Tres casos clínicos para empezar
Tres casos afectados de problemas pulmonares severos en los que el pronóstico se trasformó radicalmente con el uso de este medicamento.
Caso clínico 1
Primera consulta, marzo de 2009
A Antoine, nacido en 1966, lo visité por primera vez en marzo del 2009.
Trabaja de comercial en el sector agroalimentario, tiene 43 años y es padre de 2 niños. Desde hace 2 años, debido a la evolución de su enfermedad, ocupa la mitad de su tiempo en los tratamientos que recibe.
Los primeros síntomas aparecieron hace 10 años en forma de una insuficiencia respiratoria que lo llevó a consultar cuando apareció un dolor en la parte baja del hemitórax derecho. Las radiografías mostraron 2 manchas en el pulmón.
"Hasta este momento siempre había sido muy deportista (fútbol), aunque siempre me había faltado el aire al hacer esfuerzos."
En la biopsia: sarcoidosis severa con afectación cardíaca, zonas de calcificación en los pulmones y fibrosis pulmonar severa.
"Siempre he seguido todos los tratamientos al pie de la letra y a pesar de ello voy de mal en peor, y ya no soporto más estos tratamientos."
Esta tomando corticoides Cortancyl® 80 mg/día y Metrotrexate® 15 mg/semana.
Antoine es un bon vivant, sociable, muy apegado a la familia, con gustos e intereses típicamente meridionales. El único síntoma que merece la pena señalar es la inquietud por su salud, que aunque notable, parece bastante secundario dado el tiempo que ha tardado en consultar antes de que lo diagnosticaran y ¡prácticamente condenaran!
Las cosas parecen más interesantes cuando le pregunto sobre el sueño y los sueños.
"Siempre me ha pasado una cosa extraña desde la edad de 10 años. Cuando me duermo después de comer, tengo un dolor como de aplastamiento a nivel del corazón y al mismo tiempo oigo a mi madre que está lavando los platos o a su hermano en la habitación de al lado. Quiero abrir los ojos y no lo consigo. Me pasa sobre todo si como mucho."
Pregunta (P): ¿Dónde vivía en esa época?
Respuesta (R): En los barrios nuevos de Aix-en-Provence. P: ¿Iba usted al campo?
R: No, más bien íbamos a una casita al lado del mar.
P: ¿Estuvo en contacto con pájaros?
R: Es curioso que me pregunte esto. Durante toda mi infancia tuve canarios en mi habitación.
Antoine recibió Tuberculinum aviare en MK.
Segunda consulta, 15 de mayo de 2009Antoine se sentía bastante bien en general. "Respiro mejor y no he tenido que tomar antibióticos." Sigue tomando los 80 mg de cortisona que toma desde julio de 2008. Como no toleraba bien el metrotexato y las transaminasas iban subiendo, se decidió rebajarle a 6 mg/semana.En esta visita decidí que bajase el corticoide a 40 mg el primer mes y a 25 mg al mes siguiente.No le repetí el remedio.Tiene pendiente una hospitalización para hacer un nuevo balance de la evolución de la enfermedad. Tercera consulta, 30 de julio de 2009En la revisión hospitalaria hecha en Marsella se observó que había ganado 1 l en capacidad pulmonar. Se siente bastante mejor. "Me siento bien cuando tengo un objetivo, necesito estar en competición. Necesito ver el objetivo si no me vuelvo holgazán." Ha vuelto a hacer caminatas.
Tiene un bebé de 8 meses y no duerme bien. Está con 10 mg de corticoide y toma 7,5 mg de metrotrexato todos los miércoles. Le digo de pasar a 5 mg y después parar.
Le receto LAB BASE® 2 caps /día y LAB 4® 3 cápsulas por la noche. Tomar una dosis de Tuberculinum aviare MK al menor problema.
Cuarta consulta, 14 de enero de 2010
Tiene miedo de parar el tratamiento alopático.
Le doy una dosis de Tuberculinum aviare en XMK.
