En el reino de los grandes remedios para lesiones y dolores articulares de tipo reumático destacan sobre los demás Rhus Toxicodendron, Bryonia y Rhododendron. ¿Cuántas veces hemos dado Rhus Toxicodendron a un paciente con un síndrome poliartrálgico que, en principio, cumple con todos o casi todos los requisitos para ser eficaz y no funciona? Decimos entonces: “Mi paciente tiene lo más característico, mejora con el movimiento, empeora en reposo, está inquieto, con sensación de tensión y rigidez en tendones y articulaciones, empeora en tiempo frío y húmedo, presenta contracción dolorosa...”. ¡Ah, muy bien, pero no funciona! Le preguntamos si mejora con agua caliente, con el calor local y para nuestra sorpresa nos dice: “¡Ah no, mejoro poniéndolas en agua fría y me gusta estar en la piscina haciendo aquagym, me va tan bien!”. Y profundizando en la historia clínica, y la actitud mental, descubrimos aspectos muy particulares que señalaré enseguida. Ahí está la grandeza y la gran dificultad de la homeopatía: el remedio es exigente en extremo en su necesidad de ser resonante con el paciente. Si falla un dato importante (y sobre todo su esencia de fondo), aunque cumpla múltiples síntomas característicos, el remedio fallará.
In the realm of the great remedies for injuries and rheumatic joint pain, Rhus Toxicodendron, Bryonia and Rhododendron stand out over others. How many times have you given Rhus Toxicodendron to a patient with a polyarthralgia syndrome that, in principle, meets all or most of the requirements to be effective, and does not work? We then say: “My patient has the most characteristic, improves with movement, is worse at rest, is restless, with a feeling of tension and stiffness in tendons and joints, worse in cold, wet weather, painful contraction...” Ah, very well, but it does not work! We asked if it improves with hot water, with local heat, and tells us, to our surprise: “Ah, it is not improved by placing them in cold water, and I like being in the pool doing aquagym, I feel so well!” And delving into the history, and mental attitude, we discovered very particular aspects that will be pointed out later on. Therein lays the greatness and the great difficulty of homeopathy: the remedy is extremely demanding in its need to be resonant with the patient. If it lacks an important detail, and above all, its essence background, even if it satisfies many characteristic symptoms, the remedy will fail.
El reumatismo se define como el conjunto de enfermedades que se caracteriza por provocar inflamación y dolor en las articulaciones, los músculos y los tendones, que se acompaña de rigidez y limitación de los movimientos y que por lo general es sensible a los cambios de temperatura y a los fenómenos meteorológicos. Este tipo de enfermedades van desde las más graves y destructivas como la artritis reumatoide, pasando por la polimialgia reumática y los también intensos e invalidantes dolores de la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica.
Si para el pediatra la tos y la fiebre son uno de sus peores caballos de batalla, para el médico de cabecera —por su frecuencia, intensidad, efectos limitantes, implicaciones laborales y por la dificultad para ser curados— los dolores musculares y articulares de los adultos son uno de sus principales “dolores de cabeza”.
El planteamiento desde la medicina homeopática de los dolores reumáticos poliartrálgicos es complejo, pues precisa ajustar bien todas las modalidades y el tipo de dolor para, a partir de ahí, discriminar en los síntomas generales y mentales el remedio más idóneo. Cuando el remedio es el acertado, el resultado es brillante, rápido y duradero. Rhus Toxicodendron, junto con Bryonia, Ruta, Rhododendron, Pulsatilla, Kalmia, Ledum o Dulcamara (entre otros), se han convertido en remedios frecuentes en la prescripción de este tipo de reumatismos. Desde la aparición de los remedios del grupo de los lantánidos hemos podido comprobar que muchas de las sales lantánidas han resuelto enfermedades graves autoinmunes, entre las que se encuentran las enfermedades reumáticas poliartrálgicas descritas. Después entenderemos por qué.
¿Y Phytolacca?Al redactar la segunda edición de Primeros Auxilios con Homeopatía1, estudiando los grandes síndromes reumáticos me di cuenta de que en la repertorización de los signos y síntomas reumáticos siempre salía muy destacado el remedio Phytolacca —que compartía con Rhus Toxicodendron, Rhododendron y Bryonia síntomas como todo tipo de dolores reumáticos en localizaciones preferentes (cuello, zona lumbar, cadera, rodilla y pies), rigidez, tensión, inquietud, agravación por el cambio de tiempo o por tiempo frío y húmedo, inflamación articular y de la bolsa articular (bursa, bursitis) y agravación por el movimiento y al principio del movimiento— sobre todo en el Repertorio Synthesis2 (fig. 1).
