Afortunadamente, y con todo merecimiento, se constata la frecuente y creciente presencia del colectivo de personas con síndrome de Down en todos los ámbitos de la vida pública. El eficaz tratamiento de sus problemas de salud, el mejor aprovechamiento de sus capacidades, la prolongación de su vida activa y la superación de ancestrales tópicos lo ha hecho posible. Pero es preciso que estos avances sigan progresando, que permitan la consecución de una mayor calidad de vida, que las atenciones que los han hecho posibles se universalicen. Por eso son bienvenidas y necesarias iniciativas como la que aquí se comenta.
Bajo el título que encabeza este editorial se desarrolló en Monterrey, entre el 18 de febrero y el 7 de marzo de 2015, un curso con vocación de permanencia, dirigido a personal médico y paramédico del Estado de Nuevo León (México), con el objetivo principal de aportarle preparación y capacitación para la posterior formación de otros profesionales. En Nuevo León nacen cada año unos 85 niños con síndrome de Down, que se pretende se beneficien de una mejor detección y atención tempranas, pronto acceso a los tratamientos pertinentes, respeto a sus derechos humanos y, en suma, de una prolongada buena calidad de vida.
El evento fue organizado por la Federación Iberoamericana de Síndrome de Down (FIADOWN), presidida por el prócer Jesús Coronado y adscrita al Instituto Iberoamericano de Investigación y Apoyo a la Discapacidad Intelectual, creado en febrero de 2012, de alcance nacional y sede en la ciudad de Monterrey. Estas instituciones fueron creadas para “fomentar y fortalecer la cultura de los derechos humanos y establecer y mantener estrechos lazos de colaboración con las distintas federaciones y asociaciones de los distintos países iberoamericanos” que luchan por los mismos principios. Entre ellos Down España, que a su vez cuenta con la participación y apoyo de las sociedades que conforman su federación.
El curso se realizó en el Centro de Investigaciones y Desarrollo en Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y se dirigió, fundamentalmente, a 900 médicos de atención primaria de todo el Estado, aportándoles unos conocimientos que posteriormente deberán expandir al resto del personal del sector salud del territorio. Fue inaugurado por el gobernador del Estado, Sr. D. Rodrigo Medina, acompañado en la mesa presidencial por las más altas autoridades estatales de los departamentos de salud y bienestar social.
Mesa inaugural del “Primer curso iberoamericano de capacitación en salud y calidad de vida en personas con síndrome de Down”.
El curso fue impartido por 20 profesionales de amplia experiencia en las problemáticas médicas y psicosociales inherentes al síndrome, actualizando su reconocimiento y abordaje desde la óptica de sus respectivas especialidades, 3 días a la semana a dedicación completa. La práctica totalidad de los docentes que acompañaron al Dr. José María Borrel, asesor médico de Down España, procedieron de entidades españolas dedicadas al síndrome de Down. Fue una satisfacción para el Centro Médico Down, de la Fundación Catalana Síndrome de Down, aportar su representación más numerosa, compartida con integrantes de asociaciones de Madrid, Valencia, Málaga, Granada, Huesca y Buenos Aires.
Es de justicia destacar aquí la inestimable contribución al éxito del proyecto de su directora ejecutiva, Dra. María Agustina Garza, que con su entusiasmo y disponibilidad supo aunar las atenciones a los participantes con una gran capacidad organizativa.
Cabe felicitarse por la puesta en práctica de iniciativas como las de este curso y desear que sucesivas ediciones permitan ampliar y sedimentar las enseñanzas que durante el mismo se impartieron.