Quinta consulta, mayo de 2010
"Me siento mejor mentalmente. El trabajo va bien, he vuelto a sentir ganas de ejercer mi profesión. Cuando hago deporte todavía me falta el aire. Tengo dificultad para inspirar profundamente, cuando lo consigo me siento mucho mejor. Siempre respiré así."
Sigue tomando Cortancyl® 10 mg/día y Metrotexate® 7,5 mg/semana.
P: ¿Cómo era usted de niño?
R: Hasta los 6 años siempre estaba pegado a mi madre. No fui a la guardería porque no paraba de llorar. Ya un poco mayor, en la escuela, tenía que ser mi hermana quien me diera de comer en el comedor escolar. Era como si hiciera falta que toda la gente que amaba tuviera que estar a mi alrededor. Siempre tengo necesidad de que me muestren afecto. No puedo estar solo.
Pulsatilla XMK.
Sexta consulta, octubre de 2010
"Lo que me dio me hizo mucho bien. Estoy mucho menos angustiado."
Paró completamente el tratamiento alopático en abril. En julio, en el control radiográfico, se valora como mejoría.
P : ¿Continúa teniendo aquel sueño?
R: ¡Sí!, eso continúa. Cuando he comido copiosamente me entra una fatiga y me duermo en 3 s. En este momento siento un aplastamiento en el pecho, como si hubiera algo que quisiera entrar dentro de mí. Tengo miedo, quiero abrir los ojos pero no puedo. Para poder liberarme intento chillar, pero no puedo, lo máximo que sale es un gemido como de lobo, como si estuviera poseído por alguna cosa. Cuanto más intento chillar, más me aplasta. Sólo puedo liberarme cuando mi esposa me despierta.
Mancinella XMK.
Séptima consulta, diciembre de 2010
"Desde que me dio el remedio no he vuelto a tener aquella pesadilla y eso que he hecho algunas comilonas. No tomo ningún tratamiento."
Hizo una nueva revisión hospitalaria, pero no les dijo que había parado el tratamiento. Le dijeron que iba muy bien y que sobre todo no dejara de tomar los medicamentos
Caso clínico 2
Anna Maria es una italiana que vive en Francia las tres cuartas partes de su tiempo. Tiene 64 años y la veo por primera vez en consulta en septiembre de 2009.
Hace 2 años y medio que tiene un estado de fatiga que va en aumento. Tos constante y ganas continuas de acostarse. Ha recibido múltiples tratamientos con antibióticos y cortisona. En las radiografías se observó una mancha en el pulmón. En la primera hospitalización, en la tomografía computarizada (TC), se diagnosticó probable fibrosis pulmonar.
Esta en tratamiento corticoide con Cortancyl® entre 60 y 20 mg/día. A la que disminuye demasiado entra en distrés respiratorio y sobreviene una infección pulmonar. Ha engordado 23 kg. "Era delgadita, incluso a los 55 años, y ahora no me parezco a nada..." (habla fatigada, tiene papada,...). La inmunidad está bajo mínimos, atrapa cualquier infección. Ahora va disminuyendo 1 mg cada 15 días.
Cuidó a su madre, que murió a los 97 años, durante 14 años. "Mis hermanos nunca me lo agradecieron." Al bebé de su hija le diagnosticaron una diabetes insulinodependiente cuando tenía 3 años. "Me lo tomé muy mal." Después, a la hija de su hermano le detectaron un cáncer de páncreas a los 34 años. "Tuve que ocuparme de ella y cuando murió, me dije, ahora tengo que cuidar de mí. Seis meses después, caí enferma."
"Hasta la enfermedad de mi madre creo que tuve una vida muy feliz. Fue a base de que perdurara mi estado que empecé a tomármelo mal."
Pido ver las radiografías y la TC pulmonar. Hay zonas de fibrosis con secuelas de calcificación pleural e interlobar, sobre todo en hemitórax derecho.
Prescribo Tuberculinum aviare MK.