¡Fantástico! La confusión está servida. Y entonces, ¿donde está la diferencia, su esencia? ¡Ahí vamos! Cuando analizamos los síntomas de deseo y mejoría con el baño frío nos encontramos —junto a Ledum, Pulsatilla, Asarum y Apis: ya conocidos— a Phytolacca (fig. 2).
En la materia médica sí se describe el síndrome reumático de Phytolacca, pero en los tratados de terapéutica homeopática se describe muy poco. Me sumerjo en estos manuales de terapéutica médica homeopática (que van desde el pluralismo hasta el unicismo3–10) y me doy cuenta de que Phytolacca sale pocas veces en el capítulo de los “reumatismos” o está ausente. Es curioso. Entre los que sí la citan está Vannier11, que hace una buena descripción; Dewey12 la cita con alguna modalidad sobre reumatismo y Morrison13 cita Phytolacca en “otros remedios” para la artritis reumatoide haciendo una breve descripción. Margaret Tyler14 también describe brevemente Phytolacca en el reumatismo agudo. El resto de manuales consultados (más de 50) se concentran en las patologías conocidas en que Phytolacca está indicada y en las que hay gran experiencia: difteria, amigdalitis, patología mamaria inflamatoria y tumoral de todo tipo, y problemas de dentición en lactantes, sin citar el reumatismo.
El fracaso, la mejor lecciónHabiendo fracasado en varios pacientes —sobre todo en mujeres con dolencias reumáticas— con remedios aparentemente bien indicados que cubrían la mayoría de síntomas característicos, me planteé profundizar en algunos de los remedios llamados “menores”, aunque en realidad son grandes medicamentos cuando están indicados. Uno de ellos fue Phytolacca.
La esencia de Phytolacca. Teoría de las plantasEn la materia médica y los repertorios hay un déficit de síntomas mentales.
El estudio de Phytolacca en la materia médica da muchos síntomas físicos y generales con gran profusión de modalidades, junto con experiencias clínicas de casos curados en cáncer de mama, tumores testiculares, inflamación de garganta que va desde la difteria hasta las amigdalitis con resultado de fiebre reumática, mononucleosis, y la descripción del síndrome reumático con sus características. Una de las características de Phytolacca es la dentición dolorosa con necesidad de morder, que le mejora (fig. 3).
Pero para entender al paciente —sobre todo en su esencia, su manera de ser, de sentir y de sufrir— ninguna nos aporta nada relevante. Y esto representa un hándicap importante a la hora de prescribir con eficacia. Los únicos síntomas mentales se refieren al paciente en fase altamente descompensada dentro del miasma sifilítico o autodestructivo. En él leemos: “Gran indiferencia con estupor; desvergüenza, se desviste (lo compara a Hyosciamus), indiferencia a su entorno, parece que ya nada le importa, indiferencia a la vida. Acaba agotado y exhausto” (Vermeulen15). Y Grandgeorge16 le llama el “mercurio vegetal”, por sus síntomas sifilíticos y su acción sobre las amigdalitis pultáceas similar a Mercurius.
En el proceso de conocimiento más profundo del remedio, Deborah Collins me abrió la puerta a la esencia que Scholten había concluido para Phytolacca y dejó esta perla en la materia médica de nuestro libro1: “Phytolacca desea ser la nodriza del mundo entero, lo que la lleva al agotamiento”.
¡Vaya!, abro Wonderful Plants de Jan Scholten17 y me encuentro a Phytolacca con la “matrícula 663.24.12”; lo cual puede no decir nada a quien es ajeno al sistema de la “teoría de las plantas”18, pero lo voy a traducir para hacerlo comprensible: que lo es. Voy a ir describiendo cada número por orden. Hay 3 grupos de números separados por un punto: primero las 3 series (663) y después las 2 fases (24), para terminar en el estadio final (12).
Series- •
Primera serie: 6. Angiosperma o plantas con flores, evolucionadas. Les pertenece el tema de la serie Aurum: el poder, pero el poder interior, lantánido. Quieren mandar sobre sí mismos, conocer su mundo interior, quieren ser autónomos e independientes. Pero, como estamos en el reino vegetal, la cosa no es tan simple como en los minerales y las series se combinan en un total de 3 para dar una personalidad propia y más compleja a cada elemento.
