.
Cuando volvieron de las vacaciones, el padre me puso al tanto diciéndome que Giorgia había estado bien durante el resto de las vacaciones y que no le hacía falta ninguna prescripción.
Correo electrónico:gmerialdo@tiscalinet.it