Dos meses después: "Debo decir que voy bastante bien." Posteriormente recibió 2 dosis más a la MK. No ha vuelto a estar enferma. No ha necesitado tomar más antibióticos desde la primera dosis de aviare y actualmente esta con 8 mg de Cortancyl® al día.
Después recibió la primera dosis de su remedio de base que me pareció ser belladona, en esta mujer impetuosa, truculenta y excesiva.
Caso clínico 3
Se trata de una niña, Claire, a la que le diagnosticaron una fibrosis pulmonar a los 30 meses. Es una fibrosis genética que ya comportó la muerte prematura del abuelo materno. La niña iba bien hasta los 3 meses de vida, cuando tuvo una meningitis viral. A los 7 meses recibe la vacuna DTP-polio y, 2 meses después, la mamá nota que la caja torácica se hunde y que no para de toser desde la vacuna.
A los 2 años y medio se le diagnostica finalmente de fibrosis intersticial. La niña estuvo en estado de shock a raíz de la fibroscopia. Se la derivó a Necker poco después, y empezó un tratamiento a base de Solumedrol® y Plaquenil®.
Pero Claire no iba bien.
La madre consultó entonces con la Dra. Anne-Marie Lacroix que le dio una dosis de Tuberculinum aviare a la XMK en mayo de 1999. El cambio fue radical, con mejoría del estado clínico y del par-clínico. El EFR DLCO muestra una mejoría espectular.
No la volvimos a ver hasta la edad de 7 años, cuando le diagnosticaron una poliartritis juvenil.
Ante un crío para el que la vida es un juego (escribe escenas cómicas, siempre se disfraza y se lo toma todo a broma) se le prescribió Cicuta virosa que mejora el cuadro, pero que necesita repetir de forma regular.
El 30 de noviembre de 2006 recibe una nueva dosis de Tuberculinum aviare XMK. Después de esta dosis, el efecto de Cicuta es mucho más estable durante 3 años.
Tres años después, nueva dosis de Tuberculinum aviare y después, nuevas dosis de Cicuta.
Balnace actual : la fibrosis no ha evolucionado a pesar de una disminución del tratamiento alopático (Cortancyl® 5 mg/2-3 veces a la semana y Enbrel® 1 vez al mes).
La pluma en el zapato
En 1977, el Dr. Dominique Senn1 (médico homeópata suizo, pionero en la teoría de los bloqueos) nos contó una historia que me marcó. Algunos años antes había recibido a un lord inglés que se había desplazado hasta Suiza par consultarle, desesperado, por una tos que nada ni nadie le había podido curar. Tosía día y noche, con una tos irritativa que partía de los pulmones.
El Dr. Senn le preguntó cuándo había empezado esa tos. El lord le explicó que la tos empezó volviendo de una cacería organizada en unas tierras de uno de sus amigos. No se acordaba de haberse resfriado ni de haber pasado frío. El Dr. Senn le preguntó entonces si había algún recuerdo de alguna cosa insólita que le hubiese pasado ese día. El lord le explicó que en su segundo día de caza le había fastidiado una pequeña excoriación en el tobillo de la que en principio no supo la causa. No fue hasta algún tiempo después, cuando preparaba sus cosas para una nueva cacería, que tuvo la sorpresa de hallar una pluma de ave en el fondo de la bota. Se acordó entonces de la excoriación en el tobillo y llegó a la conclusión que debió ser esta pluma que debió quedar atrapada entre la bota y el tobillo la causante de la excoriación.
El Dr. Senn le hizo respirar de un frasco alcohólico que contenía una XMK de Tuberculinum aviare. En menos de 24 h la tos desapareció y el lord no supo cómo agradecerle su sapiencia.
Desde entonces, siempre he retenido esta historia en la mente y no puedo contar la cantidad de problemas respiratorios que he podido tratar con los nosodes heredados de mi aprendizaje con el Dr. Senn.
Tuberculinum aviare es el más frecuente.