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Segunda serie: 6. Lo mismo, el tema lantánido se repite y viene doblemente reforzado. Ya tenemos 2 series Aurum: la serie 6 + 6 (660). En las astéridas la fusión de los pétalos representa la integración del alma. Son proactivos, con iniciativa, y necesitan construir algo en ese mundo, dar, ofrecer algo a los demás.
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Tercera serie: 3. Es la tercera serie en juego. Combina 2 lantánidos (6 + 6) con la serie 3 (663). El 3 representa la serie Silicea, de la identidad y las relaciones. Se trata del clado Caryophyllidae. En ellos el tema es simple: la lucha constante entre mantener su independencia y cumplir sus deberes hacia su familia o el grupo al que pertenece. Autonomía frente a familia.
A continuación vienen las fases, que representan el punto de evolución en que se encuentra o siente el paciente que se sitúa: su pertenencia al grupo.
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Primera fase: 2. La fase 2 es la fase donde encontramos, en la tabla periódica, berilio y magnesio. Se sienten aún inseguros dentro del grupo y tienen tendencia a dar demasiado para ser aceptados: sentirse aceptados es vital para ellos. Son muy susceptibles y si se sienten rechazados se enfadan mucho. El nombre del clado es Aizoales.
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Segunda fase: 4. Ya estamos en la familia Phytolaccaceae. La fase 4 (el segundo número del 24) representa los temas de los elementos centrales, carbono y sílice: responsable, rígido, sensible al shock inesperado, equilibrado, orgulloso, con derecho a estar en el grupo. El resumen sería: adaptarse por completo (2), para establecer una familia de manera sólida (4).
Y finalmente el estadio (12), que representa cómo maneja la situación el paciente en este proyecto de su vida o su conflicto. ¿Cómo resuelve el conflicto? Phytolacca resuelve el conflicto en el estadio 12: exagerando (overdoing), dándose, entregándose en exceso. Y este darse en exceso es lo que la lleva a enfermar, a agotarse, a sufrir. Como ejemplo paradigmático podemos citar la inflamación y grietas en los pezones al dar de mamar a su hijo.
Historias clínicasEl interés de los casos clínicos está en cómo se expresa el dolor, las modalidades, pero sobre todo en descubrir la actitud del paciente. Los casos clínicos curados nutren la materia médica de información útil y más amplia. Las experimentaciones acostumbran a mostrar síntomas de la fase más descompensada del paciente (p. ej., la tristeza y las ideas de suicidio en Aurum), pero no nos muestra el verdadero carácter del paciente, altamente responsable y duro, lo cual es el motor de todo el proceso. El tema de la maternidad está ausente en las patogénesis revisadas de Phytolacca. Y en las próximas historias clínicas observaremos cómo el tema de la entrega total a la maternidad y la lucha por la independencia dentro de la maternidad es crucial: vivir la maternidad en exceso hasta quedar doloridas y extenuadas, saturadas o colapsadas (utilizando sus propias palabras). Son madres que cuidan de sus hijos con gran atención (dedicación al cien por cien y con gran sufrimiento) y vemos como les duele no sentirse reconocidas y ser el eje de toda la carga familiar, sacrificando su tiempo personal y su libertad.
Caso 1- •
Mujer de 52 años: es profesora de inglés y tiene 2 hijos de 20 y 22 años.
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“Migraña que mejoró con acupuntura. Dolores articulares de rodilla, y ciática. Dolor en la espalda, agarrotada, en hombros, brazo. Peor al levantarme, como opresivo. Para que empiece a circular bien, tiene que pasar 1h. Dolores punzantes, me agota, continuo, un día, otro día. El dolor a veces es constrictivo, como una coraza. Rhus Toxicodendron me fue bien, muy bien. Pero, al encontrarme bien, me pasé en el trabajo y me colapsé de nuevo. Algunos días tuve que anular las clases. Sentía como si me encogiera, como si me hiciera pequeña. El músculo tira del hueso, en la cama estoy fatal. Voy a nadar a la piscina y me va bien, me siento bien, el frescor del agua me estimula, me relaja”.
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“Fascitis plantar, dolor como si tuviera piedras debajo del pie. Tomé Rhus Toxicodendron, no me hizo nada. El frío no me molesta, al llover mejoré; el frescor me gusta. Es como si el frío y el invierno fueran más limpios”.