No nos olvidemos de la psitacosis y la ornitosisLas 2 son infecciones pulmonares por clamidias que se transmiten con el contacto con pájaros:
— La psitacosis a través de los loros, papagayos, cotorras y periquitos.
— La ornitosis a través de los pichones, las palomas, las gallinas, los canarios, etc.
La contaminación se produce por inhalación de polvo contaminado por los deshechos de pájaros infectados. Los gérmenes llegan al sistema linfático y después provocan la inflamación pulmonar. La incubación dura de 7 a 15 días.
Existe una forma seudogripal en que se desarrolla un síndrome de tipo gripal (fiebre, escalofríos, tos). Es posible la evolución hacia la bronquitis crónica. Los casos benignos (ornitosis) duran 1 semana. Los casos graves (psitacosis) duran 2 o 3 semanas y pueden provocar hemorragias nasales y un jadeo que puede derivar en una insuficiencia respiratoria.
Tuberculinum aviare
Escuela Nacional de Veterinaria de Toulouse
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa, contagiosa, común al hombre y a numerosas especies animales. La tuberculosis aviar es rara en la cría industrial, ciñéndose sobre todo a la cría en las granjas. Pero supone un problema de salud pública puesto que se puede transmitir de los pájaros al hombre.
La tuberculosis aviar se debe generalmente a Mycobacterium avium, que es la cepa aviar propiamente dicha. Excepcionalmente puede estar causada por la cepa humana Mycobacterium tuberculosum, en particular en los psitácidos, o por la cepa Mycobacterium bovis.
Las micobacterias son bacterias grampositivas (se colorean difícilmente), son bacilos inmóviles no capsulados y no esporulados. Tienen una propiedad ácido-resitente que se pone de manifiesto con la coloración Zielh-Nielsen.
Las micobacterias son sensibles al calor, a la luz y a la desecación. Resisten a los detergentes y a los ácidos, pero son sensibles al alcohol, al yodo, al formol y a los hipocloritos. Son también resistentes a la mayoría de antibióticos de uso común. Pueden resistir muchos años en el suelo.
El poder patógeno de M. avium es variable según el huésped, y ello es debido a la facultad de multiplicación del bacilo y a su aptitud para liberar los factores de virulencia.
La infección de un animal es el resultado de la conjunción de una cepa suficientemente patógena, una dosis mínima infectante, y de contactos repetidos. Estas reinfecciones periódicas agravan el proceso tuberculoso. Al principio, el bacilo se multiplica en su punto de entrada, sin lesión ni problema. Es la tuberculosis oculta o latente. Después, si la dosis infectante es suficiente y el terreno propicio, se desarrolla la tuberculosis aparente: se forma un chancro de inoculación correspondiente a la lesión de primoinfección. En ciertos casos hay una agravación por diseminación de bacilos contenidos en los linfocitos y los fagocitos, y ello comporta las diversas localizaciones de las lesiones. En los pájaros, esta generalización desemboca en la tuberculosis miliar.
Las fuentes las constituyen los animales infectados, incluso si no presentan síntomas. La excreción del bacilo es precoz, duradera, intermitente y puede ser importante.
Todos los tejidos y órganos que albergan un foco tuberculoso son materias virulentas. Los principales vienen representados por las heces.
Anshutz2 dice (extraído de Reference Works): "El microbio de la gripe imita siempre en un grado remarcable al microbio de la tuberculosis y, en ciertos casos, si queremos efectuar un tratamiento basado en las leyes establecidas por Hahnemann, en ciertas formas de bronquitis gripal, a menudo hace falta buscar el simillimum en el microbio de la tuberculosis".
He mencionado la opresión como una de las características de Bacillinum. Ahora bien, la bronquitis gripal se acompaña claramente de una tos incesante y por graves síntomas generales. La afección es a menudo aguda, con obstrucción y congestión disneica. Me suelo inclinar por dar más bien aviare que tuberculinum.