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“Soy donante de sangre. Me preocupo por todo el mundo, me pongo en lugar del otro para que no tenga problemas y le pueda ayudar. Me preocupo más por ellos que por mí, sacrificando o dejando de lado mi tiempo libre. Cuidar a mis padres, no los quiero dejar solos. Me gustaría que los demás no tuvieran problemas. He estado 20-22 años dedicada a mis hijos y ahora se van. Esto sí que me duele, es como si mi trabajo no hubiera servido de nada. He trabajado siempre para ellos y ahora van y te dicen: ¡Adiós! Como si me despidieran de madre: ‘Ya no te necesitamos como madre’. Siempre me ha gustado dedicarme a la familia. Necesito estar ocupada, sentirme útil. Pero ahora, cuando ya tengo mi vida y vuelven de mayores a casa, siento que me utilizan; que invaden mi espacio y me roban mi tiempo libre, mi libertad, y me tengo que esforzar en atenderlos. Es una contradicción: me gusta, necesito que vengan, pero necesito mi espacio”.
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“No querer ver a nadie, mejor sola, mal humor, me siento sola”.
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Tratamientos: Natrum Muriaticum 30 CH, Kalium Muriaticum 30 CH (ligeras mejorías y recaídas).
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Phytolacca 30 CH, diaria y semanal. Mejoría física y mental: 18 meses. En los últimos 4 meses, 3 dosis de Phytolacca 1 MK. Sigue la buena evolución: “mucho mejor del dolor, del cansancio, pero sobre todo mi ánimo es diferente, veo las cosas más positivas y cuando vienen mis hijos no me molesta ni me siento utilizada, les doy mi tiempo y sé que tengo el resto para mí, sin problemas, no me crea tensión. No dejo de ir a la piscina, es mi salvación. La fascitis plantar no ha vuelto”.
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Mujer de 56 años (maestra y madre de 2 hijos) que presenta síndrome de fatiga crónica.
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“Me duele todo el cuerpo, sobre todo las manos. Me diagnosticaron artrosis en las manos, y me recomiendan Xicil19. No soy amante de tomar antiinflamatorios... Me duele, no puedo agarrar cosas pesadas, veo las estrellas, me asusto, tengo 56 años: no puede ser que no pueda a esta edad. El dolor me dura 3-4 días, con sensación gripal. Tomo paracetamol, pero no parece que me pase: el dolor sigue su ciclo. Me dolía la articulación del dedo gordo de la mano derecha (como si me hubiera dado un golpe) y en la radiografía se veía desplazado. Me duele mucho, es como un “zubzub”, 4 o 5 veces, y queda un dolor continuo. Me duele pensar que tengo 56 años y mi madre ya no se aguantaba. Me preocupa, ¿y si no se me pasa?, ¿y si siempre es así?”.
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“Escuela, llevar la dirección y cuidar de mis hijos. ¡No puedo con todo! Aunque parece que sí, que puedo con todo. Me esfuerzo en cumplir con mi obligación, renunciando a mi espacio personal, y en el fondo me duele. No tengo ni un minuto para mí y mi hijo varón de 22 años me preocupa en gran manera. No tiene trabajo, ni amigos, se encierra en casa solo: está muy deprimido. Pero cuando me necesitan todos tiran de mí, y yo tengo que estar al pie del cañón. A veces, cuando me levanto por la mañana me vienen ideas raras como pensar: ¿me tiro por la ventana? No lo haría, pero algunas veces, cuando estoy tan mal, me viene este pensamiento. Me voy a romper, ya no controlo nada, descontrol total: ¿me tiro por la ventana? ¿Por qué tienes que vivir si no puedes controlarte? Y me asusté mucho... Me cuesta concentrarme, el esfuerzo mental me agota, y me falla la memoria: estoy asustada. A veces tengo sensación de fiebre y dolores generales”.
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“Se me calma con frío, agua fría. Lo vas probando todo un poco. Me pone de mal humor, ¿porque diablos me ha de hacer daño?”.
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“Reaparece la crisis cada mes y medio a 2 meses, desde hace un par de años”.
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“Siento un gran cansancio cuando llego a las 7 de la tarde, me cuesta respirar y me voy agotando en el sofá; esta sensación de agotamiento no mejora en la cama. No descanso del dolor hasta que no me duermo. Bebo mucha agua, siempre tengo sed, orino con frecuencia, y de noche también. Me rompo por dentro, estoy sin energía, muy triste —llora contenida— y eso que me había entrenado en casa para no llorar aquí, lo siento”.
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Orientación diagnóstica: el cuadro clínico contiene elementos característicos del síndrome de fatiga crónica. Es la forma más grave de la fibromialgia, con febrícula, dificultad de concentración e ideas de suicido. Cumple más de 4 criterios mínimos de Fukuda: dificultad de concentración/mialgias/poliartralgias/sueño no reparador/malestar posterior a esfuerzo superior a 24h y que no mejora con el descanso/exclusión de otras enfermedades causales.
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Phytolacca 30 CH semanal y en caso de necesidad.
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Evolución a los 7 meses: “Este medicamento me fue como anillo al dedo. Fue desapareciendo el dolor y recuperé mi energía; estaba mejor, mucho mejor. El tema de mi hijo, lo veía diferente, con más posibilidades, y le pudimos ayudar. Las ideas de descontrol no han vuelto”.
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“Al volver a la escuela después de vacaciones, he recaído. La escuela me satura, me canso más; debe de ser normal, como si me sacaran la batería. Mucho trabajo, en casa quiero que funcione todo, pero me agoto. Mi gran afición ahora es dedicarme al ‘Agility’20, el deporte de conducir los perros por obstáculos. Poder hacer esto me hace muy feliz, allí encuentro mi propio espacio. Es un tiempo para mí, allí soy libre y disfruto con mi perro. Es un deporte creativo ¡que me libera! Pero ahora me cansa, me dolía el corazón. El martes pasado un amigo tuvo un ataque al corazón y me afectó... En verano se murió otro de un ataque al corazón... Me colapsé, me saturó, no me cabían en la cabeza tantas cosas que hacer. Me gustaría tenerlo todo hecho. Siempre he trabajado el fin de semana haciendo cosas de la escuela en casa, pero ahora me agoto, me saturo. De antes recuerdo la sensación de no controlar nada y era mucho peor no controlar. Me decía: ‘igual me levanto y me tiro por la ventana’, y ahora comprendo a las personas que tienen impulsos de suicidarse, lo entendí...”.
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Phytolacca 1 MK cada 2 semanas (durante 1 mes) y cada mes durante 3 meses. Mejoría rápida y más profunda. Revisión a los 4, 10 y 18 meses, con repetición de la 1 MK, mensual durante 6 meses y en las recaídas.
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Valoración: en este caso vemos la descripción de la fase sifilítica, autodestructiva, a la que puede llegar Phytolacca cuando está completamente agotada y descompensada al final de su camino de autoexigencia en “poder con todo”, renunciando a su espacio vital personal. Los términos “saturada” y “colapsada” se utilizan muy a menudo.
Siguiendo a Jan Scholten y Deborah Collins, y complementando con la información de los casos clínicos y las experimentaciones, podemos concretar que la esencia de Phytolacca es la siguiente:
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Sobresfuerzo en adaptarse para crear y sostener a su familia renunciando a su propia libertad, lo que les crea una gran tensión y hace que el paciente enferme.
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Quieren darse al máximo a sus hijos, se entregan al cien por cien en ser buena madre y buen padre. Debe trabajar igual para todos y al máximo para hacerlo lo mejor posible.
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“Ser las nodrizas del mundo entero, para caer en el agotamiento” (D. Collins).
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Se dan al máximo: los demás siempre son primero y ellas son las últimas, siempre en segundo plano. Se descuidan, no se cuidan a sí mismas. Incluso pierden el cuidado personal de su modo de vestir, de los objetos que les rodean.
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En fase de descompensación: enfado por no ser reconocida y por el sentimiento de no estar sola en su lucha por cuidar. Cae luego en el abandono y la indiferencia, con agotamiento y postración, y acaba por sentirse rota por dentro, completamente descontrolada, y entonces es cuando vienen las ideas de suicidio.
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Significado en el niño: dentición dolorosa que mejora y necesita morder fuerte. Si recordamos la “matrícula” de Phytolacca (663.24.12):
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Dentición: pasar de la dependencia de mamar a ser autónomo (serie 6, lantánido). Tener dientes significa ser autónomo para poder comer.
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Tensión entre ser independiente (series 6) y necesitar la relación, la nutrición, la dependencia de la madre (serie 3).
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Inseguro (fase 2) para conseguir algo a lo que siente que tiene derecho (fase 4), muerde con rabia.
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Tensión dolorosa, que le lleva a morder repetida y exageradamente (estadio 12) en la lucha para ser independiente de la madre y conseguir ser autónomo en la alimentación. Llega a producir grietas en el pezón: lesión que también se cura con… ¡Phytolacca!