Estuve tratando a una niña de 12 años que había contraído la gripe 2 años antes en el trascurso de una pandemia. Le produjo rápidamente síntomas respiratorios, siempre netamente localizados en la parte superior del pulmón izquierdo. La congestión que acompaña la gripe es súbita y severa, en 24 h el pulmón esta invadido y pronto se pueden auscultar estertores finos. Por 2 veces seguidas, en intervalos de 1 año, aviare 100e extinguió los síntomas en pocos días. Vi otro caso análogo, sólo que la congestión se localizaba en la base del pulmón.
Si después de una gripe o de la rubéola, o de alguna otra enfermedad debilitante, me sobreviniera una tos tenaz con un cosquilleo incesante y con ciertos problemas estrechamente vinculados a síntomas pulmonares, si hubiera perdido fuerza y el apetito y, en una palabra, tuviera una bronquitis cuyo resultado hubiera sido dudoso y hubiera provocado el miedo a una tuberculosis, no dudaría ni un instante, con los ejemplos que he podido ver, en tomar aviare 100e.
Diccionario de Clarke3
M. Cartier dio un informe de este nosode en la memoria que leyó en el Congreso Internacional Homeopático de 1896.
Aviare actúa de preferencia en los vértex pulmonares y se corresponde más estrechamente con las bronquitis de la gripe, que simulan la tuberculosis, de las cuales ha curado numerosos casos desesperados.
Igualmente ha hecho mucho bien en ciertos casos de bronquitis a consecuencia de la rubéola.
El bacilo de la tuberculosis aviar ha sido identificado con el de la tuberculosis humana, pero las propiedades clínicas de los 2 nosodes no son las mismas.
A.O. Julian4
Sabemos que el nosode se prepara a partir de un cultivo de micobacterias aviares sin poner antisépticos.
Jousset lo utilizaba en el tratamiento de la tuberculosis y el Dr. Cartier extendió su uso a las afecciones pulmonares según las indicaciones que después fueron retomadas por Anshutz y Clarke.
Síntomas observados en el trascurso de 30 años de utilización de Tuberculinum aviare
(Anne-Marie Lacroix e Yves Maillé)
— Tuberculinum aviare pertenece a la línea de las tuberculinas. Los pulmones no son los únicos órganos afectados.
— El niño o el adulto pueden presentar síntomas mentales que evocan a Tuberculinum, con la sensibilidad, la reactividad y las alternancias de humor de Tuberculinum. Pero el paciente lleva, además, los estigmas de una impregnación sifilítica: la implantación y la forma de los dientes, el paladar ojival, el estrabismo convergente.
— Los gustos alimentarios le acercan también a Luesinum con una atracción por los alimentos lácteos, una aversión a la salsa de tomate y a los ácidos, como los pepinillos en vinagre.
— Encontraremos fácilmente antecedentes de asma o de dermatosis. La más típica es la psoriasis crónica.
— En la esfera ORL hallaremos otitis recidivantes, traqueítis, laringitis que no responden a los remedios convencionales. Hay que pensar en este remedio si descubrimos una calcificación timpánica como las que hallamos en Calcarea fluórica.
— Dorsalgias crónicas en un paciente con antecedentes tuberculínicos.
Tuberculinum aviare y la rubeola
Esta enfermedad que afectaba a todos los niños antes de la vacunación daba muchos problemas en los niños de predominancia luética. La enfermedad encontraba grandes dificultades para brotar y se producía una astenia prolongada salpicada de accesos febriles atribuidos a causas ORL, dadas sus idas y venidas.
Los antiguos sabían que algunos gránulos de TK aviare hacían aparecer la erupción y liberaban al niño.
*Ponencia presentada en la Trobada d'Oc 2011, Collioure
*Yves Maille es autor de varias publicaciones, entre ellas Essai sur la pensée homéopathique. Editions de Verlaque
Correo electrónico:
homeo@club-internet.fr
Traducción del francés: J. Mora
Recibido el 20 de junio de 2011;
aceptado el 15 de septiembre de 2011