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Sales muriáticas, principalmente Natrum Muriaticum; lantánidos muriáticos, entre ellos Promethium Muriaticum y Samarium Muriaticum (aprender a dar libertad en la maternidad; esfuerzo en ayudar, cuidar, manteniendo la independencia). En el diagnóstico diferencial también se deben considerar las sales muriáticas de Kalium, Ferrum y Aurum.
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Extremo cuidado maternal en cuidar a sus hijos: Carcinosinum (extrema ansiedad y desesperación cuando sus hijos están enfermos o capta un mínimo riesgo, miedo al caos) y Onchorhyncus: salmón, instinto maternal intenso, vive para los hijos, le gusta el agua, nadar; es similar al delfín (Lac Delphinum), pero va contra corriente, con gran esfuerzo para llegar a su destino.
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Sepia encaja en la actitud de cuidar de manera exigente intentando también ser una “madre perfecta”, pero es muy formal (normativa) y le falta lo que podríamos llamar “actitud amorosa”, que sería la paciencia en la comprensión de las contrariedades causadas por “el otro”; en cambio, la irritabilidad la caracteriza.
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Rhus Toxicodendron es el gran similar “reumático”, pero con grandes diferencias. En el plano físico, Rhus Toxicodendron mejora con el calor y empeora claramente con el frío; empeora al inicio del movimiento y mejora con el ejercicio continuado, pero acaba agravándose con el paso del tiempo.
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En el plano mental, Rhus Toxicodendron es muy desconfiado y tiene miedo a que le intoxiquen, está lleno de miedos nocturnos, en casa, durante la fiebre, con ansiedad, a un ataque, a que le hagan daño. Tiene una gran inquietud que le hace moverse continuamente. Su gran irritabilidad y la tristeza mejoran caminando al aire libre.
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Su esencia, valorando el tema de Anacardiaceae y el miasma tifoideo, es diferente a Phytolacca: atrapado y atascado en una situación de la que debería salir inmediatamente, pues podría ser peligrosa (Sankaran).
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Se sienten reprimidos por la familia o sus colaboradores; por un padre tirano y alcohólico o una madrastra desagradable. Es el tema de “La Cenicienta”: de alguien que es y se siente especial, pero le faltan al respeto, la desprecian y no es valorada. Sienten que han sido abandonados, utilizados, que han abusado de ellos, que han sido despreciados: tratados como a un paria. Se sienten creativos y creen que pueden transmitir a la gente cosas esenciales. No obstante, a menudo no se ven tan especiales y sienten que no son apreciados por lo que valen (Scholten).
Los síndromes poliartrálgicos y miálgicos de tipo reumático son frecuentes, invalidantes y difíciles de tratar con medicamentos convencionales (antiinflamatorios, inmunosupresores, antidepresivos y/o ansiolíticos), fisioterapia o psicoterapia. La mayoría pertenecen a las enfermedades autoinmunes. La medicación homeopática —bien seleccionada para cada caso y paciente— puede aportar cambios notables en la intensidad sintomática y mejoría pronóstica. Los medicamentos más frecuentes citados en el texto son de gran ayuda cuando cada uno de ellos encaja a la perfección en el caso.
Se ha puesto el acento en que la individualización de cada caso es imprescindible y se ha aportado la propuesta de considerar entre los remedios homeopáticos de interés (Rhus Toxicodendron, Ruta, Ledum, Kalmia, Rhododendron, Dulcamara, etc.) el remedio Phytolacca, que por su similitud sintomática y sus modalidades se puede confundir con la mayoría de ellos y perder así la oportunidad de ser descubierto y poder participar en la curación.
Aportar un perfil de síntomas mentales más claro (con lo cual se comprende la actitud del paciente, que además es bastante frecuente) nos ayuda en gran manera a discriminar y acertar mucho mejor el remedio de cada caso porque lo hace mucho más visible, y esta ha sido la verdadera intención de este artículo.
En el caso de Phytolacca, la claves útiles para una buena prescripción residen en que la dedicación maternal excesiva y la elevada tensión para “poder con todo” (con renuncia a su espacio de libertad, tiempo y autonomía personal) producen dolores tensionales y de agarrotamiento que mejoran con el frío o el baño en la piscina y llevan al agotamiento, a la saturación y al colapso, con gran depresión final que puede provocar ideas de suicidio.